SESIÓN 1. SI LA MASA HABLARA, ¿QUÉ ME DIRÍA?


Visita a la exposición

En la sesión de hoy acompaña un grupo de 8 participantes, todas ellas comparten que están interesadas en arte y en ver exposiciones. Una participante es arteterapeuta y ha traído a dos amigas suyas para que conozcan la disciplina; otra participante ha asistido a tres sesiones en la exposición anterior. 

El encuentro es en la zona de las taquillas. Tras hacer la presentación del proyecto, se propone una ronda de presentación diciendo nuestro nombre, una comida que nos gusta y una comida que no nos gusta. El objetivo es comenzar a generar un espacio de seguridad y vínculo entre las personas participantes.  Al iniciarse esta ronda, dos participantes deciden abandonar la sesión. Se considera que quizá no se han encontrado con sus propias expectativas. Por ello, surge la pregunta de si tal vez, ha habido algún problema de información en la web, si hay un error en la descripción o si buscaban algo más cercano a una visita guiada y no una visita participativa. El resto de participantes, se muestran entusiasmadas. Comienza a haber resonancias entre esas comidas que comparten y aparece la risa, miradas, y comentarios entre ellas, lo que parece mostrar cercanía. 

Como cada sesión, se les hace una presentación del espacio de Conde Duque, de la Exposición y se les propone una deriva. En la visita a la exposición se indaga en tres obras: 1. Ángel Marcos, La mar negra, 2010. Técnica mixta. 2. Greta Alfaro, Fornacalia, 2022. Instalación con Pan. Cortesía de la artista y la Galería Rosa Santos y 3. Santiago Morilla, Prototipo de bicimáquina para huerta de interior #2, 2022. Técnica mixta. Como el tiempo de apertura se alarga en las dos primeras obras, porque el diálogo invita a la reflexión y a profundizar, se decide presentar sólo las dos primeras obras. En torno a la primera de Ángel Marcos surgen reflexiones sobre el encuentro familiar en torno a la comida, el exceso de comida en las comidas de empresa y familiares, el ritual de las madres y las abuelas específicamente sobre la importancia de la alimentación, las diferencias culturales presentes entre las participantes en el modo de disponer la mesa. En cuanto a la obra de Greta Alfaro, miran con curiosidad la proyección, y reaccionan de forma inesperada, con la emoción de sorpresa o inquietud cuando aparece el cuerpo dentro del horno. Comentan la analogía de las manos robot tratando de simular unas manos reales amasando, en contraste con las manos que hace la línea en cada uno de los panes y la irregularidad y diversidad de estas. Con estas reflexiones nos dirigimos al taller.


Algunas obras de nuestro itinerario

Ángel Marcos, La mar negra, 2010. Técnica mixta. 

Greta Alfaro, Fornacalia, 2022. Instalación con Pan. Cortesía de la artista y la Galería Rosa Santos.


Taller de Arteterapia

Una vez en el taller, comentan la acogida y placer que les da ver la disposición de la mesa. Cada participante coge un sitio, todas cerca unas de otras, no hay sillas vacías entre ellas. En la primera parte se realiza una exploración sensorial de la materia. Algunas tocan la harina con la punta de los dedos, y otras empiezan a extenderse la masa entre las manos o incluso la cara, cierran los ojos. Una vez que han mezclado los ingredientes, se les pide que añadan un ingrediente simbólico con un papel, que represente La Levadura, como alimento que hace crecer. Entre las palabras que más tarde compartieron que añadieron fueron: Permiso, propósito, buena fe, trabajo, recuerdos, cariño y cuidado.

Para finalizar la sesión en un círculo en el suelo se comparte sobre lo que ha sucedido en el proceso, en la creación y en la narrativa. Para iniciar se les pide a los y las participantes que pongan un título sin pensar mucho. Los títulos fueron: la pasta del domingo, cordón umbilical, recuerdos, masa madre, somos, hornear, nacimiento, permiso. 

Después se les pide que, de forma voluntaria, compartan lo que emerge al resto del grupo. Estos fueron algunos de los procesos vividos. 

  • Participante 1. "Estoy en medio del proceso pero he escrito: "harina, seco, como si estuviera tocando la arena del Sahara, polvo blanco, ¿estoy hecho de esto? Si me doy el permiso de amarme como soy, ese polvo, aunque es seco, aunque es doloroso, pero desde ahí podríamos crecer"
  • Participante 2. "A mí me ha venido un poco, entre la visita a la exposición, la harina, la reconexión con nuestro pasado, recuerdos, como cuando hacía galletas con mi padre. Me ha evocado el reconectarnos de nuevo". 
  • Participante 3. "Alimentar con cariño, regar la vida con un toque de amor, espolvorear con copos de buenos momentos, dejar mi huella". 
  • Participante 4. "Mucha nostalgia. Me siento igual, tengo ganas de llorar. (...) Mamá amasa la masa. Mamá la masa madre". 
  • Participante 5. "Mi madre siempre nos reunía y decía "Vamos a hacer rosquillas". Ella hacía la masa y hacía una cruz porque así se lo enseñaron, y esperabas a que fermentara. Y he puesto aquí cordón umbilical. Madre, gaya, origen, tierra, trigo, pueblo, verano, conectar, madre, añoranza, abrazo, amasar, ancestras, madre, unión, compartir, conversación, legado, amor.  Lloro pero estoy sanando, es bueno". 
  • Participante 6. "A mí ya, desde nada más entrar en la exposición y ver esa pared de pan, a mí se me caían las lágrimas. Toqué la harina y seguía llorando, y me pregunté "pero, ¿qué me pasa? Y me acordé de que mi madre me explicó cómo se hacían los niños con harina, tiró harina en la mesa y dibujó.  No es que haya tenido un vínculo particularmente cercano con mi madre, pero me empezaron a venir imágenes. (...) Legado de mujer. También me acordé de mi abuela materna, no cocinaba nunca pero hacía estas galletas". 

Participante 6: "La parte táctil me encantó y también me conecté con mi abuela. Yo puse una palabra en cada una de las pastas: trabajo, recuerdos, cariño y cuidado. He escrito cosas que cuidan, que engordan el cuerpo y el alma, raviolis en vacaciones, dedicación, alma, lo primero, lo realmente importante".

Al finalizar se les pide que rellenen la encuesta de LABE diseñada específicamente para los domingos. De esta sesión comentan: He descubierto: “Que me encanta la arteterapia porque nos ayuda a conectar con las más auténtico de nosotros mismos”;la magia del pan”; “Volver al origen materno”; “Un espacio de sensibilidad, introspección y reflexión colectiva”. Ante la pregunta en la que se pide definir la experiencia con una palabra, 3 de 7 participantes eligen la palabra CONEXIÓN. 

Por otro lado, los resultados de l encuesta de satisfacción de la actividad muestran que el 100% se ha sentido escuchada/o durante el laboratorio, segura/o dentro del espacio y recomendarían la experiencia porque “es muy enriquecedora ya que moviliza cosas internas y de reflexión”; “por la cercanía de lo vivencial y porque amplía la mirada con respecto al rol del arte/artista en la sociedad”, entre otras respuestas.