Reliquias y claustros

El estudio de una orden religiosa puede abordarse desde diferentes perspectivas. La pintura, la arquitectura, la literatura, las reliquias o las biografías entre otros muchos aspectos nos proporcionan una visión global de las clausuras. En este espacio, precisamente, se presentan varios ejemplos que ilustran cómo estudiar la identidad de un convento femenino. En este sentido, resulta de capital importancia conocer todos los aspectos que rodean a una orden y entender las idiosincrasias de cada convento o monasterio porque, aunque puedan presentar características comunes, cada institución cuenta con sus propias peculiaridades y aportaciones a la vida social del espacio geográfico en el que se encuentren. Por poner un ejemplo, el estudio de las reliquias de un monasterio permite comprender los eventos históricos significativos para la comunidad religiosa (como el Concilio de Trento), ofreciendo información relevante sobre su relación con la veneración de los santos y, en definitiva, sobre su identidad y valores espirituales. En cambio, aproximarnos a las palabras de las religiosas que fundaron y vivieron en un determinado espacio religioso puede ayudar al lector a introducirse en su mundo, saber cómo pensaban y cuáles eran sus motivaciones. A través de los materiales que aquí se presentan, obra de especialistas de la materia, el lector puede aproximarse a las órdenes eclesiásticas de la época y a las fuentes que hacen posible su conocimiento, excelente punto de partida para explorar las identidades de las comunidades religosas.

CLAUDIA DEUS CASAS



El relicario del Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, de Pilar Benito García, Carmen García-Frías Checa, María Jesús Herrero Sanz, Fernando A. Martín, José Gabriel Moya Valgañón y María Leticia Sánchez Hernández, Madrid, Patrimonio Nacional, 2015.

BUCM: DA325

Esta obra inicia sus páginas con un interesante ensayo de Maria Leticia Sánchez Hernández (Doctora en Historia Moderna por la Universidad Complutense, Conservadora de los monasterios de la Encarnación y Santa Isabel de Madrid, así como de Patrimonio Nacional). En él, la autora traslada a los lectores la importancia del relicario del Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, tanto por su excelente estado de conservación como por la información que nos aporta sobre la vida monástica desarrollada por la comunidad religiosa. A través de la obra es posible conocer la estructura y ornamentación del relicario gracias a la descripción detallada de sus diferentes objetos y a la información sobre los artistas que llevaron a cabo estas obras. Entre otras cosas, resulta de particular interés la descripción de la vida cotidiana del monasterio en relación con las reliquias: ya en tiempos de Felipe I, con sus Actas Fundacionales, se solicitó la oración continuada ante estas, lo que implica que las religiosas debieron hacer turnos para poder rezar continuamente. A fin de cuentas, las lipsanotecas eran para los monarcas católicos un “signo de la lealtad a la Iglesia y de su piedad católica”, de modo que a partir del Concilio de Trento los relicarios cobraron una mayor importancia en la vida religiosa que en tiempos anteriores. Sánchez Hernández menciona, además, a Isabel de la Cruz como autora de la primera narración que se conserva sobre el relicario. Este documento fue redactado por Isabel de la Cruz en torno a 1639, siendo posteriormente utilizado por Luis Muñoz al escribir su obra La vida de la madre Mariana de San José. En él se describe la ornamentación de la estancia del relicario, información que más tarde sería utilizada como fuente para conocer la historia del mismo. Acompaña al texto un catálogo de obras que permite al lector, a través de su mirada, aproximarse a las reliquias que alberga el monasterio yq ue proporciona una información histórico-artística de indudable valor. El libro que aquí se presenta fue publicado con motivo de la conmemoración del V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús; como colofón al mismo se reproduce una carta autógrafa que la santa envió al obispo Sancho Dávila, a quien solicitaba mandar un mensaje a don Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba. Aunque reproducido en la obra, el documento aún hoy es custodiado en el archivo de madriñelo monasterio de la Encarnación.

 

El monasterio de la Encarnación de Madrid. Un modelo de vida religiosa en el siglo XVII, de María Leticia Sánchez Hernández, Madrid, Ediciones escurialenses del Real Monasterio del Escorial, 1986.

BUCM: D271(464.1)SAN

Esta obra es resultado de la tesis doctoral de María Leticia Sánchez Hernández, quien se licenció y doctoró en esta casa en 1994, para posteriormente continuar sus investigaciones como conservadora de Patrimonio Nacional. Esta monografía sobre el Monasterio de la Encarnación de Madrid podría considerarse casi como un manual para la comprensión de la orden religiosa, pues con algo menos de 250 páginas la autora consigue hacer una radiografía del monasterio, de su fundación y su funcionamiento, aproximando al lector a las historias que encierran sus pasillos. En su primera parte, el libro aborda todas las cuestiones relacionadas con el origen del espacio monástico, así como el contexto histórico, religioso, político y social del Madrid de la época; en este sentido, particular mención merece el análisis de los efectos que el Concilio de Trento pudo tener en la fundación del convento. Se analiza también la identidad de las monjas que habitaron el convento, sumergiendo al lector en su vida religiosa y trasladando, a quien se preste, a conocer el funcionamiento interno del lugar. Dos capítulos son dedicados a la jerarquía interna del convento, a las funciones de cada mujer dentro del monasterio y al papel de los capellanes y ministros. De notable interés son también las páginas en las que se estudia la vida material de las monjas, ofreciendo datos poco conocidos para los seglares de la materia como la dieta, las actividades monacales o incluso la indumentaria de las religiosas. Pero si hay que destacar un capítulo, ese es el octavo, en el que se concentran algunos datos esenciales sobre la identidad del espacio: las celebraciones más importantes, la vida de la clausura, los votos que profesaron las monjas y sus estudios. La segunda parte de la obra aborda el análisis documental del convento, muy útil para el estudio de las actas fundacionales, con Felipe III y Felipe VI como protagonistas. Gracias a los tratados presentados, el lector puede conocer con mayor detalle cómo era el proceso de la fundación de un monasterio. Muy convenientes resultan las abundantes tablas que ilustran estas páginas así como las ricas imágenes que acompañan la lectura. A destacar, por último, las referencias bibliográficas y el índice onomástico de la obra, de gran ayuda para el estudio de un personaje concreto.

 

La clausura femenina en el mundo hispánico: una fidelidad secular, de F. Javier Campos y Fernández de Sevilla, Madrid, Ediciones escurialenses del Real Monasterio del Escorial, 2011.

BUCM: DP27-788-055.2(460)(091)CLA

Nos encontramos ante una obra coordinada por Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, fundador y director del Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas. Los dos volúmenes que conforman la obra resultan especialmente interesantes para el estudio de las órdenes religiosas femeninas gracias al análisis pormenorizado de más de una decena de instituciones, todas ellas fundadas en la Edad Moderna. En su conjunto, podemos destacar que la obra presenta una rica bibliografía, transcripciones documentales, imágenes, planos y otros elementos que ilustran los orígenes, la evolución y, en ocasiones, también el ocaso de algunos conventos. Ambos volúmenes permiten, además, conocer la identidad y memoria de los conventos gracias al estudio de las devociones, las normas de vida, los objetivos vitales de los conventos y los cambios y pervivencias presentes en ellos. Los dos libros que componen esta obra, incluyen ensayos de diversos autores especializados en el estudio de las órdenes religiosas femeninas. Por ejemplo, Soledad Gómez Navarro (Universidad de Córdoba) aborda la multifuncionalidad de la Iglesia como institución social y de poder a través del monacato femenino español del Antiguo Régimen. Este monacato femenino constituye una atalaya fundamental a través de la que es posible apreciar las diferencias de género, sobre todo a través de la clausura obligada o de la dote como elementos axiales de la organización cenobítica y de su economía respectivamente. Las monjas y religiosas, que también tuvieron propiedades y elementos sociales significativos, estaban sujetas a una mayor vigilancia por parte de la Inquisición, lo que indica que su papel en la sociedad era importante y que se les consideraba una amenaza potencial. Ellas debían cumplir con su principal misión: rezar por los demás. Y, además, debían ser "buenas monjas", esto es, obedientes, modestas, discretas, vergonzosas, devotas y silenciosas. En general, la investigación sobre el monacato femenino en la España Moderna ha ganado relevancia en los últimos años debido a su volumen, diversidad y calidad. Sin embargo, todavía hoy son pocas las investigaciones que abordan el tema desde una perspectiva de género, lo que hace convierte este trabajo en una excepción muy valiosa para el estudio de las órdenes religiosas.

 

Una carmelina en Flandes: vida de Ana de San Bartolomé, compañera inseparable de Teresa de Jesús (1549-1626), de Belén Yuste y Sonnia L. Rivas-Caballero´, Madrid, Edicel Centro Bíblico Católico, 2006.

BUCM: D92ANAyus

Belén Yuste trabaja como científica en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Sin embargo, este hecho no ha sido incompatible con su interés por la historia, que le llevó a realizar estudios de Historia y Humanidades Contemporáneas, organizando y dirigiendo cursos dedicados al siglo XVI para el estudio de figuras como Juan de la Cruz, Ana de San Bartolomé o Teresa de Jesús. En tal labor, debemos destacar su estudio de la vida y obra de Santa Teresa de Jesús, que le valió su nombramiento como Dama de Honor de Santa Teresa del  Cuerpo de Intendencia del Ejército Español , además de otros distintivos honoríficos. Por su parte, Sonnia Rivas Caballero, aunque músico de profesión, ha complementado sus intereses académicos con estudios de Filología inglesa, Historia y Ciencias de la Música, colaborando con Belén Yuste en la difusión de la biografía de Santa Teresa, y recibiendo por ello también los mismos honores que la anterior. La obra que aquí presentamos resulta de particular interés por los fragmentos de cartas y otros documentos que contiene, así como la reproducción de obras artísticas que proporcionan una visión global de la biografía de la religiosa y su legado. El libro se divide en tres partes: la primera se dedica al estudio de la infancia y juventud de Ana de San Bartolomé; la segunda a su vida con Santa Teresa; y finalmente, en la tercera parte se aborda el papel de la religiosa como fundadora en Francia (1604-1611) y Flandes (1612-1626) hasta su fallecimiento, amén de su legado. Ana de San Bartolomé fue una monja carmelita que vivió a caballo de los siglos XVI y XVII y que se destacó por su papel en la fundación de los Carmelos primitivos. A pesar de las barreras a las que tuvo que hacer frente como mujer en su época, logró destacarse en la vida espiritual y personal, siendo reconocida como una figura relevante en la historia de las mujeres en la Iglesia. Ana de San Bartolomé nació en Almendral (Toledo) en 1549. Desde joven, mostró una gran devoción religiosa y, a los 20 años, ingresó en el convento de las carmelitas descalzas de Ávila, donde conoció a Santa Teresa de Jesús. Allí se convirtió en una de las discípulas más cercanas de Teresa y, juntas, fundaron varios conventos de carmelitas descalzas en España y Francia. Ana de San Bartolomé se destacó, en particular, por su habilidad para organizar y administrar los conventos, y por su capacidad para inspirar a otras mujeres a seguir su camino espiritual; también por su escritura, en la que se refleja su profunda espiritualidad y su amor por Dios. A pesar de su importancia en la historia del Carmelo, Ana de San Bartolomé ha sido a menudo eclipsada por la figura de Santa Teresa de Jesús. En este libro, las autoras ponen de relieve su importancia y su legado, tratando de rescatar del olvido su figura.