San Juan en Patmos

Saint John at Patmos

Autora: Helena Carvajal González hcarvajal@ucm.es

Palabras clave: San Juan, Apocalipsis, Patmos, Prócoro, Titivillus

Keywords: Saint John, Revelation, Patmos, Prochorus, Titivillus

Fecha de realización de la entrada: 2017

Cómo citar esta entrada:  CARVAJAL GONZÁLEZ, Helena (2017): "San Juan en Patmos", datos digital de Iconografía Medieval. Universidad Complutense de Madrid. En línea: https://www.ucm.es/bdiconografiamedieval/san-juan-en-patmos

© Texto bajo licencia Creative Commons "Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International" (CC BY-NC-ND 4.0)

 


San Juan en Patmos con el águila y un demonio (¿Titivillus?), Vosper Hours, University of Kansas, Kenneth Spencer Research Library,  Pryce MS C1, f. 13r


Abstract

According to the Christian tradition, the Book of Revelation was written by St. John in the island of Patmos, where he was exiled during the persecutions under Emperor Domitian, after surviving his martyrdom in boiling oil. In art, he is often represented as an author than writes on a volumen or codex, accompanied by the eagle, his disciple Prochorus and sometimes a demon (Titivillus?) that drops his ink pot or steals his pen.

 


Estudio iconográfico

La tradición cristiana ha atribuido al apóstol Juan la autoría tanto del cuarto evangelio como del Apocalipsis o Libro de la revelación y las epístolas joánicas, si bien los estudios filológicos recientes y algunos autores tardoantiguos como Dionisio de Alejandría o Eusebio de Cesarea[1] sugieren que Juan de Patmos y Juan el evangelista podrían ser autores diferentes.

Partiendo de esta identificación entre el apóstol y el autor del último libro de la Biblia, una de las representaciones habituales de San Juan en el arte medieval es la que le muestra escribiendo el último libro de la Biblia en la isla griega de Patmos[2], donde según la tradición fue exiliado por orden del emperador Domiciano tras sobrevivir a su martirio Ante Portam Latinam[3] y donde recibió las visiones que más tarde plasmaría en el Apocalipsis.

Las fuentes canónicas alusivas a esta estancia en Patmos son más bien escasas, pues se reducen a breves menciones en el propio Apocalipsis:

Yo, Juan, vuestro hermano y copartícipe en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos por la palabra de Dios y el testimonio de Jesús. Estaba en espíritu en el día del domingo, cuando oí detrás de mí una gran voz como de trompeta que decía: `Lo que ves escríbelo en un libro y envíalo a las siete iglesias´” (Ap 1, 9-11).

La fuente más detallada, aunque ya tardía, sobre su estancia en Patmos son los Hechos apócrifos de Juan, atribuidos a su discípulo Prócoro pero redactados en el s. V[4]. En ellos se cuenta como Juan y su discípulo buscaron un lugar tranquilo con una cueva donde permanecieron diez días de ayuno. Posteriormente, Juan envío a Prócoro a comprar papiros y tinta y durante dos días dictó a su discípulo el texto de la revelación. Posteriormente el santo le encargaría a su discípulo una copia noble en pergamino[5].

La Leyenda Dorada prácticamente no hace referencia a estos momentos, a excepción de una mención a que “a él se le confió la de haber conocido confidencialmente algunas cosas arcanas y profundas, como la divinidad de Jesucristo y lo relativo al fin del mundo[6]”.

La forma más habitual de representación es aquella en la que el apóstol aparece en el acto de escribir sobre un rollo o códice que reposa sobre sus rodillas o sobre un pupitre. Los útiles de escritura (cálamo, tintero, rasorius, cornua, etc.) suelen plasmarse también con bastante detalle. Muy frecuentemente aparece acompañado del águila, su símbolo dentro del conjunto del tetramorfos, según la asociación de San Jerónimo[7].

Los artistas que lo han representado suelen situar en los cielos alguna de las imágenes más representativas del Apocalipsis, como la mujer vestida de sol o la bestia de las siete cabezas, o incluso, un amplio despliegue de escenas, como se plasma, por ejemplo, en la tabla derecha del Tríptico de los desposorios místicos de Santa Catalina de Hans Memling pintado en 1479 y conservado en Museo Memling de Brujas.

La edad del santo también puede variar, pues mientras que en el contexto de la Europa occidental es frecuente representarle como un joven, asimilando a su imagen de los relatos evangélicos y en referencia a su virginidad, en el mundo bizantino es habitual que adquiera el aspecto de un anciano y aparezca acompañado de su discípulo Prócoro, pues según la tradición contaba con 90 años cuando fue desterrado[8].

En muchas ocasiones, la isla de Patmos se representa como un pequeño islote rodeado de mar, quizá con deseo de acentuar la sensación de aislamiento y exilio. Otras veces se le sitúa en el interior de la cueva a la que aluden los Hechos apócrifos de Juan[9], probable trasunto de la cueva de Elías, donde el profeta fue a orar Elías antes de enfrentarse a los profetas de Baal (I Reyes, 18) como parecen sugerir los iconos que relacionan ambos temas[10].

Es un tema de consolidación tardía, muy frecuente en los manuscritos bajomedievales que contienen este libro o fragmentos de él, en especial los libros de horas donde abunda la imagen del santo escribiendo en la isla acompañado del águila, alusión al viviente apocalíptico, y, con mucha frecuencia, de un diablillo que le tira el tintero o esconde el cálamo y que muchos autores han identificado con Titivillus, el demonio de las erratas[11], tema que derivaría del teatro sacro francés[12].



[1] Eusebio de Cesarea. Historia Ecclesiae, III, 39, 4-7

[2] Ap. 1, 9: Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.

[3] Eusebio de Cesarea. Historia Ecclesiae, III, 18, 1; III, 23, 1.

[4] “Hechos de Juan”, en Hechos Apócrifos de los Apóstoles ((Ed. De A. Piñero & G. del Cerro), Madrid, BAC, 2004.

[5] Ídem.

[6] JACOBO DE VORÁGINE (2008): La leyenda dorada (traducción de José Manuel Macías). Alianza Editorial, Madrid, pp. 68.

[7] GONZALEZ HERNADO, Irene (2011), "El tetramorfo", Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. III, nº 5, 2011, pp. 61-73.

[8] CARMONA MUELA, Juan (2003), Iconografía de los santos, Madrid, Akal,  p. 234.

[9] Si bien la isla de Patmos fue un destierro habitual durante el gobierno de Domiciano, la identificación de la gruta que hoy se venera con la que alojó a Juan de Patmos se realiza en el periodo de Constantino y se confirma en época de Teodosio. Actualmente se considera que pudo ser un mitreo, pues era este el culto mayoritario de la isla con anterioridad al 320.

[10] BOXALL, Ian (2013), Patmos in the Reception History of the Apocalypse, OUP Oxford, p. 221.

[11] González Montañés sin embargo considera que este demonio es otro que aparece en la leyenda de san Juan y trata de impedir que escriba el Apocalipsis. El autor no especifica a qué leyenda se refiere; quizá sea el que sale de la copa envenenada cuando el santo bendice el cáliz. GONZÁLEZ MONTAÑÉS, Julio i. (2015), Tutivillus. El demonio de las erratas, Madrid, Turpín Editores.

[12] Julio I. González Montañés señala en su web que recientemente Eva Lindqvist Sandgren ha identificado el origen de este motivo en la miniatura parisina de finales del siglo XIV y tiene su origen en el teatro francés y en una confusión entre las leyendas de San Juan Evangelista y San Juan Crisóstomo. No cita sin embargo la obra concreta de dicha autora. [En línea http://tutivillus.teatroengalicia.es/iconografia.htm Consulta 20-04-2017].


Bibliografía básica

BOXALL, Ian (2013), Patmos in the Reception History of the Apocalypse, OUP Oxford.

CARMONA MUELA, Juan (2003), Iconografía de los santos, Madrid, Akal.

GONZALEZ HERNADO, Irene (2011), "El tetramorfo", Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. III, nº 5, pp. 61-73.

JACOBO DE VORÁGINE (2008): La leyenda dorada (traducción de José Manuel Macías). Alianza Editorial, Madrid, pp. 65-70.

MONTAÑÉS, Julio G. (2015), Tutivillus. El demonio de las erratas, Madrid, Turpín Editores.

RÉAU, Louis (1996): Iconografía del arte cristiano, Iconografía de los santos. Barcelona, Ediciones del Serbal, pp.

“Hechos de Juan”, en Hechos Apócrifos de los Apóstoles ((Ed. De A. Piñero & G. del Cerro), Madrid, BAC, 2004.