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Noticias - Máster Propio en Comunicación Corporativa y Publicitaria

Cinco mitos a desterrar sobre la comunicación interna

2 ENE 2019 - 18:08 CET

Cuando oyes hablar de comunicación interna, tal vez todavía piensas en revistas y newsletters masivas. Si ese es tu caso, es hora de que revises tus concepciones. Una comunicación interna bidireccional y eficaz puede dar la vuelta al balance de una organización. Así lo va a explicar durante el mes de enero María del Barco, directora del área de Comunicación Interna de Atrevia, en el Máster en Comunicación Corporativa y Publicitaria de la Universidad Complutense. Sin embargo, todavía persisten ideas como éstas:

- La comunicación interna consiste en gestionar canales: ¿Sabías que el 90 % de la comunicación interna no la genera ningún departamento de comunicación, sino que la crean espontáneamente los propios empleados? Por eso, una de las tendencias más recientes pasa por que los profesionales de la comunicación interna participen en las conversaciones que los miembros de la organización estén teniendo espontáneamente. Y es que, a la hora de la verdad, saber definir públicos dentro de la propia organización, establecer un mensaje claro que transmitirles, elegir el “timing” adecuado… son factores que cuentan tanto o más que lanzar revistas, boletines o circulares sin una estrategia coherente. 

- La comunicación interna nos obliga a abrazar las nuevas tecnologías: Sin duda, las redes sociales son una herramienta de gran valor para el entendimiento con los públicos internos, pero no son condición necesaria. Pongámonos en el caso de que trabajemos la comunicación interna de una organización con miembros de edad avanzada, poco familiarizados con estas herramientas. Además, si vamos a utilizarlas, tenemos que comprender previamente las particularidades del entorno digital para sacarles el máximo partido.

- Hay que proporcionar grandes cantidades de información: Un exceso informativo puede acabar por colapsar a nuestros públicos y provocar desinterés. Los mensajes no solo tienen que informar, sino que tienen que ser significativos y estar alineados con los intereses de los miembros de nuestra organización.

- Hay que separar claramente la comunicación interna de la externa: En la actualidad, las conversaciones que mantienen las organizaciones se han vuelto multidireccionales. ¿Cómo determinar si en una publicación en redes sociales van a interactuar solo públicos externos o lo van a hacer también empleados? Estamos ante todo un proceso de convergencia.

- En el fondo, a los empleados no les importa lo que les queramos contar: Antes de sacar conclusiones precipitadas, investiga e interésate por las inquietudes de tus públicos objetivo. ¿Qué temas les interesan más sobre la organización? ¿Qué opinan sobre el próximo cambio interno que se quiere implantar?

En definitiva, la comunicación interna puede transformar por completo el desempeño de una organización; pero debe ser una comunicación interna eficaz.

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