4 MAR 2019 - 14:13 CET

Hoy en día, todos somos conscientes de que nuestro comportamiento en Internet es monitorizado mediante herramientas como las “cookies” que desde las webs nos instalan en nuestros dispositivos. La red nos permite segmentar con una precisión que nunca antes se había logrado.

En esta misma línea, en la comunicación online, la creatividad debe ir de la mano de la personalización. Lo que quizá te sorprenda más sea cómo la tecnología puede averiguar incluso qué clase de creatividad funciona mejor para persuadirte. La generación de contenido personalizado en tiempo real significa que dos personas que visitan al mismo tiempo una página web, no tienen por qué ver necesariamente el mismo concepto de anuncio.

Estos anuncios online han sido bautizados con el nombre de creatividades dinámicas. Ya existen incluso plataformas de gestión de creatividades de este tipo, y tecnologías como la Optimización Creativa Dinámica (OCD), la cual consiste en algoritmos que valoran el comportamiento del usuario a lo largo del tiempo, para determinar qué creatividad funciona mejor con él en concreto.

Mención aparte merece la creatividad programática, por la cual el fondo y la forma del anuncio se adaptan al momento y el entorno en el que está siendo visto, además de a las características de la audiencia o el tiempo en el que cada usuario permanece viéndolo.

A lo largo del mes de marzo, Manuel Valmorisco -consejero de la agencia Mac Guffin- compartirá con los alumnos del máster su experiencia a la hora de poner la creatividad al servicio de la estrategia de comunicación; además, compartirá los principales casos de éxito internacionales que ha conocido en su dilatada carrera profesional. En definitiva, la creatividad es otro aspecto de la comunicación corporativa y publicitaria en la que nuestros alumnos salen preparados para render en agencias, consultoras y departamentos de organizaciones.