“Las redes digitales son muy potentes para repetir la mentira”

Emilio García-Ruiz, director del rotativo San Francisco Chronicle, la cabecera más grande del norte de California, que acumula seis premios Pulitzer a la excelencia periodística, aportó en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense una serie de propuestas para que el periodismo plante cara al fenómeno de la desinformación y recupere ante los lectores la credibilidad y confianza perdidas en los últimos años.

Durante su participación en la sesión vespertina de la Jornada “Periodismo en la era digital: los retos inmediatos”, García-Ruiz señaló que los medios deben ejercer de contrapeso a las mentiras con informaciones veraces y contrastadas, y están obligados a aumentar sus equipos de investigación para seguir destapando corruptelas y comportamientos irregulares.

 

También citó otras estrategias para garantizar la viabilidad de los proyectos periodísticos como la combinación de los elementos multimedia en narraciones visuales especiales y la explicación y justificación a los lectores de los temas sobre los que informan a diario, aspectos que, a su modo de ver, contribuirán a recuperar el prestigio perdido ante la sociedad.

Hijo de padres españoles, aunque nacido en Washington en 1961, García-Ruiz está al frente del San Francisco Chronicle, un diario en el que trabajan 175 periodistas. El periódico fue fundado en 1865 por Charles y Michael de Young, y adquirido en el año 2000 por Hearts, una empresa global líder en información diversificada, servicios y medios comunicación que cuenta con más de 360 negocios.

Con anterioridad, fue el responsable del área digital de The Washington Post, donde tuvo la oportunidad de colaborar estrechamente con el director de ese prestigioso periódico, Marty Baron, en la transformación digital y global del medio que destapó el “caso Watergate”.

García-Ruiz explicó que el periodismo se encuentra en un momento muy difícil, pero a la vez muy importante, y que la democracia depende en buena medida del trabajo riguroso de los informadores. Puso como ejemplo el caso de la guerra en Ucrania, donde los periodistas arriesgan la vida para que el mundo conozca la verdad y contrarrestar las informaciones falsas que se trasladan al pueblo ruso.

En la actual “era de la posverdad”, como la calificó el experto en internet y gestión de medios, las redes digitales disponen de “formas muy potentes para amplificar y repetir las mentiras”, de forma que convencen a mucha gente para que las tome como hechos ciertos.

Esta cadena de mentiras e informaciones falsas comenzó, según García-Ruiz, en 1997, cuando el entonces presidente norteamericano, Bill Clinton, respondía antes las acusaciones que pesaban sobre el por el escándalo de Mónica Lewinski. La situación se agravó en 2016 con las mentiras diarias propaladas por Donald Trump y se mantienen ahora con Vladimir Putin.

El director de San Francisco Chronicle criticó el papel de redes sociales como Facebook y recordó que aquel espíritu que acompañó el nacimiento de internet sobre las bondades de compartir toda la información y de acceder gratis a ella carecía de sentido. “Dar la oportunidad a todo el que quiere de publicar lo que quiere igual no es buena idea”, sentenció.

García-Ruiz puso en valor el hecho de que ahora los periodistas conozcan los intereses de las audiencias, que pasan por conocer todo al momento y en formato de vídeo, para responder a esos intereses y reconquistar su función de mediadores ante la sociedad. “Nunca ha habido un tiempo mejor para ser periodista porque ahora tenemos unas herramientas extraordinarias”, concluyó.