Los nombres en El Quijote: una burla de Lope de Vega, Luna e Higuera
Abraham Madroñal habla de la perspectiva paródica en los nombres de la obra cervantina
15 jul 2015 - 14:17 CET
El director de los Anales Cervantinos y miembro del CSIC, Abraham Madroñal, reflexionó sobre el uso de la burla en los nombres que Cervantes eligió para los personajes y los lugares de su novela cumbre, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Las figuras de los escritores Lope de Vega, Miguel de Luna y Jerónimo Román de la Higuera constituyen la principal inspiración de la parodia cervantina, de cuyas obras toma los nombres de los personajes. “Sabemos de su maestría en dar nombres burlescos a determinados personajes; como Don Azote, Don Carne Picada, la Sabia Mentironiana, el académico Monicongo o el gigante Caraculiambro”, explicó el académico.
También Toledo, donde se desarrolla gran parte del primer volumen de la novela, desempeña un papel importante de la parodia, ya que “se ríe tanto de la ciudad como de sus habitantes”, afirmó Madroñal. Hecho que contrarió especialmente a su enemigo, Lope de Vega, quien buscó la forma de “hacer entender a sus contemporáneos toledanos que estaban involucrados en esa crítica, a través de una segunda versión de la obra, el falso Quijote”.
En el curso Consecuencias literarias del descubrimiento del lugar de La Mancha en El Quijote, el director expuso que el uso cervantino de topónimos responde tanto a lugares reales como a “sinónimos voluntarios que Cervantes empleaba voluntariamente para burlarse de nombres ya existentes”. En este sentido, también sugirió que el uso de ‘La Mancha’ como el lugar de procedencia del hidalgo responde a una intención de ridiculización, “contraponiéndolo a otros nombres prestigiosos, como Amadís de Gaula”. En definitiva, para Abraham Madroñal, los archivos de La Mancha pueden ser una burla de los falsos cronicones como “lo es en sí mismo El Quijote, la historia de un falso cronicón; tan falso como los que narraba el padre Higuera”, sentenció.