Proyectos de Investigación

La nueva normalidad en la Colonia de Sta. Clara

por Alberto Solanas Hernández

 

La Colonia de Sta. Clara es un pequeño barrio de Madrid, del distrito de Latina, el cual ha sufrido varios cambios a lo largo de su creación. La colonia se proyectó para dar vivienda a los empleados de RTVE y en los locales se pusieron los despachos de las productoras. La entrevistada, Marisol Solanas Fernández, nos cuenta cómo este barrio vecinal ha sufrido y cambiado durante la pandemia, no solo eso, sino en su propio modo de vida y la supuesta “asimilación” de la “nueva normalidad”. La elección del lugar y la persona es bastante especial ya que la persona lleva residiendo en el mismo barrio de los años setenta, y el transcurso de su vida en barrio antes de marzo de 2020, arroja mucha luz sobre la cohibición de los ciudadanos, ante, durante y tras la pandemia.

La entrevista indaga en el cambio cultural que ha sufrido la sociedad madrileña y española en un periodo de tiempo inferior a seis meses, del simple hecho de pasar las tardes en el cine a encerrarte en tu casa. Al mismo tiempo se deja ver el nuevo gasto que supone la pandemia, ya que en los primeros momentos se hacía acopio de grandes cantidades de alimentos, por miedo a un apocalipsis. La cuestión es que el estar encerrado en tu casa te replanteas muchas cosas en cuestión de comodidad; la entrevistada nos relata que estando en su casa se ha dado cuenta de algunos elementos de su casa no son del todo cómodos para ella y su familia.

 

Mucha gente habla del temor que se tenía o de ese humor que había en los días anteriores al confinamiento, al 12 de marzo sino recuerdo mal. ¿Qué sintió usted cuando llegaron esos días? Quiero decir, ¿usted estaba preocupada con lo que se oía en las noticias?

Pues a ver, sí que estaba preocupada, lo que pasa es que estaba como un poco… a la expectativa, vale; porque una cosa es lo que tú estabas viviendo en la calle, que realmente pues nadie todavía se lo tomaba en serio, la gente seguía saliendo, se iba a trabajar y bueno tampoco notabas ese miedo. Aunque si ya empezabas a tomar cierta reacción, pues por ejemplo: si veías a alguien al lado que estaba malo, o que estaba tosiendo, te juntabas con gente que no conocías y te quedabas así un poco a la espera de ver que te podía ocurrir. Luego ponías la televisión y por un sitio eran unas noticias u otras, entonces estabas un poco desconcertada ante las noticias que iban surgiendo y claro, lógicamente eso también iba afectando a tu vida normal.

¿El confinamiento cambio su estilo de vida?

Claro, por supuesto. Para empezar porque ya no te desplazabas; bueno, sí que seguía yendo a trabajar por ejemplo, durante un par de semanas, pero ya estabas así nervioso porque los primeros días, entre que no sabías cuándo podías salir, ni a qué hora, ni los grupos de gente... Luego ibas en el metro e iba lleno, el autobús, el tren. Entonces estabas con un poco de temor, por un lado estaba deseando llegar a la oficina por estar en un sitio, digamos en un hábitat que conoces, pero luego también allí empezábamos a estar nerviosos porque iba mucha gente que no guardaba muchísimo la distancia de seguridad, y bueno pues sí que es verdad que fue bastante fuerte vivir esa situación. Como tampoco nosotros por nuestra edad habíamos vivido ninguna situación anterior ni de guerra, ni de nada de nada; pues la verdad es que de una forma de vivir bastante normal (con tus libertades, saliendo a donde querías y como querías) a esta situación que decías: “madre mía, qué me pongo, qué salgo, qué no salgo, con quién me junto, con quién no, a qué hora puedo salir a dar una vuelta, que si tengo que ir a trabajar y si me paran.” La verdad que son cosas que no te imaginabas que te iban a pasar.

Y en el tema ocio, por ejemplo ¿usted cambió mucho a la hora de salir, de entrar en su casa, a la hora de hacer planes? Ya no del confinamiento, sino posteriormente.

Sí, claro. Además, estas acostumbrada a unas libertades que tienes; vamos, más que bien unas libertades, unas formas de vida que has tenido... de salir, de irte al cine, irte al teatro, salir a comer, salir a tomar una cerveza, unas reuniones con los amigos, los familiares y todo eso... pues se ha ido cortando. Con lo cual, pues te va limitando y te hace como que te vuelves un poco más austera, porque no gastas, no tienes donde gastar y a la vez un poco más nerviosa y no estás tan confiada de la gente.

Entonces ¿Qué hizo usted para adaptarse a este confinamiento? Viendo que tenía una vida social, una vida más de estar fuera de casa, tanto por el trabajo como por ir al cine, al teatro, las reuniones con amigos y familiares. ¿Qué hizo para adaptarse a ese confinamiento?

Pues realmente no es que yo hiciera mucho, es que la situación te venia dada porque como todo el mundo estaba con la misma situación intentando recortar todo tipo de visitas, y como te he comentado tampoco tenías tanta confianza con la gente que a lo mejor te rodeaba... pues al final decides quedarte más en tu casa. Al principio sí que es verdad, que encima nos costó mucho, porque todo el mundo se lanzó a hacer compras y cosas un poco así compulsivas y luego, ya después, sí que notabas un cierto nerviosismo de estar en tu casa y decir: “son las ocho de la tarde, madre mía. si yo a estas horas estaba aquí, estaba allí"; pues el que sale al gimnasio, el que se va a hacer compra, y si eso no lo puedes hacer pues te buscas otro ocio y cuesta, porque pasas de todo o casi todo lo que puedes hacer a casi nada que puedes hacer. Entonces es complicado buscarse alternativas, sobre todo tan de golpe.

¿Qué alternativas buscó usted? o ¿Qué alternativas escogió para adaptarse a estar todo el día en casa?

Pues a ver, miras el lado bueno y dices: “como casi nunca estoy en casa, me voy a preocupar de poner mi casa más cómoda”, de estar más cómoda el tiempo que tenga que estar a lo mejor viendo más tele o viendo películas, o viendo lo que no puedes ver en las salas lo ves en casa. Pero claro, llega un momento en que la casa se te hace pequeña porque las horas pasan y ya te conoces de cabo a rabo toda la casa, ya tienes todo más o menos resoplado, y tienes las comidas preparadas y todo. Entonces pues te genera, la verdad, un poco de ansiedad, de ver que tienes tiempo y que no sabes en qué utilizar ese tiempo.

A mencionado que busca, en el confinamiento, la comodidad en el hogar. ¿Usted ha cambiado algo de la casa, para que le sea más accesible?, cosas que por ejemplo no había hecho antes porque no se había dado cuenta y gracias al confinamiento... ¿ha realizado alguna obra o instalación?

Pues una vez que estas en casa, yo dije: “no es posible que todo me pasé a mí”, estaba confinada y todo se empezaba a estropear. Iba todo además como en cadena, que si una obra, que si una cosa de un grifo que se estropeaba, que si luego otra cosa, la arreglabas y luego era otra cosa, entonces me he dado cuenta, que si no estoy en casa no veo que todo está totalmente obsoleto y que lo he dejado manga por hombro, bueno, entonces me decidí por hacer una obra en casa, porque además me venía dado y bueno pues sí, me metí en una obra. Lo que pasa que tampoco podías utilizar a gente que te viniera a tu casa, operarios, porque no podían entrar, tuvimos que esperar a que se levantara un poco el estado de alarma para que fueran entrando. Pero es que hubo un momento en que, o sea, te levantabas y decías: “¿Qué se me va a estropear hoy?”, y efectivamente se te estropeaba el frigorífico, el agua, una llave de paso, un grifo... así todo. Yo digo: “están buscando algo para que me entretenga, pero vamos, que me entretenga, pero sin costarme, que al final te gastas una pasta claro”.