La investigación, publicada en Science, permitirá estudiar planetas habitables en un futuro cercano

5 mar 2021 - 13:10 CET

Aroa Calvo Rodal

Un equipo científico internacional, liderado por el Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) alemán en el que participa el grupo de Astrofísica Estelar de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto recientemente una súper-Tierra caliente situada en nuestro Sistema Solar. El descubrimiento de este exoplaneta y su ardiente atmósfera servirá para estudiar planetas habitables en un futuro próximo.

En los últimos 25 años, gracias al trabajo de instrumentos astronómicos diseñados específicamente para la caza de exoplanetas, los astrónomos han conseguido elevar a varios miles el número de mundos descubiertos fuera del Sistema Solar compuestos de roca, hielo y gas. Sin embargo, de todos ellos, muy pocos se parecían a la Tierra.

En esta investigación, gracias a la combinación de diferentes técnicas de observación, los astrónomos han conseguido determinar una gran cantidad de masas, tamaños y densidades planetarias, lo que les permite estimar su composición interna.

Con este hallazgo, los expertos pretenden caracterizar los exoplanetas similares a la tierra gracias al estudio de sus atmósferas. La dificultad añadida es que el estudio de las atmósferas de estos planetas rocosos es extremadamente difícil, ya que todavía no existen los instrumentos necesarios para llevarlo a cabo. Por ello, aún no se han probado los modelos atmosféricos disponibles de planetas rocosos.

En este reciente estudio, publicado en la revista Science, se ha hecho público el descubrimiento de una nueva súper-Tierra caliente orbitando la cercana estrella enana roja Gliese 486, situada a tan solo 26 años-luz del Sol. Este nuevo planeta, bautizado como Gliese 486 b, tiene 2,8 veces la masa de la Tierra y es solamente un 30% más grande.

A través del cálculo de su densidad media, se ha deducido que Gliese 486 b tiene una composición similar a la de Venus o la Tierra, que contienen núcleos metálicos en su interior. Es decir, un astronauta en la superficie de Gliese 486 b sentiría una gravedad un 70% mayor que la que experimentaría en la Tierra.

Este nuevo planeta gira en torno a su estrella en una trayectoria circular cada 1,5 días y a una distancia de 2,5 millones de kilómetros. Aunque esté muy cerca de su estrella, Gliese 486 b conserva una parte de su atmósfera original, por lo que es el planeta ideal para examinar su atmósfera e interior con la próxima generación de telescopios espaciales y terrestres.