Granada

Pomegranate

Autora: Diana OLIVARES MARTÍNEZ diana.olivares@ucm.es

Palabras clave: granada; resurrección; Iglesia; castidad; Cantar de los Cantares; jardín cerrado; Enrique IV; Reyes Católicos.

Keywords: pomegranate, resurrection, chastity, Church, the Song of the Songs, closed garden, Enrique IV, Catholic Monarchs

Fecha de realización de la entrada: 2017

Cómo citar esta entrada: OLIVARES MARTÍNEZ, Diana (2017): "Granada", Base de datos digital de Iconografía Medieval. Universidad Complutense de Madrid. En línea: https://www.ucm.es/bdiconografiamedieval/granada

© Texto bajo licencia Creative Commons "Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International" (CC BY-NC-ND 4.0)


Recogida de granadas dulces. Tacuinum Sanitatis de Ibn Butlān, copia renana del siglo XV, BnF, ms. 9333, fol.4r.


Abstract

 

The pomegranate had a transcendental meaning in every ancient culture, from Egypt to Persia. Considered a symbol of death and resurrection, it had a central role in the Greek myth of Persephone. During the Middle Ages, its symbolism continued linked to the souls’ immortality but also related to chastity due to a passage from the Song of the Songs. In Spain, the Pomegranate has its own meaning, especially in heraldry after the conquest of the Moorish Kingdom of Granada.

 


Estudio iconográfico

 

La granada, como fruto del árbol del granado (Punica granatum), ha sido dotada de un significado trascendente en distintas culturas desde la Antigüedad. De hecho, Pausanias escribió: “de la granada no diré nada, porque su historia pertenece a los misterios sagrados”. Su presencia puede rastrearse en distintas culturas, desde Egipto a Asiria o Persia, incluso en la Biblia se menciona su utilización ornamental en el Templo de Salomón. Aunque no es el elemento más común, es posible encontrar su representación en instrumentos ligados a rituales funerarios de la Grecia Antigua. Considerada un símbolo de muerte y resurrección, la granada desempeñaba un papel fundamental en el mito de Perséfone, lo que derivaba en una vinculación con los tiempos cíclicos, íntimamente ligados tanto al modo de producción agrícola, como a la eternidad, por ser ciclos sin fin. Sin embargo, según han estudiado Muthmann y Bennet, la granada se vinculó también con otras diosas en la Antigüedad, como Afrodita, Hera y Atenea, habiéndose destacado tradicionalmente su relación con la fertilidad y su valor como símbolo de unión. A partir de ahí, se siguió utilizando en el ámbito romano y, por tanto, en el primer arte cristiano de la tardoantigüedad.

Durante la Edad Media, la granada continuó albergando una gran carga simbólica, especialmente ligada a la inmortalidad del alma y, como no podía ser de otro modo, a la Resurrección. Por ello, es frecuente la representación del Niño Jesús sentado sobre su madre y ofreciéndole una granada, símbolo de la mencionada esperanza en la resurrección. No obstante, se trataba de una fruta con numerosos usos prácticos, tanto medicinales como en la artesanía textil, por lo que también la encontramos en De Materia Medica de Dioscórides. Por otro lado, en el arte bajomedieval existe una tradición en la representación del hortus conclusus como estructura conceptual simbólica ligada a la castidad que se desarrolló a partir de los versos del Cantar de los Cantares (4, 12-13): “Un jardín cerrado eres, hermana mía, mi prometida, un jardín cerrado, una fuente sellada. Tu plantel forma un vergel de granados y los frutos más excelentes”. Un ejemplo de ello es la escena del retablo de la iglesia de los dominicos de Colmar, ejecutado por Martín Schongauer y su taller (h.1480). En relación a la idea medieval del jardín cerrado como imagen de la Virginidad de María, el árbol del granado también se representó con frecuencia en escenas orientadas a la temática del matrimonio, en las que se unía a la leyenda de la caza del unicornio, un tema que podemos encontrar en distintas series de tapices del siglo XV. Por último, ha de ser mencionado el simbolismo de la granada como metáfora de la unidad o unión de una multiplicidad, una idea que fue desarrollada por los padres de la Iglesia, que vieron en la granada una imagen de la misma Iglesia, ya que al igual que la fruta encierra en una única corteza un gran número de granos, también la Iglesia une en una única creencia a pueblos diversos. 

En el ámbito hispano la granada cuenta con una vertiente heráldica destacada. Asociada al emblema del reino nazarí de Granada, suele recordarse principalmente debido a su inclusión en las armas de los Reyes Católicos a partir de 1492. Sin embargo, la granada había sido previamente divisa de Enrique IV, ramas de granado cargadas de frutos aparecen en monedas y sellos de placa de este monarca, así como en algunos de sus escudos de armas, como el de la iglesia del Salvador de Segovia o la portada de San Jerónimo el Real de Madrid, entre otros. Según Menéndez Pidal y López Poza, los Reyes Católicos, tras su ascenso al trono continuaron utilizando la granada y los ramos de granadas como divisa, tanto en sus obras -San Juan de los Reyes, sello secreto del rey Fernando o un libro de horas de la reina Isabel, anterior a 1492-, como en los regalos con los que agasajaban a visitas como el duque de Viseu, a quien le regalaron en 1482 una granada de oro con perlas. Del mismo modo, el emperador Maximiliano también utilizó la granada como divisa recibida de sus consuegros, según se evidencia en el retrato realizado por Alberto Durero en 1519.


Selección de obras 

 

  1. Vasija atribuída a Timokrates, The Paul Getty Museum, h. 465 a.C.
  2. Altar de Julia Panthea, Museo Chiaramonti, Vaticano, 1ª mitad S. I d.C.
  3. Mosaicos del mausoleo de Santa Costanza, Roma, siglo IV.
  4. Friso en la portada occidental de la catedral armenia de la Santa Cruz en Akdamar (Turquía), 915-921.
  5. Retablo de la iglesia de los dominicos de Colmar, ejecutado por Martín Schongauer y su taller, h.1480.
  6. Armas de Enrique IV, monasterio de Santa María del Parral en Segovia, h. 1470.
  7. Madonna de la Granada, de Sandro Botticelli, c.1487, Galleria degli Uffizi, Firenze.
  8. Decoración de granadas en el patio del Colegio de San Gregorio de Valladolid, 1488-1499.
  9. Armas de los Reyes Católicos, portada de: Ludolfo de Sajonia, Vita Christi, Alcalá de Henares, 1502-1503.
  10. Tapiz del unicornio cautivo, de los Tapices del Unicornio, Flandes, 1495-1505, The Met Cloisters, New York.
  11. Retrato del emperador Maximiliano I, de Alberto Durero, 1519. Kunsthistorisches Museum Wien.

Bibliografía básica

 

BENNET, Matt (2011): “The Pomegranate: Marker of Cyclical Time, Seeds of Eternity”, International Journal of Humanities and Social Science, 19, pp. 52-59.

BYRNE, Michael (1993) : “The Pomegranate in Modern Greek Folklore and Ancient Greek Religion”, Révue des archéologues et historiens d’art de Louvain, 26, 165-169.

KESSLER, Erwin (1997) : “Le jardin des délices et les fruits du mal”, en GIRAULT, Pierre-Gilles (ed.), Flore et jardins, usages, savoirs et représentations du monde végétal au Moyen Âge. Paris, Léopard d’Or.

LÓPEZ POZA, Sagrario (2014): “La divisa de las granadas del rey Enrique IV de Castilla y su estela posterior”, Imago. Revista de Emblemática y Cultura Visual, 6, pp. 81-95.

MENÉNDEZ PIDAL, Faustino (2011), Heráldica de la casa real de León y de Castilla (siglos XII-XIV), Madrid, Ediciones Hidalguía.

MUTHMANN, Friedrich(1982): Der Granatapfel: Symbol des Lebens in der alten Welt, Bern, Abegg-Stiftung.

SCHNEIDER, Hildegard (1945): “On the Pomegranate,” The Metropolitan Museum of Art Bulletin, 4, pp. 117-120.

TERVARENT, Guy de (2002): Atributos y símbolos en el arte profano. Diccionario de un lenguaje perdido, Barcelona, El Serbal.

VILLASEÑOR SEBASTIÁN, Villaseñor (2009): Iconografía marginal en Castilla, 1454-1492, Madrid, CSIC, 2009.