Astrónomo

Astronomer

Autora: Azucena Hernández Pérez; azucena.hernandezperez@gmail.com

Palabras clave: astrónomo, astrolabio, cuadrante, esfera armilar, Ptolomeo.

Keywords: astronomer, astrolabe, quadrant, armilar sphere, Ptolemy

Fecha de realización de la entrada: 2017

Cómo citar esta entrada: HERNÁNDEZ PÉREZ, Azucena (2017), "Astrónomo", Base de datos digital de Iconografía Medieval. Universidad Complutense de Madrid. En línea: https://www.ucm.es/bdiconografiamedieval/astronomo

© Texto bajo licencia Creative Commons "Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International" (CC BY-NC-ND 4.0)


Astrónomos en la cima del monte Athos observando las estrellas con astrolabios y cuadrantes. Libro de las Maravillas del Mundo de Jean de Mandeville, 1410. British Library Ms. Bl. Add. 24189, f. 15r. 


Abstract

The astronomer is depicted in the Middle Ages as a man standing up or seated, dressed in an elegant but not luxurious way and holding a scientific instrument in his hand, the most common ones the astrolabes, the quadrants and the armillary spheres. The medieval scholars and the elites knew all these instruments.

The list of artworks listed herein excludes the representation of women with an astronomical instrument in their hands because they did not mean to depict a lady astronomer but the astronomy, one of the four Liberal Arts of the Quadrivium. Nor have they been included the depictions of rooms decorated with astronomical instruments occupied with a saint, a monk or any other male figure because the artist did not mean to depict an astronomer but to highlight the knowledge of the room owner.

Nearly all the artworks are manuscript illustrations where the astronomer is depicted either on his own or participating in a collective activity such as the observation of the celestial vault, the dialogue with other scholars or the teaching. Specific historical astronomers such as Hiparco de Nicea, Ptolomeo or Regiomontanus are clearly identified in some of the artworks.


Estudio iconográfico

La representación del astrónomo se articula en torno a una figura masculina, en pie o sedente, vestida a la época con sencilla elegancia, que lleva en su mano un instrumento científico de uso astronómico. Los instrumentos más representados en manos de astrónomos durante el periodo medieval fueron el astrolabio, el cuadrante y, en menos casos, la esfera armilar, todos ellos presentes en los entornos del saber de esa época.

Es el momento de indicar que en la Edad Media, los términos “astrónomo” y “astrólogo” no tenían los significados que tienen hoy y ambos se referían a los estudiosos de las ciencias de las estrellas. En algunos textos y documentos se perciben matices en el uso de uno u otro término pero en ningún caso afectan a la unicidad de la iconografía del astrónomo/astrólogo. 

En los casos en que un instrumento astronómico se representa en un espacio arquitectónico, bien en una alacena, sobre una mesa o colgado de la pared, normalmente en compañía de libros y otros objetos relacionados con la ciencia, no se puede concluir que el individuo que pueda estar allí presente sea astrónomo. En esos casos se trata únicamente de resaltar la erudición del personaje representado que suele ser San Jerónimo, San Agustín o un monje anónimo. Es necesario, por tanto que el instrumento esté en la mano del astrónomo y preferiblemente en actitud de estar siendo usado para que podamos atribuir a su poseedor la identidad de astrónomo.

La representación de una figura femenina sujetando en su mano un instrumento astronómico no debe entenderse como la imagen de una astrónoma sino como la iconografía habitual de la astronomía, una de las cuatro artes liberales que conformaban el Quadrivium. Por tanto se ha excluido esta iconografía de la selección de obras por referirse a una ciencia y no a un individuo.

Aunque la astronomía se desarrolló en las culturas babilónica, egipcia, griega y romana, no nos han llegado representaciones artísticas que permitan establecer que un determinado personaje es un astrónomo aunque aparezcan figuras en las representaciones de la bóveda celeste. El teólogo Clemente de Alejandría (m. ca. 216) relata en el libro VI de su obra Stromata que los astrólogos egipcios participaban en las procesiones que iniciaban las celebraciones sagradas llevando en su mano un reloj y una palma que eran los símbolos de la astrología y en su boca los cuatro libros de astrología de Hermes. No nos ha llegado ninguna imagen del arte egipcio con un personaje representado de esta manera.

Los personajes históricos de los que al menos nos ha llegado una representación como astrónomos en el periodo medieval son:

  • Abraham: considerado por los judíos como el primer astrónomo porque Dios le dijo que su descendencia sería mayor que las estrellas del cielo. Nos han llegado algunas ilustraciones en Biblias que lo representan con un astrolabio en la mano.
  • Hiparco de Nicea: matemático y astrónomo griego del s. II a.C que formuló la base matemática necesaria para la construcción de los astrolabios y los cuadrantes. Un error en la traducción de su nombre del griego al árabe, posteriormente consolidado en la traducción al latín, hizo que se le conociera en la Edad Media como “Abrachis” o “Abractus” y así se le nombra en algunas de sus representaciones.
  • Claudio Ptolomeo: astrónomo alejandrino (100-170) autor del Almagesto la primera obra que se puede considerar un tratado de astronomía y que fue conocida y difundida en la Edad Media. El apellido “Ptolomeo” fue confundido por varios autores medievales con la dinastía egipcia de los “Ptolomeos” y por eso se representa a veces al astrónomo con vestimentas regias y coronado, aunque siempre con un instrumento astronómico en su mano.
  • Regiomontanus: nombre con el que se conoció al astrónomo y matemático alemán Johann Müller (1436-1476) autor de muchas obras y constructor de instrumentos científicos.

La iconografía del astrónomo en la Edad Media se localiza en la producción libraria de forma casi exclusiva, en ilustraciones de libros de ciencia o afines a lo científico. La encontramos en las tres culturas medievales: la cristiana, la islámica y la hebrea. El astrónomo se representa tanto en ilustraciones a toda página como en letras historiadas, solo o en escenas narrativas, compartiendo espacio con otros personajes. Excepcionalmente se encuentran algunas representaciones de astrónomos en relieves, siempre vinculados al arte liberal de la astronomía. Otra singularidad es la presencia del “astrónomo” Abraham en algunas biblias, tal como se ha indicado anteriormente. En cronologías posteriores como el renacimiento y el barroco se representan ya astrónomos tanto en pintura al fresco como al óleo.

La figura del astrónomo puede aparecer aislada o formando parte de una composición más compleja, por ejemplo como profesor en un ambiente docente o junto a otros astrónomos o intelectuales. En cuanto a la gestualidad, el astrónomo orienta su atención al instrumento que porta y, si aparece en compañía de otros, suelen estar observando la bóveda celeste o debatiendo con sus colegas y consultando algún libro. 


Selección de obras

  1. Astrónomo con astrolabio. Ilustración de Philosofia mundi de William de Conches (1100-1150). Bodleian Library Oxford, Ms. Bodl.614, f. 35r.
  2. Abraham con astrolabio y compás en sus manos. Ilustración de Genealogía Bíblica realizada en el scriptorium de la Abadía de Saint Germain des Prés en París en 1031-1060. Biblioteca Nacional Francesa, Ms. Lat. 12117, f.106r.
  3. Astrólogo con un astrolabio. Liber ad honorem Augusti sive de rebus Siculis de Petrus de Ebulo (1195-1196).  Burgerbibliothek de Berna, Codex 120 II, f. 97r.
  4. Astrónomo con astrolabio. Inicial historiada del prólogo del segundo Lapidario de Alfonso X el Sabio, ca. 1270. Real Biblioteca del Monasterio del Escorial, Ms. h-I-15, f. 94r.
  5. Astrónomo con un astrolabio. Maqāmāt  de  Abū Muḥammad al-Qāsim al-Ḥarīrī (1054-1122). Copia de634H/1236-1237. Biblioteca Nacional de Francia, Ms. Arabe 5847, f.122v.
  6. Aristóteles con un astrolabio enseñando a sus discípulos. Ilustración del  Kitāb mujtar al-hikam wa-mahasin al kilam (Libro de la selección de las palabras sabias y hermosas) de Abu al-Wafa al-Mubašir ibn Fatik. Siglo XIII. Biblioteca del Palacio Topkapi, Ms. Ahmed III 3206.
  7. Astrónomo docente con una esfera armilar. Tractatus de Sphera mundi. Joannes de Sacrobosco, ca. 1292. British Library_Ms Harley 3647, f. 22r.
  8. Astrónomo hebreo con un astrolabio. Guía de los Perplejos de Maimónides (1190). Copia en hebreo de Levi ben Isaac de Salamanca realizada en Barcelona en 1348. Kongelige Bibliotek de Copenhague, Ms. Hebr.37, f. 114r.
  9. Astrónomo con cuadrante. Bajorrelieve de Andrea Pisano en el lado sur del campanile del duomo de Florencia, 1343-1348.
  10. Astrónomos con astrolabios en una clase de astronomía en Šīrāz, ca. 1410.  Biblioteca de la Universidad de Estambul, Ms. Persian F.1418, f. 1v.
  11. Astrónomos en la cima del monte Athos observando las estrellas con astrolabios y cuadrantes. Libro de las Maravillas del Mundo de Jean de Mandeville, 1410. British Library Ms. Bl. Add. 24189, f. 15r. 
  12. El astrónomo Ptolomeo con un astrolabio. Geografía de Ptolomeo. 1453. Venecia_Biblioteca Nazionale Marciana, Ms Gr Z 388 f 6v.
  13. Ptolomeo con un astrolabio. Geografía de Ptolomeo. Florencia ca. 1476-1480. Biblioteca Nacional Francesa Ms. Lat. 8834, f. 2r.
  14. El astrónomo Abrachis (Hiparco de Nicea) en el Tapiz del Astrolabio. Talleres de Tournai. ca. 1450-1500. Museo de Tapices y Textiles de la Catedral de Toledo, nº. inv. 1533.
  15. Astrónomo con astrolabio en el cáliz de las Artes Liberales de Milán. Relieve en marfil. Taller alemán, ca. 1440. Museo del Duomo de Milán.
  16. Los astrónomos Ptolomeo y Regiomontano con un cuadrante y un astrolabio respectivamente. Liber Chronicarum  de Herman Schedel, Núremberg, 1493, pp. 114 y 255.

Bibliografía básica

BORRELLI, Arianna (2008), Aspects of the Astrolabe. ‘Architectonica ratio’ in tenth and eleventh-century Europe, Sttutgart, Franz Steiner Verlag.

CLEMENTE DE ALEJANDRÍA (1998), Stromata. Introducción, traducción y notas de Marcelo Merino Rodríguez, Madrid, Ciudad Nueva. Volumen VI, Capítulo 4.

DORCE, Carlos (2006), Ptolomeo. El astrónomo de los círculos, Madrid, Ed. Nívola.

PITA ANDRADE, José Manuel (1967), “El tapiz del astrolabio”, Los tesoros de España desde Altamira a los Reyes Católicos, Ginebra, Ed. Albert Skira, pp. 230-231.

RODRÍGUEZ TEMPERLEY, Mª Mercedes (2005), Juan de Mandevilla. Libro de las maravillas del mundo (Ms. Esc. M-III-7). Buenos Aires, Secrit.

SALIBA, George (1996), “Arabic Science and the Greek Legacy” en From Bagdad to Barcelona. Studies in the Islamic Exact Sciences in Honour of Prof. Juan Vernet. Vol II, Barcelona, Instituto Millás Vallicrosa de Historia de la Ciencia Árabe, pp. 19-37.

SCHWARZ, Michael (2002), Maimonides’Guide of the Perplexed, Tel Aviv, Tel Aviv University, 2 vols.

THORNDIKE, Lynn (1995), “The True Place of Astrology in the History of Science”, Isis, nº 46, pp. 273-278.

SPENCER, Eleanor P. (1963), “L’Horloge de Sapience. Bruxelles. Bibliothèque royale, Ms.IV.III”, Scriptorium, nº 17, pp. 277-299.

VAN CLEEMPOEL, Koenraad (2005), “Representations of Astrolabes in Western Art”, Astrolabes at Greenwich. A catalogue of the Astrolabes in the National Maritime Museum, Oxford, Oxford University Press, pp. 99-111.