Proyectos de Investigación

Hospital universitario Severo Ochoa de Leganés: Del “horror” la “tensión”

por Yahara Rivas Miñano

 

La sociedad madrileña ha visto como sus perspectivas de futuro se desestructuraban, ya que pese al descubrimiento de una nueva vacuna frente al COVID-19 no parece que las restricciones en la capital española vayan a tener un final cercano. Los sanitarios fueron el grupo que más sufrieron las consecuencias de la expansión del COVID-19. Conocer su experiencia durante este periodo de tiempo será clave para cualquiera que esté interesado en hacer una Historia de la pandemia que asoló a todo el mundo en 2020. En concreto, Madrid fue y sigue siendo a día de hoy uno de los lugares más afectados de España, e incluso del mundo. Justamente el Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés fue uno de los más sacudidos por el virus dentro de la Comunidad, donde trabaja María Lourdes Miñano Miñano a sus 56 años como técnico auxiliar en cuidados sanitarios. Por tanto, se quiere dar a conocer los cambios que ha experimentado dicho Hospital y, en concreto, los sufridos por una sanitaria que ha vivido en su propia piel el desastre provocado por el COVID-19.

La entrevista realizada el viernes 22 de noviembre de 2020 a María Lourdes tiene como objeto dar a conocer cómo han vivido los sanitarios la llegada del COVID-19 a Madrid, durante y después de los meses más críticos del confinamiento domiciliario, tanto en su vida laboral como social.

 

Me gustaría saber ¿por qué cree que el Severo Ochoa fue uno de los hospitales más saturados de Madrid? Se me ocurren algunas preguntas como posiblemente si hay una menor concienciación de los habitantes de Leganés, si es un sitio en el que el ocio tiene más relevancia que en otros lugares, o, por ejemplo, que otros hospitales más concurridos que el suyo derivasen pacientes. Algunos motivos.

Es difícil contestar a la pregunta. Posiblemente sea un compendio de todo. El Hospital Severo Ochoa es un Hospital pequeño, con la masiva afluencia de pacientes las urgencias se colapsaron a unos niveles que nunca habíamos visto.

Asimismo, trató de describir su experiencia dentro del hospital durante y después del confinamiento domiciliario. Este aspecto explica por qué se ha elegido este título (del “horror” a la “tensión”) para la entrevista, ya que durante este momento María Lourdes describe la situación del hospital y de los sanitarios como El horror, mientras que el “después” lo clasifica como una normalidad tensa:

Entiendo. También sería interesante conocer algunos aspectos de su vida social. Por ejemplo, ¿usted concurría algún espacio de sociabilización de forma periódica que ahora no? Le pongo un ejemplo: cuándo usted termina su jornada laboral y se va a comer, a almorzar, a cenar con sus compañeros de trabajo, a una cafetería, al comedor del Hospital… Y que ya no vaya por miedo, por no mantener las distancias, porque la gente no está concienciada o algo de eso. O porque han cerrado algunos lugares como bares y restaurantes, porque estamos viendo que, en Madrid, sobre todo, están cerrando muchísimos sitios de hostelería porque no pueden mantenerse económicamente.

Sí, he dejado de ir o a comer o a cenar a restaurantes, con amigos, con compañeros… Con algunos de ellos, a donde iba bastante a menudo. Por varios motivos, sobre todo porque sigo siendo un vector de transmisión e intento reducir mis salidas a centros o a sitios públicos… A sitios cerrados. He retomado algunas de las actividades, pero no todas.

En cuanto a su tiempo libre, ¿hacía usted algún tipo de actividad que haya dejado de hacer para mantener las normas de seguridad? Por ejemplo, se me ocurre que fuera usted al gimnasio a hacer alguna actividad deportiva en un espacio cerrado que ahora no quiera hacer para mantener las distancias, porque es un espacio cerrado como bien he dicho. Algún taller que hacía con sus amigos, familiares…

Sí, tuve que dejar de ir a la escuela de arte donde realizábamos trabajos de novela. Eso se suprimió. Se tuvieron (después del confinamiento) que habilitar esos espacios manteniendo siempre la distancia de seguridad, manteniendo su mascarilla puesta…

Otras de las complicaciones que me trajo la pandemia fue que la publicación de algunos de mis cuentos tuvo que suspenderse y, de momento, no se han retomado por el estado de las librerías y de las editoriales.