Proyectos de Investigación

Villaverde Alto, un barrio obrero en estado de emergencia

por Julia Blázquez Jiménez

 

La entrevista fue realizada el pasado 11 de noviembre del presente año 2020. La entrevistada es Aida Blázquez Marín de 19 años, estudiante, una ciudadana de Villaverde alto, barrio situado en el Sur de la ciudad, una zona que se ha visto especialmente afectada por la pandemia desde principios de verano debido a la gran movilidad que tiene la gente que aquí reside. La razón por la que se ha escogido a esta persona es porque es un caso especial debido a que su zona básica de Salud (San Andrés) lleva encadenando confinamientos varias semanas y en otras muchas zonas del barrio están libres de tal restricción de movilidad debido a que pertenecen a otra área sanitaria. La manera de realizar la entrevista es por vía telemática pues debido a la restricción de movilidad impuesta por la consejería de sanidad de la Comunidad de Madrid, no permiten el desplazamiento hacia su barrio.

 

En tu experiencia personal, ¿cómo has vivido Madrid durante los últimos meses?

Pues sinceramente no la he vivido, o sea solo he podido salir en contadas ocasiones, sí que es verdad que está todo como más apagado y triste y como que ha perdido parte de su esencia y toda vitalidad y… eso, como muy poca gente en general, pero vaya es eso lo que te digo que llevo confinada… ni se sabe, desde verano llevo confinada como unos dos meses.

Estudiabas Radiodiagnóstico por imagen en un hospital ¿cómo te ha afectado a eso?

Pues mal, porque, claro, al hacer las prácticas en el hospital, uno de los primeros sitios donde nos prohibieron la asistencia fue en los hospitales por ser uno de los principales focos, y claro me quedaban como dos, bueno tres meses de prácticas porque era marzo, y… nada un día de repente nos dijeron que nos teníamos que ir a casa, que en un principio iban a ser dos semanas y nada, se fue alargando y ese día que nos fuimos, pues ya no pudimos volver ni siquiera a recoger nuestra orla, nos quedamos sin graduación… y bueno es verdad de que yo además he tenido suerte porque llevaba ya dos años haciendo prácticas pero en general la mayoría de los grados superiores las prácticas están concentradas en los últimos tres meses de curso con lo cual este curso en sí, esta promoción de grados superiores, no han tenido prácticas o sea… y se supone que a lo mejor se iban a haber retomado en septiembre, pero claro… tal y como están las cosas, imposible, así que nada.

Evidentemente has cambiado tu relación con el espacio público y privado ¿en qué medida? ¿Cómo se desarrollan las visitas a estas personas?

Pues a ver… evidentemente mi vida ha cambiado, o sea mi área sanitaria en concreto lleva encadenando restricciones casi dos meses, por ejemplo mi hermano, mi cuñada y mis sobrinos viven en un pueblo de Madrid, y antes nos veíamos todos los fines de semana, pues bien, ahora tenemos que hacerlo por videollamada porque al vivir en otro pueblo no permiten ir, así que llevo dos meses casi sin verlos; y a mis amigos más de lo mismo, los que viven en mi barrio, pues sí que es verdad, que de vez en cuando puedo verles pero incluso viviendo dentro del mismo barrio al estar dividido en dos áreas sanitarias diferentes, hay algunos a los que ni siquiera puedo verles, y es que de hecho es gracioso porque una de mis amigas es también mi vecina, pero al vivir dos calles más adelante ya pertenece a otra área sanitaria y tampoco puedo verla; o sea que no tiene ningún sentido y no sé, o sea está bien que nos restrinjan la movilidad o que, pues eso se tomen medidas, pero jolín, se podía cerrar un barrio entero no dividirlo en dos, que para comprar el pan tengo que irme a una que está mucho más lejos, porque la que pilla al lado, pertenece ya a un área sanitaria distinta.

¿Crees que la gente en tu barrio está concienciada del virus? ¿Hay muchas infracciones de las normas sanitarias tales como ir sin mascarilla, beber en la calle, saltarse el confinamiento sin motivo justificado, salir tras el toque de queda…?

Pues creo que en mi barrio la gente se lo ha tomado bastante en serio, en los establecimientos se mantienen las medidas de seguridad, la gente es respetuosa, mantiene las distancias; yo las veces que he salido no he visto nada fuera de lo común; la gente cuando… bueno, por ejemplo yo, casi todas las mañanas salgo a pasear y la gente es super respetuosa tanto unos como otros y cuando nos vamos a cruzar, nos cambiamos de acera o nos alejamos entonces no nos cruzarnos unos enfrente de otros, sino que, nos distanciamos para mantener los dos metros de distancia. Y tampoco he escuchado nada de fiestas o que la gente beba en la calle, la gente se está portando bastante bien por lo general.

¿Cómo piensas que la situación económica y social afecta a la mayor o menor incidencia del virus en tu barrio?

Vivo en un barrio tradicionalmente obrero donde mucha gente trabaja en la construcción, limpieza, servicios y cuidados a otras personas por lo que debido a su trabajo no han podido teletrabajar por lo que se han mantenido durante todo este tiempo expuestos y por ellos han estado mucho más en contacto con el virus y con mucha mayor probabilidad de contagio; es verdad, que para ir a trabajar, la mayoría tiene que salir fuera porque dentro del barrio los únicos trabajos en sí que hay son bares, restaurantes…hostelería en general y claro, en general, todos los días todo el mundo, pues eso, tiene que salir fuera y coger el transporte público o irse a otras áreas de Madrid… así que sí, creo que por ello, se han visto mucho más expuestos y quizás por eso el índice de contagios se ha mantenido tan alto durante toda la pandemia.

¿Cómo ves la situación de tu vecindario/barrio en los próximos años? ¿Consideras que las secuelas de la pandemia serán prolongadas en el tiempo y muy duras? ¿Habrá capacidad de reacción y recuperación?

Pues la verdad es que veo un futuro muy negro y complicado para los vecinos, al fin y al cabo, son los más vulnerables a la pérdida de empleo y los que menos colchón económico tienen y, por tanto, los que a largo plazo van a sufrir las consecuencias económicas pospandemia. De hecho, ya han aumentado el número de familias que necesitan ayuda para comer y llegar a fin de mes. O sea, alguna vez que he pasado por zonas donde reparten comida, cada vez las colas son más largas e incluso familias que antes vivían una vida normal, tenían trabajo… no eran ricos, pero podían llegar a fin de mes, pues a lo mejor, ahora, están los dos padres sin empleo y de repente se han visto en una situación en la que no se hubieran imaginado vivir, o sea eran familias más o menos acomodadas y que ahora se están viendo hacer cola para pedir incluso comida. Sí que es cierto, además, que somos un barrio muy unido que nos estamos ayudando mucho unos a otros, hay una asociación de vecinos que está trabajando mucho y hemos donado comida, alimentos… así que creo que lo “bueno”, de vivir en un barrio obrero es que en situaciones de pobreza o situaciones en las que todos lo podemos pasar mal, pues como que nos arropamos mucho unos a otros e intentamos salir adelante; también consumimos dentro del barrio, intentamos hacer comercio local… pues cosas así.

 

La foto muestra el bloque de edificios donde reside la entrevistada.