Fernando Lara, ex director general del ICAA: “De la Sierra no recibió el respaldo suficiente de Montoro”
Participó en el curso "Carlos Saura. El cine de un artista total"
21 jul 2014 - 17:02 CET
Fernando Lara, crítico de cine y ex director general del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, lamentó la dimisión de la que hasta el momento ha sido la directora general del ICAA, Susana de la Sierra, porque “durante dos años y medio se ha esforzado enormemente por mejorar la situación del cine español desde el punto de vista legislativo, tributario, de apoyos, económico, etc.”. Asimismo, aseguró que la ahora ex directora “se había dejado la piel en ese empeño y no ha tenido el respaldo suficiente por parte de quienes estaban, y quienes están, por encima de ella: el secretario de Estado de Cultura y el ministro de Hacienda, algo imprescindible para que un director general pueda realizar su tarea”. El crítico de cine afirmó que Susana de la Sierra acabó por “tirar la toalla ante la constatación de que esa serie de medidas que ella quería impulsar no se podían llevar a cabo por la cerrazón del Ministerio de Hacienda, sobre todo a raíz de las últimas decisiones con respecto a las desgravaciones fiscales y a la no bajada del IVA sobre el sector cultural”, apuntó.
La sucesora de Susana de la Sierra en la dirección general de ICAA, Lorena González, es, según Fernando Lara: “Una persona muy trabajadora, muy cordial, accesible, muy conocedora del tema y que continuará todo aquello que Susana ha puesto en marcha durante estos años”. Además, el escritor manifestó la esperanza de que llegue a este objetivo “con mejor fortuna”, gracias a los conocimientos que posee sobre la Administración, lo que puede suponer “uno de sus mayores atributos”, afirmó el exdirector del ICAA.
Lara participó en el curso “Carlos Saura. El cine de un artista total”, con la ponencia “Realismo y documentalismo en el cine de Carlos Saura” y se centró en la primera etapa del cine de Saura, desde sus prácticas cinematográficas hasta la producción de “La caza”. El periodista relacionó el concepto de realismo y de documental aplicándolo a la trayectoria profesional de Saura, algo que resumió en una cita que tomó del también crítico de cine, Juan Antonio Pérez Millán: “Hacer documental es poner la cámara delante de algo, y hacer ficción es poner algo delante de la cámara”. En este sentido, Lara explicó que existe una doble dimensión a la hora de enfocar el desarrollo de un documental, por una parte “el deseo de reflejar mediante métodos documentales”, y, por otra, “el hecho de que esa realidad sea completa, con un mundo interior tan complejo como el externo”. No obstante, el documentalismo en Saura es “prácticamente invisible”, con trabajos como “Marathon” o “Sinfonía de Aragón”, dijo.
En el recorrido que el crítico desarrolló para el curso, seleccionó algunas de las producciones cinematográficas que más han marcado y repercutido en el reconocimiento de Carlos Saura como cineasta. Esta selección recoge películas como “La llamada”, “Llanto por un bandido”, “La tarde de domingo”, que se convierte en la tarjeta de presentación de Saura; “Cuenca”, que ya es puramente documental; “Los golfos”, que surge en el contexto del franquismo y que postulaba el realismo social “con el que Saura no estaba muy de acuerdo. Él creaba su propio realismo: áspero, duro, visceral, sin modificaciones ni embellecimiento” -subrayó Lara- y “La caza”, con la que obtiene el Oso de Plata berlinés, que supone su reconocimiento internacional como una de las figuras más prestigiosas del cine español.