Uroscopia

Uroscopy

Autor: Irene GONZÁLEZ HERNANDO irgonzal@ucm.es

Palabras clave: medicina, diagnóstico, matraz, arte, Edad Media.

Keywords: medicine, diagnosis, flask, art, Middle Ages. 

Fecha de realización de la entrada: 2017

Cómo citar esta entrada: GONZÁLEZ HERNANDO, Irene (2017): "Uroscopia", Base de datos digital de iconografía medieval. Universidad Complutense de Madrid. En línea: www.ucm.es/bdiconografiamedieval/uroscopia

© Texto bajo licencia Creative Commons "Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International" (CC BY-NC-ND 4.0)


Uroscopia

Miscelánea médica, hecha en Inglaterra ca. 1430, hoy en la Bodleian Library (Oxford), ms Digby 29, fol. 129r


Abstract

 

In the Middle Ages, the most popular diagnosis medical proof was urine examination, since it was less risky than flood extraction and more easy of interpretation than pulse. For that reason, the urine flask became a frequent attribute of medical status. Thus, it is possible to find three types of depictions concerning urine: the isolated representation of the physic bearing a urine flask or looking at it for interpretation; the physic falling down the urine flask as a sign of the forthcoming dead of the patient; and the wheel of urines where each color means a different illness.


Estudio iconográfico

 

La uroscopia o examen de la orina es una de las pruebas médicas que se realizó en la Edad Media para conocer el estado del paciente. Los elementos que servían para formular un diagnóstico en ese período de la historia eran básicamente el pulso, la fiebre y el examen de orina; siendo el examen de heces y el de sangre casi inexistentes. De entre todas estas pruebas diagnósticas, la uroscopia fue la más frecuente, ya que era menos desagradable que el examen de heces y más sencilla de interpretar que la toma de pulso. Era además un análisis pre-químico bastante acertado, que conseguía aportar resultados muy similares a los que mucho después se obtuvieron con la introducción de los reactivos en la medicina de laboratorio. Lo que analizaban los médicos era básicamente el color, la cantidad, la textura o densidad y los sedimentos, ítems que hoy en día siguen siendo fundamentales.

Para los físicos, la orina era un método diagnóstico excelente porque al ser un fluido que estaba en el interior del cuerpo pero que salía al exterior, permitía comunicar interior y exterior, y revelar información anatómica y fisiológica en un momento en que la disección era poco frecuente, especialmente antes de los siglos XIII-XIV. Por ello trataron sobre cuestiones relacionadas con la orina, su uso y sus propiedades terapéuticas o diagnósticas, autores que escribieron en los tres idiomas cultos de la Edad Media (griego, árabe y latino), procedentes de geografías muy diversas y adscritos a cronologías muy variadas, entre los que podemos citar a Teófilo Protosphatario, Johannes Zacarías Actuarius, Avicena, Isaac Israeli, Hildegarda de Bingen, Bartolomeo Anglicus, Bernardo Gordonio, Arnau de Villanova, Maurus, Gilles de Corbeil,  Michele Savonarola, etc. Por ello, no llama la atención que la uroscopia se convirtiese en elemento esencial de la enseñanza universitaria de la medicina a partir del siglo XIII (véase por ejemplo el programa académico de Paris).

Para poder llevar a cabo este juicio, era necesario contar con un recipiente adecuado en que recoger y almacenar la muestra de orina, un matraz, siendo este recipiente el que se convirtió en un elemento iconográfico de primer orden en el campo de la imagen médica. Debía de ser un recipiente de vidrio blanco, que dejase pasar la luz sin modificar el color, para poder observar correctamente la coloración. Debía tener además una embocadura estrecha pero un depósito grande y redondeado, pues un recipiente demasiado estrecho y alargado no permitía almacenar cantidad suficiente de orina como para apreciar sus sedimentos. El análisis practicado era ante todo un análisis visual, por lo que generalmente el médico se representaba sosteniendo el matraz de orina con la mano en alto y mirándolo al trasluz. El físico podía echar mano de otros sentidos para emitir su juicio, oliendo, tocando, e inclusive gustando la orina, lo que generó no pocas parodias y burlas hacia los médicos, calificados en ocasiones de bebedores de orina. Sin embargo, con esta comprobación percibieron cosas como la presencia de un contenido patológico de azúcares en el cuerpo humano, es decir la diabetes.

En el arte medieval podemos encontrar al menos tres tipos de representaciones asociadas a la uroscopia. La más frecuente es la representación del médico, un hombre ataviado dignamente, sosteniendo el matraz de orina y mirándolo al trasluz. Así fueron representados físicos reales como Avicena y también santos médicos como Cosme y Damián. Una segunda representación relacionada es aquella en que el médico deja caer el recipiente de orina al suelo, siendo este un signo de que el paciente está a punto de morir, tal como aparece en el fol.34r de la Miscelánea médica, de origen británico ca. 1280-1290, hoy en la Bodleian Library de Oxford, ms. Ashmole 399. Esta variante iconográfica es relativamente poco frecuente, pero es de gran interés ya que la excelencia médica se medía por la capacidad de éste de indicar al enfermo cuando estaba próxima su muerte, de modo que pudiese cumplir con sus obligaciones espirituales y religiosas. Aquí el médico que interpreta la orina y pronostica la muerte se acerca al astrónomo/astrólogo que interpreta los astros para buscar una explicación a acontecimientos vitales de primer orden; de modo que distintas áreas científicas aparecen relacionadas. Por último, entre las variantes iconográficas, podemos hallar también el árbol o rueda de orina con distintos recipientes que cubren toda la gama cromática posible. Se trata de una representación taxonómica o de clasificación. Los distintos recipientes suelen disponerse a modo de rueda, pero pueden aparecer en otra composición, por ejemplo conformando una o varias filas sucesivas, como en el Iatrosophion bizantino de mediados del s. XV, hoy en la Biblioteca Universitaria di Bologna (BUB), ms. gr. 3632, fol. 51r.

No hay muchas más representaciones en que aparezcan matraces de orina. De hecho, aunque las fuentes escritas  indican que los peregrinos y caminantes llevaban entres sus objetos de viaje orinales muy parecidos a los matraces para hacer análisis diagnósticos (véase por ejemplo la descripción de Felix Faber de Ulm a finales del XV), en las representaciones artísticas estos objetos se omitieron. A la hora de caracterizar al peregrino, otros objetos como el bastón para apoyarse, la calabaza con agua para saciar la sed, o el sombrero para protegerse de las inclemencias del tiempo, parecieron más representativos de este tipo humano.   

Antes de concluir esta sucinta descripción, faltaría señalar como, pese a lo desagradable de la orina, cuestión de la que se hicieron eco muchos autores medievales, ésta estaba presente no sólo en los usos médico diagnósticos, sino que además era la base en ciertos preparados farmacológicos (especialmente los de uso tópico, por su poder antiséptico), en recetas de alquimia, e inclusive fuera del campo científico, como mordiente en las tinturas de tejidos. De ahí que al incorporarse a la representación del médico, el matraz de orina sirviese para dignificar y completar su imagen, sin que tuviese, en principio, una connotación negativa.


Selección de obras de arte

 

  1. Miscelánea médica de Razes, Galeno e Hipócrates, traducida al latín por Gerardo de Cremona, hecha en Paris ca. 1250-1260, Bibliothèque Municipale de Avignon, ms. 1019, fol. 86v y fol. 102 con médico examinando una muestra de orina y tomándole el pulso al paciente.

  2. Miscelánea médica, de origen británico, ca. 1280-1290, hoy en la Bodleian Library de Oxford, ms. Ashmole 399,  fol.34r.  Arriba el médico deja caer un matraz de orina indicando la proximidad de la muerte y abajo la persona ya fallecida es objeto de una disección o autopsia.

  3. Miscelánea astrológica, traducida al latín por Gerardo de Cremona, copia de procedencia desconocida hecha a finales del siglo XIII, hoy en la Bibliothèque Municipale de Avignon, ms. 1022, fol. 29v con médico examinando una muestra de orina.

  4. Avicena, Canon, traducción latina de Gerardo de Cremona, copia procedente de Paris del siglo XIII, hoy en la Bibliothèque Municipale de Besançon, ms. 457, fol. 1r (representación de Avicena con matraz de orina), fol. 36v (médico con matraz de orina junto a la cama de un enfermo), fol. 123r (médico examinando una muestra de orina) y fol. 303v  (médico junto a la cama de una enferma con matraz de orina).

  5. Avicena, Canon, traducción hebraica, procedente de Lombardía de la 2ª mitad del siglo XIV, hoy en la Biblioteca Universitaria de Bolonia (BUB), ms. 2197, fol.7r con una escena académica en que un médico muestra un recipiente de orina a una serie de discípulos.

  6. Tratado de Nicholas of Lynn, copia de fines del siglo XIV, hoy en la Bodleian Library de Oxford, ms. Ashmole 789, fol. 364v con rueda de orina.

  7. Institutiones/Novellae de Justiniano, hecha en el Midi francés en el siglo XIII-XIV, hoy en la Bibliothèque Municipale de Avignon, ms. 0749, fol.33v con un médico examinando una muestra de orina.

  8. Leccionario del oficio de la Abadía Saint-Evroult d"Ouche, hecho en Normandía (Francia), en la 2ª mitad del siglo XIV, hoy en la Bibliothèque Municipale de Alençon, ms. 0128, fol. 126, con decoración marginal en la que aparece un un médico (o híbrido antropomorfo) sosteniendo una muestra de orina.

  9. Miscelánea médica, copia de procedencia desconocida del siglo XIV, hoy en la Bibliothèque Municipale de Moulins, ms. 0030, fol. 6 y fol. 13 con médico examinando una muestra de orina, fol. 65vcon mano de médico sosteniendo una muestra de orinade la que sale una suerte de árbol taxonómico, y fol. 66 en cuya inicial Q aparece un médico sosteniendo muestra de orina.

  10. Miscelánea médica, copia hecha en Inglaterra entre fines del siglo XIII y el siglo XIV, hoy en la Bibliothèque Mazarine de Paris, ms. 3599, fol. 97v con inicial D con un mono médico con una muestra de orina.

  11. Iatrosophion bizantino, mediados s. XV, hoy en la Biblioteca Universitaria di Bologna (BUB), ms. gr. 3632, fol. 22r con varios médicos con matraces de orina, fol. 51r con taxonomía de orina, y fol. 134v  con otro médico con matraz de orina.

  12. Almanaque de John Somer, copia de principios del siglo XV, hoy en la British Library, ms. Harley 5311, con rueda de orina.

  13. Herbario latino del siglo XV, hoy en la Biblioteca Medicea Laurenziana (Florencia), ms. Ashb 731, fol.53r (o ol.29r) en que un hombre está rodeado de una serie de círculos vacíos que podrían ser una representación incompleta de la rueda de orina.

  14. Miscelánea médica, procedente de Inglaterra ca. 1430, hoy en la Bodleian Library (Oxford), ms Digby 29, fol.129r, fol.129v y fol.130r con distintas ruedas de orina.

  15. Horas al uso de Amiens, hecho en Picardía (Francia) a fines del siglo XV, hoy en la Bibliothèque Municipale Abbeville, ms.0016, fol. 20v, con un médico examinando una muestra de orina, situado en el margen.

  16. Epistre Othea de Christine de Pizan, copia hecha en Flandes hacia 1460, hoy en la Bibliothèque Municipale de Lille, ms. 0391 (0175), fol. 39v en el que se contraponen un médico sosteniendo una muestra de orina delante de una pareja, y por otro lado una maga golpeando unos recipientes con su vara.

  17. Horas al uso de Roma, copia procedente de Flandes del último cuarto del siglo XV,  hoy en la Bibliothèque Mazarine de Paris, ms. 0502, fol. 91v con decoración marginal de un mono recogiendo una muestra de orina de uno de sus congéneres a la vez que sopla aire por sus posaderas.

  18. Sharaf al-dîn, cerrâh nâma, copia hecha en Amasya en 1466, hoy en la BnF, supplément turc 693, fol. 99 con patología de retención de orina


Bibliografía básica

 

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