Grupos de investigación

El negro

El color negro, también considerado ausencia total de color por su absorción casi completa de luz, se caracteriza por su relación directa con el carbón y derivados minerales del carbono como el grafito y restos calcinados de origen vegetal y animal. Su uso tiene antecedentes comprobados desde el Paleolítico Superior debido al material básico con el que se puede fabricar, de fácil obtención y con un proceso de poca complejidad técnica.


SIMBOLISMO

Durante la Edad Media el negro se ve imbuido de la percepción del mundo y pasa a ser, primeramente, un color perteneciente a la paleta cromática del diablo. Se asocia al pecado, a las tinieblas, a la muerte, a animales de los que desconfiar –como el cuervo, el oso, la lechuza, el lobo o el jabalí– y, en paralelo, a los pecados capitales de la cólera y la avaricia. Sin embargo, esta concepción negativa convive con un significado positivo a partir del uso del negro en los ropajes y vestimentas, especialmente en dos ámbitos: en el eclesiástico, porque el traje talar clerical es de este color, junto al hábito monacal de los benedictinos (a quienes se les conocerá como monjes negros en contraposición a los cistercienses, que visten de blanco); en el cortesano, el negro se incorpora tanto a nivel heráldico como en las vestimentas de más dignidad de la aristocracia, simbolizando entonces sabiduría, de autoridad, de dignidad, prudencia, fe y silencio. Esto, en paralelo a la literatura de caballerías que hace aparecer personajes como el “caballero negro”, de buenas intenciones, pero sin identidad, diluyen su connotación negativa hacia una dicotomía ambivalente de significados en el Otoño de la Edad Media.

     


EN LA LITURGIA CRISTIANA MEDIEVAL...

El negro era el color litúrgico del duelo, de las misas de difuntos y de los tiempos de espera en algunas zonas del Occidente medieval. Se utilizaba también en algunos lugares durante el tiempo de Adviento –semanas anteriores a la Natividad de Jesús-, y también en el período que va desde la Septuagésima hasta antes de la Pascua, que incluye la Cuaresma, como tiempo de espera hasta la Resurrección de Cristo. En algunos lugares se utiliza también en días como el Viernes Santo, aunque en otros emplazamientos geográficos –especialmente antes del siglo XIII– su uso se utiliza de forma intercambiable por colores como el rojo o el morado. Con este color se adornan los ornamentos litúrgicos exteriores, conservándose varios conjuntos de prendas negras para la liturgia de difuntos. Es también el color del traje talar con el que visten los clérigos cada día (más tarde llamado sotana) y también del hábito benedictino.

  



PIGMENTOS MÁS USADOS EN LA EDAD MEDIA

Debido a la facilidad para su obtención, todos los pigmentos de negro son utilizados durante la Edad Media, siempre dependiendo del resultado buscado por el artista en el acabado final de la obra (cubrición, intensidad, acabado, etc). Algunos a destacar serían los obtenidos a partir del carbón, de marfil, de sarmientos o de vid, de huesos de frutos y cáscaras y de huesos.