12 JUL 2021 - 18:01 CET

Por Silvia Zafra, Ana Garrido, Santiago Alonso y Victor del Cura.

Toda empresa que se precie tiene en su vocabulario la palabra sostenibilidad. Desde las más innovadoras, como agencias de publicidad, hasta las más clásicas, como puede ser la construcción, tienen presente en sus discursos esta sonada palabra. Pero ¿realmente hay un compromiso con el medio ambiente o es pura fachada promovida por la actualidad más inminente? Lo que es cierto es que la sostenibilidad está más en auge que nunca.

Vamos a empezar por la base, ¿qué se entiende por sostenibilidad? Según la RAE, que algo sea sostenible en el ámbito ecológico, quiere decir “que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente”. Y ¿Quién no quiere que su empresa perdure en el tiempo? Desde luego que este es un muy buen motivo para comenzar la andadura en cuanto a la sostenibilidad del medio ambiente se refiere.

Información

Hemos llegado a un punto en el que ya no todo vale, y las empresas también son consientes de ello. La forma en que la información se mueve de un punto del planeta a otro en cuestión de segundos, hace que nadie se quede exento de saber qué está pasando en el mundo. Cualquier noticia puede ser trendy topic, pero todos sabemos que, además, las malas noticias vuelan. Por eso las empresas no se pueden relajar con el tema de la sostenibilidad. El cambio climático es una realidad de la que la mayoría de ciudadanos somos conscientes, y es el presente.

Los cambios siempre son complicados, y aveces cuesta entender que lo que llevamos haciendo toda la vida no es lo correcto. Cuidado, eso no quiere decir que siempre se cometan errores de forma consciente, es que antes no habia la información que hay ahora (sí, otra vez la información) y es absurdo mirar para otro lado cuando nos enteramos de que nuestras acciones están teniendo consecuencias negativas para el planeta. Desde las más cotidianas como tirar basura al suelo o no reciclar, hasta las toneladas de CO₂ que se vierten a la atmósfera.
 
Todo Suma

Tendencia o no, la realidad es que la sostenibilidad del planeta es una necesidad y no una opción y ya se puede, además de oir, ver en numerosas empresas  aportar cada una su granito de arena, reduciendo las emisiones de CO₂ en los casos que es posible, sustituyendo los vehículos de diesel o gasolina  por vehículos eléctricos, o compensándolo con acciones como la plantación de árboles (de esta última acción es tal la demanda que incluso han nacido empresas que se dedican a este fin) y así hasta un largo etcétera.

Todos los gestos cuentan y, aunque sean pequeñas acciones, todo suma: la reducción del uso de papel, reciclar los envases o limitar el uso de aire acondicionado. Pero también hay quien piensa a lo grande porque su tamaño así lo es, en un sector tan clásico, incluso anticuado como es la construcción ya se están poniendo en práctica sistemas que favorecen la sostenibilidad, la construcción industrializada ya es una realidad que permite disminuir las emisiones de CO₂, acelerando los procesos de construcción y evitando el desperdicio de materiales, ya que todo está programado para utilizar las cantidades exactas sin excedentes.

También los hay que optan por la economía circular y reutilizan sus propios envases una y otra vez o los que han creado sus botellas a partir de plásticos reciclados. Como decíamos, todo suma y, aunque haya procesos difíciles de cambiar, otras acciones pueden compensarlos.

Estas acciones se pueden concentrar en los siguientes 4 puntos:

• Economizar recursos energéticos.
• Aprovechar recursos cercanos.
• Implementar los principios de la economía circular.
• Gestionar ecologicamente los transportes.

Índice DJSI

Como guía, las empresas pueden utilizar el Índice de Sostenibilidad Dow Jones que valora la responsabilidad ambiental en las empresas teniendo en cuenta hasta 600 variables para elaborar la lista de las compañías más sostenibles. Se tienen en cuenta factores ambientales, sociales y de gobernanzas. Así, una empresa sostenible es aquella que aporta valor  social, económico y medio ambiental.

La sostenibilidad no es una moda, puede que hace un tiempo no se oyera hablar tanto del tema, pero si se oye más que nunca es porque las empresas han tomado conciencia de la necesidad del cambio y quien no se sume a este cambio está destinada a no perdurar en el tiempo.