Detrás de las sectas religiosas de la época

El seno eclesiástico, en ocasiones muy corrupto, no está exento del nacimiento de varias sectas o movimientos que perturbaron la fe católica durante la Edad Moderna. Heterodoxos y prohibidos por varios edictos papales u obispales por su desobediencia o prácticas laxas, a lo largo de los siglos XVI y XVII surgieron diversos movimientos entre los que podemos destacar, por su particular incidencia en Castilla, el de los alumbrados. Los iluministas, como también se les conocía, al igual que otras herejías surgidas en la época, proliferaron particularmente durante los reinados de Felipe III y Felipe IV. Su estudio, amén de acercanos a las prácticas oculta de estos movimientos, nos proporciona rica información sobre el funcionamiento de la Inquisión en un momento de frecuentes rencillas políticas y pugnas por el control del poder en el seno eclesiástico.

ADRIÁN LABRADO LÓPEZ

 

 



Franciscanos, místicos, herejes y alumbrados, de Álvaro Castro Sánchez, Juan A. Egea Aranda, Rosa M. García Naranjo,´Óscar Morales Pérez y Emilio J. Navarro Martínez (coords.), Córdoba, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba-Séneca, 2010.

BUCM: HEB 4391

Se trata de una obra coordinada por diversos especialistas entre los que podemos destacar a Álvaro Castro Sanchez, profesor de filosofía moral en la Universidad de Córdoba, estudioso del pensamiento religioso en la Edad Moderna; y Rosa M. Garcia Naranjo, historiadora y periodista especializada en cultura y patrimonio de la Vega del Guadalquivir, además de cofundadora de la revista digital Cazarreyes. El libro, conjunto de trabajos de diversos investigadores, nos aproxima al funcionamiento de la orden franciscana en España, su composición y organización, intereándose por algunos cultos místicos y herejías que la afectaron. Entre ellas destaca el caso de los alumbrados o iluminados, secta heterodoxa de religiosos que reinterpretan la Biblia de manera unipersonal, y que les causó su persecución y condena. El libro pone en evidencia la existencia, dentro de la propia religión católica y de la ortodoxía general, de grietas y movimientos disidentes que propugnaron la heterodoxia frente a la censura propia de la Contrarreforma.

 

Inquisición y política en el reinado de Felipe IV: los procesos de Jerónimo de Villanueva y las monjas de San Plácido (1628-1660), de Carlos Puyol Buil, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1993.

BUCM: HIS XI-30PUY inq

Carlos Puyol Buil fue un escritor e eclesiastico español que, en su juventud, formó parte de la Iglesia Adventista. Más tarde se convirtió en profesor de Biblia, siendo elegido cuando apenas contaba con 33 años de edad como presidente de la Misión Española. En su obra profundiza en la evolución histórica y organizativa de la Inquisición durante el reinado de Felipe IV, desde sus momentos de mayor fuerza represiva (judíos y musulmanes) hasta la persecución, en el siglo XVII, de cuestiones de índole política o herética. Para ello se interesa por un caso ocurrido en el convento de San Plácido: en 1630 una monja comenzó a dar allí signos de posesión demoníaca, destapándose pronto la penetración de culto alumbrado en el convento. Fruto de las pesquisas iniciadas, todas las hermanas del convento fueron juzgadas por herejía y alumbramiento, como también lo fue Jerónimo de Villanueva, consejero de Felipe IV estrechamente vinculado con aquella institución.

 

Proceso inquisitorial del padre Sigüenza, de Gregorio de Andrés Martínez, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1975.

BUCM: BH SD 4976

Gregorio de Andrés fue un ensayista y letrero palentino que cursó la carrera eclesiástica en El Escorial. Licenciado en Lenguas clásicas por la Universidad de Madrid, alcanzó el título de doctor en Filosofía y Letras en 1958 con la tesis “El maestro Baltasar de Céspedes y su Discurso de las Letras Humanas”. Más tarde fue catedrático de Filología latina y Paleografía griega en la Universidad Pontificia de Salamanca (1950-1953), miembro numerario del Instituto de Estudios Madrileños (1969); académico correspondiente de la Real Academia de la Historia (1971) y profesor de Paleografía griega y Filología en la Universidad Autónoma de Madrid (1971). Esta obra sigue, bajo el formato de la biografía, la figura de fray José de Sigüenza, eclesiastico e historiador nacido en 1544 que se vio envuelvo en rencillas política a causa de su desempeño como consejero de Felipe II y alto cargo de la orden de los Jerónimos. Jose Martínez de Espinosa, como en realidad se llamaba, era hijo de otro eclesiástico, Asensio Martínez, y de Francisca de Espinosa. Tras estudiar teología, se interesó por la orden de los Jerónimos, por la que tomaría el hábito y abandonaría sus estudios. Años más tarde, Felipe II le nombró bibliotecario del Escorial, siendo allí donde se inició un proceso inquisitorial contra su persona: en una primera fase, Sigüenza fue difamado por sus enemigos a causa de sus estudios sobre los “Evangelios desnudos”, una serie de teorías heterodoxas e interpretaciones poéticas de algunos textos religiosos; posteriormente fue apresado y enjuiciado, quedando finalmente absuelto. Tras permanecer encerrado en el monasterio de Sisla, regresó a El Escorial, donde fue elegido hasta en dos ocasiones prior de su escuela antes de morir en 1606.