El presentador de las mañanas de RNE celebró con nosotros el DMR 2021

15 feb 2021 - 11:40 CET

Cristina Hidalgo | Redactora SSII Inforadio

La Covid-19 ha puesto en jaque el mundo tal y como lo concebíamos hasta el momento: todo
tipo de negocios y empresas se han visto obligados a reinventarse para no morir. El
periodismo, en general, y la radio, en particular, no han sido una excepción.
En un momento tan complicado como el actual, Internet parece haberse convertido en
panacea de todos los males que inundan el panorama mediático. Sin embargo, la tecnología no
siempre es un salvavidas infalible; aunque, como apunta Íñigo Alfonso, puede y debe verse
como un aliado fundamental “para seguir creciendo”.
Si algo ha aprendido el director y presentador de ‘Las mañanas de RNE’ durante los meses de
confinamiento es que la radio –del presente y del futuro– ha de ser, sobre todo, humana.

“Las dificultades técnicas no son hoy un inconveniente insalvable; con todos los avances a nuestro
alcance, se pueden superar. Lo realmente importante y lo que hace única a la radio es la
capacidad de acompañar a la sociedad en las distintas etapas que vive: hay que acompañarla
en sus momentos de bonanza, pero también cuando sufre”.

En ese sentido, destaca el periodista, “la posibilidad que hemos tenido de acompañar a la sociedad durante esta
pandemia ha sido algo inigualable”. Ahora, más que nunca, queda claro que “la radio es
humana o no es”.
Para que funcione, anota el locutor, esta debe ser un medio muy pegado a la sociedad, “capaz
de sintonizar con el oyente y hablarle de tú a tú, para ganarse su confianza”. Esa es la única
manera de testar la calidad de la radio y conseguir que más gente se incorpore cada día a este
medio que Íñigo Alfonso define como “una obra humana en continua adaptación”.
En los últimos años, los cambios se están acelerando a un ritmo vertiginoso: cada día irrumpen
en el universo radiofónico nuevas formas y formatos –como el podcast, el streaming o la
radiodifusión online–, que “a veces se consolidan y otras veces, no”. Esta realidad obliga a las
empresas de comunicación a vivir en un proceso constante de renovación con el fin de hacer
frente a cambios que, en ocasiones, son “enormemente fugaces”.
El podcast ha sido, sin duda, una de las herramientas que más ha revolucionado la forma de
hacer y entender la radio. Lejos de temerle, Íñigo considera ahora este se ha
convertido en

“una gran pista de aterrizaje para la radio, puesto que permite incorporar a la
radio en directo a jóvenes y mayores que no tienen una relación muy intensa con el medio”.
Además, añade, ha sido un gran complemento a la hora de permitir que personas ajenas a la
radio “puedan vivir la magia de crear y expresar con la voz”.

“La radio son sus oyentes y, cuantas más vías de llegada tenga a su disposición, más fuerte
será”.

Ni el podcast, ni el streaming, ni la radiodifusión online, asegura el locutor, acabarán
nunca con la radio convencional. La radio en directo no morirá porque es comunidad.

“La radio siempre tiene un punto de expectativa que la mantiene viva; la radio regala a sus oyentes la
sensación de estar compartiendo un minuto de su vida con el resto. Eso es exactamente lo que
tiene la radio en directo que no tiene la televisión, ni los periódicos, ni mucho menos los
medios digitales. La capacidad que tiene un sonido de entrar en tu cabeza, de cautivar tu
ánimo, de emocionarte, atraerte y dar rienda suelta a tu imaginación, eso solo lo tiene la
radio”.