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Alfonso García-Gallo de Diego (1911-1992)

ALFONSO GARCÍA-GALLO DE DIEGO
(Soria, 5 de enero de 1911 - Madrid, 21 de diciembre de 1992)

por Raquel Medina Plana
(Departamento de Historia del Derecho. Universidad Complutense de Madrid)

 

    La importancia de la figura de García-Gallo para la Historia del Derecho Español no cabe ignorarse. Su larga trayectoria académica no se apartó de la disciplina a la que, como de forma unánime afirman sus numerosos discípulos, consagró su vida.

Se conservan varias semblanzas del maestro. Dos de ellas fueron escritas todavía en vida de García-Gallo. La primera, fue publicada en 1968 por Miguel Ángel Pérez de la Canal en el Anuario de Estudios Medievales. La segunda, obra de Fray José López Ortiz, apareció en el Anuario de Historia del Derecho Español de 1980 con motivo de la jubilación de García-Gallo de su cátedra de Historia del Derecho de la Universidad Complutense. Las restantes semblanzas son ya posteriores a la muerte del maestro en 1992. Así, en el Anuario de Historia del Derecho Español aparecieron dos necrológicasencargadas a otros tantos discípulos del desaparecido profesor. Por parte de los españoles, fue el profesor José Martínez Gijón quien se ocupó de esa dolorosa tarea; mientras que, en representación de sus discípulos americanos, fue la profesora mexicana María del Refugio González, la que recordó la importantísima aportación de García­Gallo para los estudios de Historia del derecho indiano.

Cuatro años después de su muerte, en 1996, por iniciativa del entonces Rector, Gustavo Villapalos, discípulo también de García-Gallo, la Universidad Complutense publicó tres tomos en cinco volúmenes en Homenaje al que fue durante tantos años catedrático y maestro de historiadores del Derecho. En el primer tomo, junto al prólogo del citado Rector Villapalos, aparecen varios trabajos dedicados a la persona de García-Gallo en diversos aspectos. Así, la profesora Beatriz Bernal rememora en sus "Añoranzas" sus recuerdos más personales vividos junto al maestro a ambas orillas del Atlántico; Rafael Gibert traza la larga trayectoria de su relación con García-Gallo, aproximándose también al análisis de los planteamientos científicos de ambos; Jesús Lalinde aporta su visión sobre el papel de García-Gallo en el panorama científico español y su proyección internacional; Eduardo Martiré, de la Universidad de Buenos Aires, narra el proceso que dio lugar a la creación del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano y el papel de García-Gallo en el mismo; José Sánchez-Arcilla, el último y más joven de sus discípulos directos, analiza con detenimiento el desarrollo de las primeras oposiciones de García-Gallo, en las que gana la cátedra de la Universidad de Murcia, en 1935, así como el contenido de los diversos ejercicios de la misma; Ismael Sánchez-Bella incide en sus aportaciones al Derecho Indiano.

La trayectoria académica de García-Gallo fue dilatada: obtuvo su Doctorado en Derecho en 1934; un año más tarde ganó la oposición a la plaza de Catedrático de "Historia del Derecho español de la Universidad de Murcia, y en 1940 ganó, también por oposición, la misma plaza en la Universidad de Valencia. En 1944 fue nombrado Catedrático de "Historia de las Instituciones políticas y civiles de América" del Doctorado de las Facultades de Derecho y Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, en virtud de oposición (9 agosto 1944 a octubre de 1955, en que se suprime dicha cátedra); y finalmente Catedrático, de "Historia del Derecho español" de la Facultad de Derecho (desde 5 octubre 1955 hasta 5 de enero de 1981) y de "Historia del Derecho indiano" de la Facultad de Filosofía y Letras, Sección de Historia de América (desde 6 de diciembre de 1947 a 5 de enero de 1981) de la Universidad Complutense de Madrid. En 1948 recibió el Doctorado "honoris causa" de la Universidad Católica de Chile; en 1980 fue Doctor "honoris causa" de la Universidad de Buenos Aires; en 1982 lo fue por la Universidad de León y la de Lisboa, y en 1992, año de su muerte, fue nombrado Doctor "honoris causa" de la Universidad Complutense. En esta página web puede ver una relación exhaustiva de su trayectoria académica, con datos tomados de su Hoja de Servicios, que incluye cargos y honores así como una completa bibliografía.

La larga serie de sus publicaciones acredita su dedicación a la Historia del Derecho Español e Indiano, disciplinas a las que asimismo contribuyó como organizador, a la cabeza de numerosos organismos para su desarrollo (así, por ejemplo, desde la dirección del Anuario de Historia del Derecho Español; la Secretaría General del Instituto Nacional de Estudios Jurídicos; como Vicepresidente del Comité de Dirección de la "Asociación Internacional de Historia del Derecho y de las instituciones" incorporada al Comité de Ciencias Históricas, de la UNESCO (desde 1970), o la organización de Congresos del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano).

Mención aparte merece su faceta como cultivador e impulsor de la Historia del Derecho Indiano, disciplina muy presente en su producción bibliográfica y a la que dedicó buena parte de sus actividades organizativas y como maestro, creando una amplia escuela de indianistas entre sus discípulos americanos. Sobre la relación de García-Gallo y el Derecho Indiano, pueden consultarse los textos completos de los artículos de Mª del Refugio González, de la Universidad Autónoma de México; de Eduardo Martiré, de la Universidad de Buenos Aires, y de Ismael Sánchez-Bella, de la Universidad de Navarra, a los que ya antes hemos hecho alusión.

En la obra de García-Gallo se marcan con claridad ya desde sus inicios las líneas de una preocupación teórico-metodológica que fue evolucionando y cuyos planteamientos iniciales aparecen bien definidos en sus ejercicios de oposición, así como en su producción manualística, que arranca tempranamente. En este sentido, aunque nunca llegó a ser reconocida por el propio García-Gallo, se aprecia en su obra una clara ruptura con la Escuela de Hinojosa. Esto ha llevada a algunos autores a hablar de la existencia de una "Escuela de García-Gallo". La historiografía no se ha mostrado unánime a la hora de valorar los presupuestos metodológicos y conceptuales de dicha Escuela, máxime si tenemos en cuenta que su fundador jamás la reconoció como tal. En cualquier caso, en algunas obras de conjunto recientes ya se da por sentado que García-Gallo creó una verdadera "Escuela" científica. Así se puede apreciar en autores como Francisco Tomás y Valiente, José Antonio Escudero, José Sánchez-Arcilla, y desde posiciones más críticas las opiniones de autores como José Manuel Pérez-Prendes y Mariano Peset.

Existe unanimidad, aún desde posiciones doctrinales discrepantes con los planteamientos teóricos y metodológicos de García-Gallo, en reconocer la magnitud y el rigor de su obra, la importancia de los temas estudiados, su variedad de contenido y de cronología, así como su inconformismo ante posturas historiográficas que parecían consolidadas.


Análisis de las Líneas Teórico-Metodológicas de Alfonso García-Gallo