Estimación de la Capacidad de Carga Turística en Espacios Naturales

El control de la actividad turístico-recreativa en espacios naturales fue objeto temprano de atención por parte de investigadores y gestores. De hecho fue uno de los primeros tipos de espacios donde se aplicó el concepto de capacidad de carga turística. En los últimos cuarenta años se han desarrollado esquemas metodológicos muy difundidas como los trabajos de Cifuentes o las metodologías de planificación denominadas Visitor Impact Management y Limits of Acceptable Change. 

LÍMITES DE CAMBIO ACEPTABLE – LIMITS OF ACCEPTABLE CHANGE (LAC)

El enfoque metodológico denominado “límites de cambio aceptables”, en inglés Limits of Acceptable Change (LAC) surgió en los años 70. Tiene como objetivo definir de manera explicita un compromiso de intervención que equilibre de manera armónica las necesidades de protección de los recursos naturales, la experiencia del visitante y los objetivos de gestión del uso recreativo. Originariamente desarrollado por el US Forest Service, la primera aplicación del LAC se hizo a mediados de la década de los años 80, en el Bob Marshall Wilderness Complex (tres áreas naturales contiguas: Bob Marshall, Great Bear, y Scapegoal ) al noroeste del estado de Montana, EEUU.

A nivel metodológico se basa en la definición de las condiciones deseadas para un área en relación a su desarrollo turístico (el nivel de impacto aceptable para cada actividad) y en el desarrollo de estrategias que permitan alcanzar esos objetivos. Se configura como un proceso de gestión integrado por una serie de etapas que ayudan a definir el conjunto de condiciones consensuadas para una determinada zona y las acciones y técnicas de gestión necesarias para alcanzar o mantener esas condiciones a lo largo del tiempo. Este enfoque reconoce que la evaluación de los impactos es una cuestión de juicios de valor y estos juicios deberían basarse en informes sobre los valores sociales económicos y medioambientales, así como sobre la sostenibilidad de los recursos y el uso recreacional.

En las áreas recreativas, el proceso de gestión basado en los LAC conlleva una serie de 9 pasos secuenciales que ayudan a identificar las características sociales y los recursos del área, comparar las condiciones existentes con las deseadas, identificar una serie de posibles acciones que ayudarían a alcanzar esas condiciones deseadas y establecer unas técnicas sistemáticas de control del cambio y eficiencia de las acciones emprendidas.

GESTIÓN DEL IMPACTO DE LOS VISITANTES - VISITOR IMPACT MANAGEMENT (VIM)

Esta aproximación fue desarrollada en su primera formulación en un estudio realizado a finales de los años ochenta para la National Parks and Conservation Association de los EE.UU. con el objetivo de desarrollar un metodología de intervención que sirviera de instrumento integrado, globalizador y homogéneo para la gestión y evaluación del uso y del impacto turísticos de todos los parques nacionales del país.

Según este enfoque el establecimiento de límites de uso no resuelve los problemas que generan los impactos del turismo. Por ello se estima necesario un conocimiento previo y profundo de la naturaleza de los impactos y los factores relacionados con ellos. El concepto de capacidad de carga se inserta así dentro de un proceso secuencial en el que se aíslan los puntos claves de decisión inherentes a la identificación de impactos inaceptables y estrategias alternativas para la gestión de esos impactos. Los pasos de este proceso se agrupan en dos grandes etapas: la primera etapa abarca la identificación y conocimiento de los impactos que genera el incremento de los niveles de uso turístico sobre los distintos componentes del sistema (agua, suelos, vegetación, fauna, patrimonio edificado, infraestructuras....) y la segunda etapa supone la incorporación y aplicación del conocimiento generado sobre estos impactos al proceso de planificación y gestión del espacio. 

En el proceso de planificación subsiguiente se plantean los objetivos de la gestión turísticas para después identificar los indicadores relacionados con esos objetivos de gestión. Los estándares de esos indicadores vienen, así, siempre determinados por los objetivos de la propia gestión. Los estándares se comparan posteriormente con las condiciones existentes para buscar los problemas específicos, las probables causas de los impactos y los posibles estándares óptimos de calidad. Posteriormente se ponen en marcha las estrategias de gestión encaminadas a mitigar los impactos “inaceptables” detectados y finalmente se lleva a cabo un proceso de control que chequea la eficiencia de las acciones emprendidas. El VIM supone, por tanto también, una gestión del impacto de los visitantes basada en el establecimiento previo de objetivos y metas específicos para cada destino. 


Documentos de referencia:

Ejemplos: