22 JUL 2019 - 11:37 CET

Para llegar a destacar inequívocamente en cualquier campo, no suele ser suficiente con adquirir las destrezas adecuadas. En nuestros días, la inteligencia emocional se ha convertido en una faceta fundamental, en un mundo laboral en el que cada vez se trabaja más en equipo. Saber leer las emociones de quienes nos rodean nos equipa mejor para el desempeño de puestos de responsabilidad. Y es que sólo se pueden tomar decisiones inspiradas si se posee esa intuición profunda sobre los demás. Pero, en este campo de la inteligencia emocional, tampoco nos podemos olvidar de la gestión de nuestras propias emociones.

¿Puede haber algún sector en el que la inteligencia emocional marque más la diferencia que en el de la comunicación? Ésta no sólo sirve para comprender al compañero que tenemos al lado, sino para saber tomar las mejores decisiones personales… y para entender también a toda la variedad de públicos con los que puede tener que dialogar: Clientes, empleados, proveedores, periodistas o miembros de instituciones, por poner sólo algunos ejemplos.

Además, el profesional de la comunicación corporativa emocionalmente inteligente sabe de qué manera interactúan las emociones de una persona con todo un grupo social en su conjunto. No digamos ya si estamos hablando de comunicación comercial, y necesitamos que el cliente perciba que nuestra organización se preocupa por él y le comprende. Naturalmente, las habilidades sociales siempre han sido un factor clave a la hora de completar una venta.

En definitiva: La inteligencia emocional también nos ayuda a gestionar las relaciones que mantenemos, e incluso nuestro propio tiempo. La competencia personal y la competencia social son los dos pilares sobre los que toda nuestra inteligencia emocional se sustenta.

En el Máster Propio en Comunicación Corporativa y Publicitaria no sólo nos esforzamos por formar profesionales. Queremos que el paso de los estudiantes por nuestra titulación les ayude a crecer personalmente, y que ambas facetas de nuestros alumnos se complementen. Por eso nos preocupamos por contar con un profesorado que también destaque por su calidad humana.