Carlos Salem aboga por quitar “las enaguas y la peluca” a la poesía para sacar su trasfondo
11 jul 2017 - 17:09 CET
Texto: Aida Lorente / Foto: Nacho Calonge
Tú, que conviertes precipicios en balcones si te asomas. Así comienza uno de los poemas del último libro del poeta argentino, Carlos Salem, uno de los “poetas modernos” del siglo XXI más reconocidos y leídos en España y Latinoamérica. Salem, aseguró que es el lector quien tiene que buscar identificarse con el poeta y nunca al revés, y añadió que la poesía nunca podría ser concebida como algo lucrativo. “Quien interprete la poesía como un negocio además de ser un canalla y mala persona terminará perdiendo”, sostuvo.
El escritor negó con rotundidad la existencia del marketing dentro la poesía en las redes sociales, ya que a su juicio estas “sirven de contacto con la gente, pero jamás lo llamaría marketing; nunca he tenido una directora de marketing ni una community manager, he metido la pata solo y me he equivocado solo”, aseguró.
El también periodista afirmó que no se identifica con nada en concreto de esta nueva “oleada de poetas”, ya que “siempre he escrito lo que he querido”. Además Carlos Salem señaló que ya es hora de quitarle las “enaguas y la peluca” a la poesía para sacar su trasfondo y ver si debajo hay algo, y añadió que “cada poeta tiene su voz y su propia música interior, lo que hace que cada uno tenga su propia manera de decirlo.”
El poeta argentino, que participó en el curso La poesía española en el siglo XXI: nuevos movimientos poéticos, dirigido por Diana Cullell, dijo ser consciente del cambio que se ha producido en la poesía al incorporar elementos nuevos como la aparición de palabras malsonantes, hecho criticado por algunos y defendido por muchos otros. “Los tacos son correctos; cuando piensas que alguien es un canalla no puedes decirlo así, dirás hijo de puta”, comentó.