Instalaciones

Los animales empleados en investigaciones están alojados en instalaciones específicas y adecuadas a cada especie. Se mantienen en condiciones medioambientales óptimas en las que se controla la temperatura, humedad, nivel de ruido, luminosidad, así como la calidad del agua de bebida y la alimentación

Estas  condiciones están determinadas en la legislación nacional, así como por las administraciones autonómicas, que, previa inspección, debe autorizar a aquellos centros que cumplen todos los requisitos ambientales. Las inspecciones se realizan periódicamente a fin de mantener dicha autorización. Además, se considera que unos animales sanos y en óptimas condiciones ambientales son una mejor forma de obtener resultados científicos fiables y de calidad.

A pesar de mantener a los animales en los centros en unas condiciones aparentemente ideales, no se reproducen las condiciones ambientales reales y suelen incluirse también sistemas de enriquecimiento ambiental (juguetes, rampas, etc.) que favorecen la actividad de los animales y su entretenimiento. Ejemplos de enriquecimiento ambiental en los roedores incluyen el empleo de viruta y materiales que permitan que creen nidos, casitas que permitan que puedan esconderse, palitos que puedan roer, etc.