Primera hoja de un libro en el que aparecen los datos básicos para su identificación: el nombre del autor, el título de la obra y los datos de publicación –lugar, impresor, editor y fecha-. Pueden acompañar a estos datos elementos ilustrativos y decorativos.

Los incunables más tempranos carecen de portada, si bien pronto aparecerá una hoja delante del texto con el título o bien con éste y un elemento ilustrativo alusivo al texto.

Durante el periodo de la imprenta manual se aúnan en la portada no sólo los elementos básicos para la identificación de la obra, sino también otros que aportan información sobre la legalidad de la edición –menciones de privilegio, licencia, censura, tasa y número de pliegos-, el destinatario del texto –mención del mecenas dedicatario con todos sus títulos-, el número de edición o el hecho de que el libro esté dividido en partes. 

La presencia o ausencia de ilustración y/o decoración, así como del orden en que se distribuye la información, va a determinar diferentes estilos de portadas: portadas del periodo incunable y post-incunables; renacentistas tripartitas –con la marca del impresor, el escudo del mecenas, una viñeta en el centro-; barrocas con frontis o meramente tipográficas sin apenas elementos decorativos, o neoclásicas con diferentes diseños tipográficos y contraste de los cuerpos.

YCS