Ángel Bahamonde: “La Guerra Civil no fue esporádica, estaba planificada por una parte del ejército”
El historiador aviva el debate sobre la memoria histórica de España
22 jul 2015 - 14:00 CET
Ángel Bahamonde, historiador y catedrático de la Universidad Carlos III, inauguró el curso Víctimas y derechos. Dimensión externa y el eco de la lucha por la memoria histórica con un coloquio sobre la Guerra Civil y sus consecuencias dentro del ejército, un campo hasta ahora “poco investigado y repleto de relatos y protagonistas tan desconocidos como trascendentes en el transcurso de la historia española”, apuntó Bahamonde.
El historiador explicó que al acabar la guerra hubo muchos sectores de la administración castigados por Franco: los médicos, los magistrados e incluso la institución de Correos; pero “sin duda” fue el ejército el sector que mayores represalias sufrió. “Franco construyó un ejército nuevo tras la guerra, alentado por la desconfianza en una gran parte de la institución que no le había sido leal en el golpe de estado de 1936”, señaló Bahamonde.
El catedrático se adentró en un mundo ignorado por la disciplina histórica en un análisis de más de 2000 juicios de guerra que relatan “la crueldad de Franco ante los compañeros de armas que no le apoyaron en un primer momento en el levantamiento del 36”. Bahamonde contó una de las historias de esa represión militar, la del coronel Velasco Echave, quien mantuvo el orden en el cuartel de Valencia durante el levantamiento del 36, no por motivos políticos sino de disciplina militar. Al final fue enviado al campo de exterminio nazi de Dachau por orden de Franco, donde murió.
“Cuando hablamos de memoria histórica, hablamos de dos cosas: reescribir las líneas de la historia falseadas por el franquismo, y ahondar en las historias desconocidas de la guerra y el franquismo”, expresó Bahamonde. El historiador sostiene que la Guerra Civil no fue un fenómeno esporádico, sino que estaba planeada al detalle por una parte del ejercito: “Si no, no se entienden las chapuzas del general Mola o que en Madrid no hubiese un cabecilla en la sublevación de julio del 36; se buscaba solo un levantamiento parcial que diese lugar a una Guerra Civil y un ajuste de cuentas con una parte de la población española”. Además, declaró Bahamonde, una semana antes del alzamiento franquista, una parte del ejército había comprado armamento pesado, aviones y carros de combate al ejército italiano de Mussolini.