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Giovanni Battista Crescenzi (Roma, 1577- Madrid,1635)

Giovanni Battista Crescenzi nació en una noble familia romana vinculada por lazos de sangre con las altas jerarquías eclesiásticas y la cultura, por ello, recibió una notable formación desde la infancia. Noticias acerca de su actividad como arquitecto y pintor en Roma se encuentran en Giovanni Baglione (1642) y en otras fuentes contemporáneas y posteriores, tanto italianas (Gaspare Celio, Cassiano del Pozzo, entre otros) como españolas (Padre Santos, Antonio Palomino).  Su condición de sobrino del cardenal Crescenzi le facilitó su entrada en la corte pontificia, así como su viaje a la península ibérica en 1617 como miembro del séquito del famoso cardenal Antonio Zapata y Mendoza (1550-1635) obispo de Cádiz y Pamplona, arzobispo de Burgos y cardenal, consejero de estado de Felipe III, virrey de Nápoles e Inquisidor General del reino. En España, Giovanni Battista, salvo un breve viaje de unos meses a su patria en 1619 para localizar especialistas en mármol bronce y platería, permaneció alrededor de quince años. Aquí logró consolidarse como arquitecto, decorador, marchante, contratista y cortesano, entre otras disciplinas.

La historiografía ha atribuido tradicionalmente la ideación del Panteón Real de El Escorial, el túmulo destinado a reyes y reinas del monasterio, si bien su cometido aquí fue el decorador, dado que la traza fue ideada por el arquitecto Juan Gómez de Mora. Los especialistas en Crescenzi, en fechas recientes, han ratificado que la obra escurialense fue planteada a destajo y que el italiano recibió 140 ducados al mes exclusivamente por su aportación a la ornamentación del espacio. En este contexto, la historiografía ha descrito las desavenencias entre el noble italiano y el maestro mayor de las obras de la corona, Juan Gómez de Mora. Tales fricciones parecen corroborarse con la noticia de una sustracción del español de un cuadro de Tiziano Vecellio de la colección real, posteriormente sustituido por una copia para cumplimentar así con el original al abogado Lorenzo Ramírez de Prado.  Gómez de Mora recibió una dura reprimenda por este acto, pero se mantuvo en su cargo y proyectó obras de gran importancia justo después, entre otros, el palacio de la Zarzuela.

Giovanni Battista Crescenzi, uno de los que italianos que gozaron de mayor favor regio, fue nombrado superintendente del panteón escurialense y también ocupó las mismas funciones en el palacio del Buen Retiro. La alta consideración de Felipe IV hacia el artífice hizo que le otorgara, en 1626, el título nobiliario de marqués de la Torre y el de gentilhombre de Boca de su Majestad. La documentación de archivo relativa al papel de Crescenzi como decorador del panteón confirma que él mismo se ocupó de reclutar oficiales en Italia para la ornamentación del conjunto, entre otros, broncistas y plateros. En líneas generales la temática elegida, los motivos decorativos y la disposición de materiales formaron parte de su inventiva. El principal objetivo, tal y como describió Cassiano del Pozzo en su visita a España de 1626, era proporcionar soluciones decorativas a la estructura octogonal barroquizante con una equilibrada combinación de mármoles coloreados y bronce. La ejecución de la obra, cuyo modelo, según Antonio Palomino, conservó el propio Crescenzi en su residencia madrileña, se dilató durante varios años y no estaba concluido a su muerte.

En 1626, el arquitecto mayor remitió a la Junta de Obras y Bosques un memorial de los plateros que contenía quejas por el elevado número de modelos que el aristócrata italiano requería. Martín de Sagasti, maestro de cantería en la construcción del Panteón, en otro memorial por las mismas fechas también manifestaba: “que Crescencio dice que las lunetas donde ha de echar los follajes son desiguales cuando ni el ni las personas que trae no entienden nada de ello. Crescenzi pretende que no se acabe la obra para seguir cobrando y de ahí estas dificultades”. El mismo maestro de cantería subrayaba que los ángeles parecían botargas y ni siquiera el italiano se había atrevido a mostrar estos modelos al monarca.

En paralelo, Giovanni Battista Crescenzi también se ocupó de la ideación de los sarcófagos en mármol y bronce que debían albergar los restos de reyes y reinas en el panteón escurialense. Su creación está directamente relacionada con modelos clásicos, así como con piezas análogas en mármol creadas por especialistas en este material en el ducado de Toscana durante el siglo XVI. Vicente Carducho refirió en sus Diálogos sobre la pintura (1633) que había visto un dibujo del Panteón Real realizado por Crescenzi, aunque no aclara si la representación recoge el monumento en su silueta arquitectónica o si el boceto estaba relacionado con los sarcófagos o la ornamentación. En cualquier caso, este testimonio pone en evidencia el talento del romano para el dibujo y el método de aprendizaje madurado, junto a otros artistas, en Roma y Madrid.

La historiografía ha puesto en evidencia que Crescenzi, más allá del trabajo encomendado por el rey en El Escorial, fue convocado, a menudo, para emitir su parecer acerca de construcciones de todo tipo. Así, se le consultó sobre el proceso de edificación del denominado como palacio de Carlos V en Granada; la capilla mozárabe y la del Ochavo en la catedral de Toledo y el ayuntamiento de Madrid. La Compañía de Jesús también solicitó sus servicios para las modificaciones del Colegio de san Hermenegildo en Sevilla. El cumplimiento de estas tareas retrasó el trabajo encomendado en el panteón escurialense que, en realidad, no se concluyó hasta después de su muerte, entre 1645 y 1654, dado que Crescenzi también se ocupó del palacio del Buen Retiro a instancias del rey.

En síntesis, Giovanni Battista Crescenzi asumió el papel de notable experto en la dirección y coordinación de actividades arquitectónicas y decorativas debido a su conocimiento del lenguaje artístico italiano del Renacimiento, Manierismo y primer Barroco. La exuberancia decorativa del barroco ibérico y el eclecticismo de algunas propuestas son, en parte, deudoras, de su notable contribución en la corte regia, en donde residió hasta su muerte en 1635.

Macarena Moralejo Ortega

Bibliografía en orden de publicación:

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Otros datos:

Biografía en español de la prof. Virginia Tovar Martín en el Diccionario Biográfico Español:

https://dbe.rah.es/biografias/17016/giovanni-battista-crescenzi

Biografía en italiano del prof. Luigi Spezzafero en el Dizionario Biografico degli Italiani:

https://www.treccani.it/enciclopedia/giovanni-battista-crescenzi_(Dizionario-Biografico)/