Una consejera del rey. El caso de sor María de Ágreda

Sor María Jesús de Ágreda fue una figura clave en los últimos años del extenso reinado de Felipe IV. Esta abadesa ‒y famosa mística en su época‒ mantuvo una intensa correspondencia regular con el monarca durante décadas, conservándose hoy cientos de cartas intercambiadas entre ellos. Desde su convento en Soria sor María aconsejaba al rey sobre todo tipo de cuestiones, no solo personales, filosóficas y espirituales, sino también políticas, diplomáticas o incluso militares. Felipe IV atendía a los consejos de la monja, respetada por su condición de religiosa, su fama de santidad y su formación intelectual, dándoles un peso que ha llevado a algunos a comparar a la abadesa con la figura de los confesores reales que llegaron a detentar enorme influencia sobre otros reyes. Esta relación entre el rey y la monja no supuso un caso único en la Edad Moderna, pero la influencia espiritual y política que sor María llegó a poseer sobre Felipe IV ilustra esa permeación de la religión en todos los aspectos de la vida en época moderna. Su condición femenina también hace que este sea un caso interesante, ya que raramente llegaron a ejercer tamaña influencia mujeres que no formasen parte de la dinastía o del círculo social más inmediato a la familia real.



El Confesor del Rey en el Antiguo Régimen, de Leandro Peñas Martínez, Madrid, Editorial Complutense, 2007.

BUCM: D262.14(46)MAR

Escrito por el catedrático Leandro Martínez Peñas de la Universidad Rey Juan Carlos, prolífico investigador en el ámbito de la Historia del Derecho con publicaciones que han dado la vuelta al mundo, el libro nos proporciona en mil alredor de mil páginas una visión muy completa sobre la institución de los confesores reales (o también denominados en ocasiones “conciencia regia”).
El libro abarca la totalidad de los reyes de la Edad Moderna, desde los Reyes Católicos hasta Carlos IV, indagando uno por uno en los confesores reales cuyas labores no solo consistían en ofrecer consuelo espiritual a los monarcas, sino también en la participación activa en importantes decisiones de la Corona. Sin embargo, no solo se habla de los personajes que ostentaron tal honor (quienes también aparecen resumidos en un anexo en las páginas finales del libro), sino también de lo que significaba el cargo en el seno de la corte y la evolución del mismo a lo largo de los años. El respaldo bibliográfico del libro es sin duda extenso, contando tanto con obras académicas publicadas como obras manuscritas procedentes de archivos como el Archivo General de Simancas.

 

Iglesia, poder y fortuna: clero y movilidad social en la España Moderna, coordinado por Enrique Soria Mesa y Antonio José Díaz Rodríguez, Granada, Editorial Comares, 2012.

Disponible en la biblioteca como libro electrónico

Este breve libro está coordinado por Enrique Soria Mesa, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Córdoba, y Antonio José Díaz Rodríguez, de la misma universidad quien además obtuvo el Premio Nacional de Historia de España gracias a su libro El mercado curial. El objetivo del libro es recopilar varios artículos sobre las relaciones del mundo eclesiástico con las altas esferas de poder en la Península Ibérica durante la Edad Moderna. Si bien es un tratado bastante generalista sobre la institución eclesiástica, cuenta con dos capítulos muy interesantes que pueden ofrecer cierta visión sobre el rol de los confesores en la Corte de los Austria (los cuales entre los dos suponen un tercio del libro). De los capítulos en cuestión, El Guardián de la Conciencia Regia de María Amparo López Arandia (prolífica autora de Historia Moderna de la Universidad de Extremadura con más de un artículo sobre el tema) hace alusión a los confesores en sí, mientras que el capítulo Un Personaje en Tierra de Nadie de Julián José Navarro Lozano (de la Universidad de Granada) nos acerca de primera mano a la figura de Juan Everardo Nithard, confesor de la reina Mariana de Austria.

 

Felipe IV y Sor María de Ágreda (estudio crítico), de Joaquín Sánchez de Toca, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1887.

BUCM: FA 1596

El título del libro, como bien indica, pretende hacer un estudio crítico sobre la relación epistolar que mantuvieron el rey Felipe IV y la abadesa del monasterio de Ágreda, Sor María de Ágreda. El autor, Joaquín Sánchez de Toca, será más conocido posteriormente por su carrera política en el Partido Conservador que lo llevó a conseguir brevemente la alcaldía de Madrid, ostentar cargos ministeriales y llegar brevemente a la presidencia del Consejo de Ministros en España, pero inició su carrera como abogado. En el libro hace alusión a Francisco Silvela, una de las prominentes figuras del Partido Conservador en la Restauración, quien anteriormente recopiló la relación epistolar entre la abadesa y el rey, intentando corregir en cierta manera el método que este usó adoptando nuevas perspectivas historiográficas. El libro hace un análisis sobre la influencia de Sor María de Ágreda en la política del Rey en la Monarquía Hispánica como mediadora, y cómo la relación de ambas partes iba más allá de la búsqueda de consuelo espiritual.