Nacido y crecido en España, perfil del yihadista de nuestro país
9 jul 2019 - 14:46 CET
Celia Sánchez Morrón / Foto: Nacho Calonge
Carola García-Calvo y Fernando Reinares, investigadores principales del Real Instituto Elcano, definieron el perfil de los yihadistas en España y en qué ha cambiado desde 2012, ya que actualmente “predominan los endógenos, que han nacido y crecido aquí” con influencias “procedentes de Marruecos”.
En este contexto, Reinares explicó que entre 2001 y 2011 “ocho de cada diez yihadistas eran inmigrantes de primera generación” mientras que entre 2012 y 2017 “seis de cada diez son de segunda generación e incluso de tercera”. En cuanto a la ocupación, el investigador apuntó que sus identidad se corresponde “principalmente” con estudiantes, albañiles especializados o trabajadores del sector servicios, siendo Cataluña, en los últimos años, el lugar de residencia de un tercio de los yihadistas en España.
Por su parte, García-Calvo habló de la evolución de la movilización radical al poner el foco en que “las oleadas en nuestro país tienen que ver con conflictos internacionales que interesan a la comunidad islámica”, “especialmente” a partir de la guerra de Irak de 2003. La investigadora también señaló que, a partir de 2012, y con la Guerra de Siria, “la movilización empieza a remontar”, de manera que en verano de 2013 se produjo la Operación Cesto, “la primera operación antiterrorista en España”, concretamente en Ceuta.
García-Calvo también expuso la evolución de los procesos de radicalización yihadista en España. Advirtió de que “la gran mayoría” de individuos se radicalizaron “en compañía de otros iguales y no individualmente” sin olvidar que “también se radicalizaron uno de cada diez individuos a través del consumo de propaganda de naturaleza yihadista”. Para explicar cómo se desarrolla la radicalización de un individuo, la investigadora indicó que “lo que suele ocurrir es un primer contacto a través de redes sociales” que deriva en encuentros personales.
Por otra parte, la investigadora del Real Instituto Elcano señaló que antes de 2012 no había ninguna mujer condenada o fallecida debido a su radicalización yihadista, pues “las mujeres están muy apartadas de los espacios físicos donde se produce la radicalización”. En este sentido, añadió que internet “ha permitido abrirles esa puerta en los espacios virtuales”.
Como “factores clave” que ayudan a entender por qué unos individuos se radicalizan y otros en el mismo contexto no lo hacen, los investigadores incidieron en primer lugar en la figura de un “agente de radicalización”, individuo con capacidad de ejercer un “poder de captación” frente a los reclutados y “que puede ponerse en contacto a través del medio on-line, cara a cara o combinando ambos”. Según García-Calvo y Reinares, el segundo “factor clave” es la existencia previa de relaciones de parentesco, vecindad o amistad con personas que “habían desarrollado actividades yihadistas antes del proceso de radicalización”.
En términos de prevención, los investigadores subrayaron, a modo de conclusión, la necesidad de promover medidas de sensibilización destinadas al público general, así como una inclusión de perspectiva de género, “una especial atención” hacia los agentes de radicalización y una actuación en el ámbito local.