Taller de Arteterapia

Al ingresar a la sala de danza se pudo conocer la obra de Ignasi Aballí con la proyección de la fotografía y el audio en voz del artista, sus apreciaciones del lugar, su posible historia y mostrándonos aquello con lo que conectó para hablar de ella.  

Los lugares que se han llenado de polvo, los lugares que guardan valiosas cosas, experiencias y significados, conectamos con los lugares seguros y desempolvamos las sensaciones que nos hacen escogerlos y crearlos para nuestro bienestar, es así cómo se invitó a las participantes a realizar una pequeña meditación donde la respiración y la visibilización permitió activar desde todos los sentidos aquel o aquellos lugares que evocan en nosotras la seguridad de habitar un espacio que nos contiene y nos permite ser nosotras mismas es así como “Todos nuestros sentidos crearon nuestro espacio seguro”.

A partir de ese lugar que surgió en nosotras, reconociendo las sensaciones, sus olores, sus colores, sus texturas y sus temperaturas entre muchas cosas; se dispusieron diferentes materiales para realizar una creación propia, podría ser una pequeña representación o un collage con algunos elementos que emergieron, o simplemente conexiones en  las sensaciones que nos unen a estos espacios.

Surgieron creaciones puntuales de lugares concretos, naturales o citadinos, lugares que hemos habitado, lugares evocadores de la infancia y de situaciones que siempre nos conectan con el bienestar, otros lugares inimaginables e inexplorados, lugares que físicamente no podrían existir, simplemente lugares que nos contienen desde nuestras propias prioridades, características y necesidades, estas creaciones fueron acompañadas por un breve relato o escrito que acompañó este espacio seguro.Surgieron algunos espacios naturales, espacios que resuenan en nuestros corazones como es el caso del mar, el mar estuvo presente como un lugar de calma, el mar como temática, el mar de Almería, surgió como un espacio que nos trae desde el origen, como comparte una participante: “Siempre se ha vivido la cercanía, el mar es evasión, volver a ser niña y todos los sentimientos que llegan cuando evocamos la infancia, volver a ese sentir y esa paz que te da el hogar. La mar forma parte de mi ADN, me siento en el mar, me refugio en mi origen, en mi familia, donde vuelvo a ser yo Emi”.

Otros espacios surgieron a manera de sensaciones, de evocaciones de experiencias que nos hacían sentir cómodas y seguras, pues la seguridad no solo se habita solo gracias a un espacio, se necesita de aquello con lo que conectamos, con las sensaciones y emociones que nos hacen sentir cómodas y estables como practicar algo que nos apasiona “El lugar favorito no solo es un lugar físico, cuando bailo me siento en mi lugar seguro. Necesito bailar, cuando creo siento texturas y olores, el mar lo escucho y lo huelo, la sensación de una tela mojada, sensación de bailar con el movimiento de la naturaleza “Es esta sala, se puede bailar, el sonido de la calefacción mueve las telas, que son de tul y algodón “ huele a orgánico, agua, aire, hierba. Se oye al mar,  las texturas se mueven como la libertad, el sol que entra por las ventanas abuhardilladas da calor y me siento como en casa, en una casa que fue de bailarinas en un hogar del bosque húmedo y verde donde me he querido quedar sintiendo”.Y encontramos otros lugares que no necesariamente hemos visitado, simplemente que han surgido desde nuestra creatividad permitiendo que surja la sensación de seguridad, de la diferencia y de la estabilidad, quizás en ocasiones no es un lugar concreto pueden ser muchos a la vez, “No encontraba un espacio concreto, pasaba por habitaciones por varios colores transitando entre ellas, “Fases-etapas-ciclos” - vamos descubriendo, transicionamos, pasamos de fase los ciclos terminan y comenzamos nuevas etapas, todas están relacionadas pero son diferentes,  te toca elegir tu camino y los colores con los que observas el mundo, avanza sin miedo, crece, experimenta, aprende y evoluciona el futuro lo escribes tú”.

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