Proyectos de Investigación

La visión de un taxista de Madrid tras la pandemia

por Javier Regidor Castillo

 

El pasado 21 de noviembre tuve el placer de entrevistar, en el barrio madrileño de Las Rosas, a mi padre, Pablo Regidor, taxista de Madrid con más de 30 años de profesión a sus espaldas. El porqué de mi elección por alguien tan cercano creo que se intuye, muy pocas personas van a conocer mejor que un taxista los cambios vividos en su ciudad en los últimos meses.

El entrevistado, de 55 años, lleva recorriéndose las calles de Madrid con su taxi desde 1989, compartiendo conversaciones y experiencias con miles y miles de pasajeros, ha conocido todo tipo de personas y ha trabajado durante todo tipo de acontecimientos, como los días posteriores al 11 M, la Jornada Mundial de la Juventud en 2011 o el movimiento 15 M. Pero nada, según él, se asemeja a la situación que estamos viviendo actualmente.

Durante la entrevista conoceremos no solo su situación laboral, sino la que viven todos los taxistas de la capital:

 

Su situación laboral como taxista se encuentra en un momento delicado. ¿A qué se debe esto? ¿No utiliza más gente el taxi para no aglomerarse en otros transportes como el metro?

Bueno, en mi trabajo como taxista la pandemia ha afectado tremendamente a la recaudación. Comparando lo que he ganado durante estos meses con los mismos meses de otros años, no llega ni al cincuenta por ciento. Creo que no se trata de si la gente utiliza más unos servicios u otros, lo que más ha influido en esta caída han sido factores como la caída del turismo, el teletrabajo, que ha hecho que mucha gente haya dejado de movilizarse diariamente, o las restricciones en los centros de ocio. La gente ya no sale de fiesta con los amigos, no se desplaza mucho y eso se ha notado enormemente en mi transporte como en otros. Además, a esto hay que sumarle que mucha gente, como me ha pasado a mí, están ganando mucho menos dinero o han perdido el empleo, por lo que se mueven mucho menos para no gastar, y si lo hacen es en otros medios de transporte más baratos como el autobús y el metro.

El entrevistado nos dará una visión sobre los cambios más importantes en el uso de la ciudad por parte de los ciudadanos:

A pesar de que su actividad laboral haya disminuido de manera considerable, no ha dejado de salir con su taxi a recorrerse las calles madrileñas, por lo que usted me podrá decir de primera mano que cambios se aprecian en el uso de la ciudad por la población ¿no?

Pues sí, la verdad que los cambios son enormes, sobre todo en lo referente a la cantidad de gente que se moviliza por determinadas partes de la ciudad, especialmente en las zonas financieras como Cuzco. También en las zonas de discotecas como Malasaña, Argüelles, Chueca. Estos están llenos de establecimientos de ocio nocturno y las nuevas restricciones como el toque de queda o la limitación de aforo han provocado que estas áreas ya no sean apenas concurridas. Cuando recorro el centro de Madrid me da mucha lástima sinceramente. Las calles, los bares, las tiendas, todo está semivacío. El centro ha perdido su esencia...

Sin mostrar ningún tapujo, habla claramente sobre cuáles son los motivos que han provocado que los barrios más humildes sean los más afectados:

Durante estos últimos meses hemos visto que los barrios más humildes y con menos recursos de Madrid han sido los más afectados, tanto en la propagación del virus como en las restricciones de movilidad que se les han aplicado. ¿A qué crees que se debe este hecho?

Pues mucha gente ha achacado esto al modo de vivir de la gente humilde, incluso la presidenta de la Comunidad de Madrid llegó a señalar directamente a la forma de vivir de los inmigrantes de estos barrios, por lo que la tildaron de racista, con razón a mi parecer. No creo que sea este el motivo, ya que no veo muchas diferencias entre el comportamiento de la gente, en cuanto a salir a tomarse algo a un bar, por ejemplo, en barrios como Usera, Vallecas o Villaverde que, en otros como Chamartín o el Distrito de Moncloa, donde la renta per cápita es mucho más elevada. Creo que los barrios humildes tienen una mayor incidencia de positivos debido a la precariedad laboral y las condiciones de las viviendas en las que viven. Las personas de estas zonas se exponen diariamente al virus, ya que suelen trabajar en sectores con menos recursos y en los que no pueden teletrabajar, y también se aglomeran todos los días en el metro de Madrid. Además, muchos hogares de estos barrios se encuentran “sobrehabitados”, en los que familias enteras viven en una única habitación pequeña, por lo que aumenta mucho la capacidad de contagio.

Para finalizar la entrevista, Pablo nos expondrá cuáles son sus expectativas de cara al futuro, tanto personales como de Madrid:

Bueno, para terminar con la entrevista quiero que me hagas una reflexión personal con vistas al futuro. ¿Cómo te imaginas Madrid cuando el virus se haya controlado totalmente? Y, ¿crees que volveremos a como estábamos antes o piensas que ciertos hábitos que hemos adquirido durante estos meses se van a quedar para siempre?

En los primeros años, por lo menos en mi caso, y sé que en el de muchos españoles, se va a priorizar por el turismo nacional. Además del motivo del dinero también por querer encontrarnos cerca de nuestro entorno. Además, creo que se va a fomentar mucho más el ir a nuestros pueblos de origen, a pueblos del interior de España y así evitar el colapso de personas en sitios tan turísticos como pueda ser la costa o ciudades importantes. Esto puede ser una oportunidad para la España vaciada. También en la hora de buscar una casa donde vivir, siempre y cuando te lo puedas permitir, claro, se va a dar prioridad a viviendas con terraza, con buenas vistas, con amplias zonas comunes o jardines.

En cuanto a cómo veo Madrid en el futuro, pues la verdad que soy optimista. Creo que el turismo va a tardar en reactivarse en nuestra capital y eso es lo que más daño está haciendo. Además, muchos establecimientos han cerrado en este tiempo y no sé si volverán a abrir. Pero creo que cuando la gente se encuentre segura, volverá a llenar los bares, los museos, los mercadillos, etcétera. Y espero que se dé más prioridad a los comercios tradicionales, ya que son sobre todo los más perjudicados durante este tiempo y los que más van a notar la crisis. Pero, ya para terminar, con la ayuda de todos los madrileños, estoy seguro de que Madrid volverá a ser lo que era.