Colectivo Espacio de Igualdad Lourdes Hernández. Haciendo visible lo invisible


Visita a la exposición

04/11/2021

Espacio de Igualdad Lourdes Hernández de Carabanchel. Red de Espacios de Igualdad del Ayuntamiento de Madrid. Conectar con lo visible (lo que muestro) y lo invisible (lo que oculto) a partir de la obra de Shirin Neshat, para crear un objeto artístico ligado con sus experiencias personales.

El grupo es recibido dentro del recinto de Conde Duque por las bajas temperaturas, les damos una cálida bienvenida a cada una por acompañarnos en este día frío de otoño y nos presentamos como equipo, explicando de forma general de qué tratará la actividad a la cual han sido invitadas. Ya dentro del inmueble y bajando a la sala, llegamos a la entrada de la exposición en donde se logra escuchar el sonido de una de las primeras obras, invitando a descubrir que ocurre allí dentro.

Inicialmente, les invitamos a recorrer la exposición de forma libre para después reunirnos frente a una obra en particular, en este caso ha sido escogida la video performance de la artista Shirin Neshat, Anchorage (1995). Logramos observar como una de las participantes, antes de tomar asiento y profundizar en la obra de Shirin, se queda frente a esta pieza y la observa muy de cerca, su atención estaba centrada en la obra, escuchando el canto y poniendo énfasis en los movimientos corporales de la acción performática, los cuales replicaba de forma sutil.

La obra presenta a la artista en diversos planos: en solitario y vestida completamente de negro, con atuendos tradicionales del medio oriente, sus manos, pies y rostro se encuentran descubiertos y el espacio en el que se halla realizando la acción está completamente en tono negro. La luz presente en la toma sólo la ilumina a ella, y es de temperatura cálida, destacando sólo las partes del cuerpo descubiertas. La acción comienza con la artista cantando a un ritmo suave y moviéndose en círculo, luego comienza a rezar y se detiene, posicionándose de frente al espectador. Realiza unos movimientos como si estuviese orando, moviendo las manos hacia arriba y luego abajo, para pasar a estar completamente en el suelo, arrodillada. Finalmente, la pieza termina cuando la artista se levanta y tiene un revólver en su mano, lo sitúa de frente y dispara en dos ocasiones hacia el espectador. A través de su pieza Anchorage, podemos ver la dualidad de lo visible e invisible en lo minimalista que es la obra, el cuerpo como principal protagonista y objeto aparece y desaparece, posible por la luz y el fondo negro donde ejecuta la acción, que culmina al hacer visible esta figura desde el acto de disparar. 

Seguidamente, invitamos a visualizar la pieza sin conocer su contexto o razón de ser, reflexionando así desde sus percepciones personales y sobre qué les está diciendo la obra sobre mi mismas. Invitamos al grupo a compartir sus apreciaciones referentes a la artista y su acción. Algunas de las preguntas para iniciar el diálogo fueron: ¿Qué tiene de disidente o resistente la pieza? ¿Qué temáticas de la vida puedo relacionar con la obra? Y el lugar donde se desarrolla la acción ¿qué nos dice?

Una de las participantes destaca cómo aparece y desaparece mientras se mueve y baila. Otra visitante dice que al inicio comienza con un ritmo suave y acogedor para luego terminar en un disparo directo al espectador. También hacen referencia a su vestimenta, que relacionan con la cultura musulmana, y les lleva a pensar en la represión que viven las mujeres en estos territorios que, a su vez, logran relacionarlos a su propio entorno cercano.



Taller de Arteterapia

Al llegar al espacio de taller y con las reflexiones extraídas por el diálogo con la obra, les invitamos a participar de un ejercicio corporal y de respiración, participando tanto las visitantes como el equipo facilitador. Al realizar el ejercicio de equilibrio, no tuvieron problemas en relajarse y dejarse llevar en conjunto con su compañera, lo que refleja gran confianza entre las integrantes del grupo. 

Posteriormente, la propuesta para la presentación de materiales se hace destapando las mesas cubiertas con telas, para facilitar la sensación de sorpresa. Comienzan a observar los materiales y una de las participantes reconoce de qué tratará la actividad, pues menciona que ha visto series de misterio en donde utilizan la tinta invisible. Efectivamente se alude que de eso tratará la actividad así que se explica que escribirán lo que ellas quisieran que se hiciera visible. Para ello aplican tinta  invisible (jugo de limón) dejando que seque al aire o acelerando el proceso con el calor de la llama de una vela, para luego hacer visible lo escrito. Seguidamente, les invitamos a otra mesa para presentarles nuevos materiales, los cuales deben responder desde la creación de un objeto artístico, complementando la frase que se encuentra aún invisible.

Después de este recorrido, toman asiento y trabajan juntas en una mesa grupal. Dos de las participantes iban creando a medida que conversaban entre ellas sobre cosas de la vida cotidiana. Una de las participantes, que se encontraba al costado de una de nosotras, estaba en silencio, muy concentrada trabajando, se veía que estaba muy involucrada en todo el proceso. El resto de las participantes trabajaron en sus objetos de forma continua y en ocasiones, entraban en la conversación con sus compañeras.

Durante el cierre, les invitamos a presentar sus obras y comentar sobre su proceso frente a la experiencia de creación. En este grupo, se visualizó a modo general, la falta de un lugar donde expresar o hablar de su día a día, pues el compartir se extendió más del tiempo planificado, aún así se reconoce este espacio como un lugar para la escucha interna y externa, respetando los tiempos de cada persona. Algunas visiones se dirigieron a un tema del cual no se habla mucho en lo cotidiano, el suicidio, destacando como se han elevado las cifras, en adolescentes principalmente, y consideran además que esta problemática es invisibilizada. Una de las participantes agrega que esto sucede por temor a los prejuicios que hay sobre la gente que sufre depresión, una de sus compañeras le responde destacando que de todas formas hay que hacer visible el dolor, para que se conozca la problemática antes que este termine de forma trágica. Otra de las participantes, comenta que la experiencia con la obra y el momento de creación la hicieron ponerse en la situación de cuando se vive un problema grande, hay día y noche, luz y oscuridad, y que había vivido una situación así en el pasado. Otra de las visitantes, comparte con el grupo una frase de El Principito: “lo esencial es invisible a los ojos”, y la relaciona desde lo que guardan las personas en su interior, lo cual es invisible al ojo ajeno, una parte buena y una mala, esta última relacionándola a las cargas y malas experiencias vividas, una: “sensación de vacío, de la nada”. Una de sus compañeras destaca su proceso como formas de resistir, mencionando las fuerzas que tiene actualmente y que aún sigue recuperando, valorando el esfuerzo que conlleva todo su proceso, pues es un trabajo diario: “lo que saco, lo que no saco”, refiriéndose nuevamente a lo de adentro y lo de afuera, finalizando además con la frase: “este año he decidido hacer muchas cosas para mi sola”. Otra de las mujeres, comenta que la acción de la artista la llevó a recordar a su abuela, como el acto de rezar la conecta con su antepasada: “escucharla me relajaba mucho”. Por último, una de las visitantes comparte su proceso, mencionando los límites y las cargas que llegan en la vida.

Finalmente, destacamos las palabras escogidas para hacerlas visibles en este espacio de creación y escucha: “vivir y sobrevivir”; “lo esencial es invisible a los ojos”; “ausentes, perderse, fantasía, ilusionar”, “me siento normal”; “ingobernable; diversidad” y “el arte llega donde las palabras no”. Para las palabras, se utilizó tanto la técnica de la tinta invisible como la utilización de palabras recortadas de revistas y en algunos casos, reescribieron encima con marcadores, mostrando así el concepto seleccionado.

Para cerrar y despedirnos de esta gran experiencia y de la confianza del grupo, compartimos una frase de El Principito, como respuesta a la sesión: “quítame los gusanos, los gusanos no son tan bellos, aunque déjame varios en el tallo para poder conocer a las mariposas” le dijo la flor al Principito. El relato presenta una metáfora que invita a apreciar tanto los momentos oscuros como luminosos, pues ambos son necesarios en nuestra formación como seres humanos, y que a pesar de las circunstancias, estos momentos demuestran la fuerza que traemos dentro y que no sería visible sin haber sobrevivido a la dificultad.