Valoración de la asignatura

La valoración del uso del Campus Virtual como instrumento de apoyo a la docencia en la asignatura de Microeconomía es muy positiva.

Desde el punto de vista de la gestión del curso, la virtualización de la asignatura ha sido muy eficiente. Ha facilitado una comunicación fluida con los alumnos, ha permitido la difusión de materiales y contenidos así como la organización de los trabajos y participación de los alumnos. Pero también ha sido un instrumento importante para introducir cambios en la estrategia docente cuyos objetivos fueron acercar la docencia en esta asignatura a métodos de aprendizaje más activo y más motivador para el alumno así como mejorar los resultados en la asignatura, aun bajo las restricciones derivadas básicamente de la masificación. En este sentido, los resultados de los alumnos de este grupo mejoraron los de otros grupos tanto en lo referente a la asistencia a la clase presencial (que en este tipo de asignatura parece correlacionado positivamente con la mejora de los resultados académicos) como a las calificaciones. Parece razonable relacionar estos hechos, al menos en alguna medida, con la utilización del Campus Virtual en la docencia.

Otro hecho destacable es que la utilización del Campus Virtual no hizo aumentar el absentismo de los alumnos, probablemente porque las clases presenciales no se utilizaron simplemente para reproducir materiales del Campus, de forma que un número apreciable de los estudiantes consideraron importante la asistencia, y ello a pesar de tres cuestiones relevantes: que la asistencia no era ni obligatoria ni premiada en las calificaciones, que una parte muy importante de los alumnos eran repetidores de la asignatura y muchos de ellos del turno de mañana y que en los grupos de tarde suelen matricularse alumnos que simultanean sus estudios con su trabajo y suelen asistir con menos regularidad. La asistencia de los alumnos fue además bastante estable, sin producirse un número significativo de abandonos durante el cuatrimestre.

Podemos distinguir dos tipos de utilizaciones del Campus Virtual ligeramente diferentes, en función de que el alumno fuera asistente a la clase presencial con regularidad o fuera, por el contrario, alumno ausente. Los asistentes a clase fueron más activos y constantes en la utilización del Campus, que no consideraban como un repositorio de apuntes y materiales sino como un elemento más de la actividad docente y discente de la asignatura. Los alumnos que enviaron las tareas eran alumnos asistentes a clase, y los pocos que utilizaron las tutorías presenciales también asistían, en su mayoría, a las clases presenciales.

La satisfacción de los alumnos por la utilización del campus virtual en la asignatura se plasmó en encuestas y reflejó su valoración positiva respecto a la comunicación con el profesor, la disponibilidad de los materiales, la posibilidad de sentirse acompañados y obtener algún tipo de feed-back durante su aprendizaje a través de la corrección personalizada de las tareas y, en su caso, la consideración de su trabajo para la calificación final. Asimismo, varios alumnos remitieron mensajes al profesor expresando su satisfacción, a través del correo interno, respecto a los materiales (con especial mención de las notas de clase y los videos), la personalización en la corrección de las tareas y la comunicación con el profesor. El profesor tuvo también conocimiento de que algunos alumnos de otros grupos accedieron a los materiales colocados en el Campus Virtual del grupo en cuestión. Paralelamente, ante cualquier retraso o problema técnico en el campus, los alumnos manifestaron activamente su inquietud, alegando su necesidad de poder contar con este instrumento. Esto avala la opinión de que los alumnos asistentes consideraron el Campus como un elemento importante y diferenciador en su aprendizaje..

Como punto débil cabe señalar fundamentalmente que no se aprovecharon las potencialidades del Campus Virtual para estimular el aprendizaje colaborativo de los alumnos.

En definitiva, incluso con las limitaciones señaladas, la utilización del Campus Virtual en la docencia ha resultado muy positiva y, de hecho, constituye ya, en mayor o menor medida, un elemento imprescindible en nuestra actividad docente. Es cierto que una docencia de calidad es, obviamente, posible sin el Campus Virtual, pero no lo es menos que sin él determinados aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje resultarían mucho más complicados.