Sesión 6 El inconsciente colectivo y el mundo onírico


Visita a la exposición

7/11/2021

La obra de Matt Mullican resulta extraña y difícil de comprender desde la lógica de la vigilia, al menos a primera vista. Un hombre de mediana edad se desplaza por un amplio espacio con una mesa, pintura negra, una camilla. Sus movimientos a veces son repetitivos, a veces infantiles, a veces obsesivos. Cuando usa la pintura sobre la pared, parece que su cuerpo se incorporara a la acción, como los niños, convirtiendo su cuerpo en parte de la brocha, arrastrándose y profiriendo sonidos que no se alcanzan a comprender, a veces cercanos a los animales. Como en todas las sesiones, invitamos a las y los participantes, niños y adultos, a hablar sobre lo que ven, a su comprensión o incomprensión, a la lógica o falta de lógica.

La obra de Matt Mullican invita a reflexionar sobre la acción que se observa al ver al artista realizando movimientos corporales y sonoros no muy convencionales u cotidianos. La incoherencia de la acción profundiza en la reflexión sobre cómo debemos comportarnos en sociedad o en privado y qué es considerado ser “normal” o “loco”, como dijo una de las participantes. Otras personas le veían como en una cárcel, les intimidaba, les producía rechazo, incomodidad, pero poco a poco lo relacionaron más con el juego y con la idea de que el adulto que juega es considerado loco. Cuando nos dispusimos a observar la obra de Mullican -de la que pudimos ver sólo un fragmento-  nos sincronizamos con la parte de la acción cuando el artista se halla en el espacio de juego, de exploración y parodia, haciendo movimientos descontextualizados y carentes de significado, lo que explica la influencia de la mirada en el diálogo con la obra y sus propias experiencias personales. 

El "Social Dreaming" es el nombre que se le da a un método de trabajo con los sueños que se comparten y se asocian dentro de una reunión de personas, que se reúnen para este propósito. Sus orígenes inmediatos se remontan a principios de la década de 1980. En aquella época, Gordon Lawrence formaba parte del personal científico del Instituto Tavistock de Relaciones Humanas. Era uno de los principales miembros del Programa de Relaciones Grupales del Instituto, dentro del cual había desarrollado un enfoque distintivo centrado en el concepto de "relación", es decir, las formas en que la experiencia y el comportamiento individuales reflejan y están estructurados por construcciones conscientes e inconscientes del grupo u organización. Gordon se basó en la lectura de Charlotte Beratd de 1968, Tercer Reich de sueños. En el documento recoge los sueños de los judíos que acudían a consulta médica. Beratd propuso a diversos médicos recoger los sueños de sus pacientes que ella reunió y vio que en sus sueños aparecía el horror y percibían el peligro al que estaban expuestos, mientras durante el día se autoconvencían de que podían resistir. A partir de ahí Lawrence se dio cuenta del componente social de los sueños, creando el “social dreaming matrix”.  El objetivo principal del “social dreaming” o “sueño social” es proporcionar un foro para compartir pensamientos y sentimientos ocultos o tácitos sobre las circunstancias sociales de los participantes en el sueño social. Se trata de crear nuevos pensamientos sobre el mundo que compartimos. Partiendo de este método, configuramos la sesión.


Procesos creativos donde el inconsciente se expresa

 


Taller de Arteterapia

Ya en el espacio del taller se introduce el ejercicio de respiración consciente a través de la atención a lo corporal y lo sonoro al tocar un cuenco tibetano. Se menciona a cada participante que tras dejar de escuchar el cuenco levanten la mano, lo que implica presencia activa con respecto a ese sonido de forma constante y atención sobre cómo esta vibración llega a los sentidos corporales. 

Invitamos a los y las participantes en conjunto con las arteterapeutas a sentarse en unas sillas que se hallaban en el centro de la sala, dispuestas con el objetivo de que no se crucen las miradas y permitan la concentración pero donde se perciba la cercanía y en esa postura se invita a contar un sueño en voz alta, y si ese sueño tiene similitudes con otro, si se unían -con los ojos cerrados, semi-cerrados o abiertos- en una comunicación coral sobre las experiencias de lo onírico. 

Ligando con toda la experiencia vivida -los sueños y su parte común o diferencial-  se les invita a responder a esa experimentación onírica desde la técnica del collage. Trabajan de forma concentrada durante 20 minutos para luego pasar al momento de cierre.

Durante el cierre hemos podido rescatar las siguientes frases:

  1. “Que no pintara más lágrimas” le dice su hija a una de las madres.
  2. “los ojos de los que me miran y miro” desde el relato de su sueño.
  3. “No me acordaba hacia donde iba volando...me lleva a otro sitio donde está lo que yo amo...esto representa para mi los ojos de mis padres…” dice una participante que se emociona al decirlo.

En esta ocasión hay varias madres con sus hijas y se produce una comunicación muy enriquecedora materno-filial donde por vez primera, intercambian sus sueños, miedos, obsesiones y deseos.