Proyectos de Investigación

El tigre que vino a tomar el té


Judith Kerr, 2016, El tigre que vino a tomar el té, traducción de Xosé Manuel González, Pontevedra, Kalandraka, Libros para Soñar, publicación original, The Tiger Who Came to Tea, Harper-Collins Publishers, 1968

 

Este álbum de Judith Kerr, fallecida hace unas semanas, es su obra más conocida junto a la novela Cuando Hitler robó el conejo rosa. El tigre se publicó en 1968 y es, uno de los títulos álbumes ilustrados más antiguos, junto a títulos como Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak (1963), libro con el que comparte la característica de haber sido compuesto por un solo autor en su dos facetas de literato e ilustrador. Este álbum supuso, además, el inicio de la andadura literaria de la autora, animada a escribir por el éxito de los cuentos que inventaba para sus hijos, dedicatarios de la obra.

En este álbum nos encontramos con un tigre amable y sonriente que se presenta a tomar el té en casa de Sofía, mientras ésta merienda con su madre.

Para asombro de las dos, el tigre, sin dejar jamás la sonrisa, se come todo lo que hay para merendar y, después, cuanto hay en la casa, incluida el agua de las tuberías. Mientras, varias de las ilustraciones nos muestran a Sofía contenta, encariñada con el tigre que está dejando a su familia sin provisiones. Finalmente, tan amable como vino, el tigre se va, dejando a la familia sin nada que cenar. Por fortuna, el padre llega y les propone salir a cenar fuera, con lo que se soluciona la situación. El cierre de la historia adecúa, así, al público infantil la presencia de un amable invasor al que se abre la puerta y que abusa de nuestra confianza.

Sabiendo, como sabemos, que la autora había nacido en Alemania y era de familia judía, que había tenido que recorrer varios países huyendo del peligro nazi (nos lo relató años más tarde en Cuando Hitler robó el conejo rosa), es fácil identificar a ese invasor con el enemigo, que alcanzó el poder en Alemania ante la desidia de quienes podrían haberlo evitado (recordemos al respecto la obra de Bertold Brecht La resistible ascensión de Arturo Ui, que trata, de forma muy diferente y para público adulto, el mismo tema). Sin embargo, Kerr ha dejado el mensaje diluido en un ambiente infantil que es, precisamente, el que lo hace asequible para la infancia y el que inquieta a los adultos que nos acercamos a él.