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M. A. Casquet, J. A. Fenández, S. Quiroga y C. Suárez (2025) Del riesgo a la vulnerabilidad: análisis del comercio global de combustibles fósiles

Por: Miguel Ángel Casquet, José Alejandro Fernández, Sonia Quiroga y Cristina Suárez

23/10/2025

Abstract: 

Esta entrada de blog examina la vulnerabilidad del comercio internacional de combustibles fósiles —petróleo, gas y carbón— entre 1995 y 2023, considerando el riesgo institucional de los países exportadores. Los datos muestran una tendencia hacia una mayor seguridad en el comercio energético global, aunque persisten riesgos relevantes asociados a la concentración en ciertos actores y la falta de información confiable. Asimismo, el comercio no registrado puede subestimar la exposición real.

En los últimos años, el crecimiento económico global y los esfuerzos por cumplir los objetivos de sostenibilidad se han visto interrumpidos por eventos geopolíticos, como la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la guerra Estados Unidos e Iraq de 2003, y la Primavera Árabe (2010-2012), entre otros. Estos sucesos han desestabilizado los mercados energéticos, las cadenas de suministro y la seguridad global, afectando el llamado trilema energético (Energy Trilemma), que busca equilibrar sostenibilidad, seguridad y asequibilidad de la energía (WEC, 2024). Como consecuencia, ha surgido un fenómeno conocido como powershoring (Arbache, 2022), que consiste en obtener insumos energéticos de países institucionalmente más seguros. Dada la amplitud del tema, en este análisis nos centraremos en la siguiente pregunta: ¿Existe un nivel de vulnerabilidad mayor en el comercio de productos energéticos? 

A pesar de los distintos planes elaborados por los países para reducir la dependencia energética como el Plan REPowerEU de la Unión Europea (European Comission, 2022), la Inflation Reduction Act (U.S. Congress, 2022) y en China, el 14º Plan Quinquenal (2021–2025) (NDRC, 2022), el consumo de combustibles fósiles sigue siendo predominante en el consumo total de los países. Muchos países carecen de estos recursos y dependen de su importación —principalmente gas, combustibles fósiles sólidos y petróleo—, que representaron el 81,3 % del consumo energético mundial en 2024, con el gas aportando el 23,6 %, el carbón el 26,2 % y el petróleo el 31,6 %.

Para responder a esta pregunta, utilizaremos la base de datos BACI, que abarca el período 1995–2023 y proporciona información sobre flujos bilaterales de comercio para 200 países a nivel de producto, con código HS de 6 dígitos. Esta información se complementará con el indicador Rule of Law, un índice proporcionado por el Banco Mundial que evalúa la calidad institucional y el nivel de seguridad jurídica de los países. La escala va de 0 a 1 1 , donde 0 indica un alto nivel de gobernanza y seguridad, con cumplimiento efectivo de las leyes y bajo riesgo de corrupción, mientras que 1 refleja una gobernanza débil, inseguridad jurídica y mayor riesgo en las actividades económicas y comerciales. Por ejemplo, Somalia presenta un alto nivel de riesgo con un índice de 0,92 en 2023, mientras que Finlandia registra 0.

Para responder a la primera pregunta, multiplicamos, para cada producto —combustibles fósiles sólidos, gas y petróleo—, el nivel de exportaciones por el riesgo relativo del país en cada año. Los resultados se presentan en el Gráfico 1.

 

 

 

 

Vamos a diferenciar el análisis según los tres principales recursos energéticos:

 

Combustibles fósiles sólidos

El índice de riesgo para este producto comenzó en 1995 con el nivel más bajo en comparación con otros productos. Ese año, Australia concentraba el 28% de las exportaciones y Estados Unidos el 14,7%, siendo los principales exportadores. A partir de 1995, el riesgo mostró una tendencia creciente hasta 1999 donde se dispara en 2000 con un aumento adicional de 4,8 puntos porcentuales, impulsado por la mayor participación de China (3,3 pp.) e Indonesia (5,1 pp.), mientras que la cuota de Estados Unidos cayó 4,1 pp. Desde entonces y hasta el final de la serie, el índice se mantuvo relativamente estable, aunque se observaron cambios importantes en la distribución. Por ejemplo, China dejó de ser un actor relevante, Sudáfrica redujo su participación en 9,4 puntos porcentuales, mientras que Indonesia creció de manera sostenida hasta alcanzar el 32,4 % de la cuota exportadora, acompañando estas mejoras con avances en su calidad institucional. Asimismo, Rusia emergió como uno de los principales exportadores, con un 15,9 % al final del período analizado, junto con un fortalecimiento de su calidad institucional en los últimos años, lo que explica su incremento reciente.

 

Petróleo 

El petróleo sigue una tendencia distinta a la de otros productos. Durante muchos años ha sido considerado el recurso con mayor riesgo, ya que gran parte de su producción proviene de países con empeoramiento de la calidad institucional debido a situaciones políticas y económicas inestables, como Irán, Arabia Saudí, Irak o Rusia. Entre 1995 y 2009, la exportación de petróleo creció de manera constante, pero luego comenzó a caer hasta el final del período analizado. En 1995, los principales exportadores eran Arabia Saudí (15,2%), Noruega (6,7%) y Rusia (5,8%). Hacia el final de la serie, Estados Unidos aumentó su participación, alcanzando un 9,3% desde 2011. Este indicador refleja un alto riesgo, ya que muchos países dependen del petróleo de naciones con alta volatilidad, como Nigeria, Angola, Venezuela, Rusia, Irán e Irak. Además, no todos los países reportan datos de forma constante: Irán no informó entre 2012 y 2015, Irak entre 2000 y 2010, Venezuela desde 2017, y Angola solo entre 2008 y 2010. Estos países aportaban entre el 3% y 4% de la cuota de exportación en los años en que aparecen. Por eso, es probable que el índice esté subestimado por falta de información.

 

Gas

En el mercado del gas natural, el riesgo ha disminuido de manera constante a lo largo de los años, debido principalmente al comercio con países de mayor seguridad institucional. El índice comenzó en 0,42 y terminó en 0,32, el valor más bajo de toda la serie. Al inicio, los principales exportadores eran Rusia (40 %), Canadá (16 %), Países Bajos (8 %) y Argelia (7 %). Con el tiempo, la distribución cambió de manera notable: Australia aumentó su participación en 7 puntos porcentuales, mientras que Canadá disminuyó en la misma proporción. Estados Unidos ganó relevancia, alcanzando el 16 % de las exportaciones, Rusia disminuyó hasta 10,9 %, y nuevos actores con alta calidad institucional se incorporaron al mercado, como Qatar (11,3 %) y Noruega (9,9 %). Esta reducción del riesgo se asocia también a mejoras en la calidad institucional de otros países exportadores, como Argelia, Indonesia, Malasia y Qatar.

 

Los resultados muestran una tendencia clara: el comercio energético global se está volviendo más seguro. Sin embargo, existe una importante heterogeneidad entre países que no abordaremos en este post. Aun así, es necesario mantener cautela, ya que la falta de información fiable puede condicionar el análisis. 

En este contexto, es importante mencionar el denominado “comercio fantasma” (dark trade) que consiste en exportaciones que no se registran oficialmente, lo que oculta riesgos reales, especialmente en países sancionados como Irán, Venezuela y Rusia (Seatrade Maritime News, 2025).  Por ejemplo, Irán camufla su petróleo como iraquí, alterando documentos y utilizando campos compartidos, y ha establecido corredores energéticos con Irak, Siria y Turquía para transportar hidrocarburos fuera del control occidental (Fernández, 2024). Venezuela, también recurre a mecanismos similares para evadir sanciones internacionales, utilizando rutas y compradores intermedios que dificultan el rastreo de su crudo. Mientras tanto, Rusia utiliza la flota fantasma, que permite dar salida al crudo al margen de los controles convencionales (Muñoz Abad, 2025).

Es por ello que este tema requiere aún más investigación: entender qué parte del riesgo de comercio proviene del comercio oculto, cuáles son los países que más compran y cómo esto amplifica su exposición, el análisis de este fenómeno será clave para anticipar los giros del mercado energético global.

 

Referencias

Arbache, J. (2022, noviembre 14). Powershoring. CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe. https://www.caf.com/es/blog/powershoring/

European Commission. (2022, May 18). REPowerEU plan (COM (2022) 230 final). https://eur-lex.europa.eu/resource.html?uri=cellar:fc930f14-d7ae-11ec-a95f-01aa75ed71a1.0001.02/DOC_1&format=PDF

Fernández, E. (2024, 30 de mayo). Rusia e Irán intentan evadir sanciones mediante corredores de gas y petróleo. Atalayar. https://www.atalayar.com/articulo/economia-y-empresas/rusia-iran-intentan-evadir-sanciones-corredores-gas-petroleo/20240530061000200620.html

Muñoz Abad, R. J. (2025, 28 de julio). El fenómeno de la flota fantasma y sus riesgos para España. Real Instituto Elcano. https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el-fenomeno-de-la-flota-fantasma-y-sus-riesgos-para-espana/

National Development and Reform Commission (NDRC). (2022, June 1). 14th Five-Year Plan for Renewable Energy Development. China Energy Portal. https://chinaenergyportal.org/en/14th-five-year-plan-for-renewable-energy-development/

U.S. Congress. (2022). H.R. 5376—Inflation Reduction Act of 2022. Congress.gov. https://www.congress.gov/bill/117th-congress/house-bill/5376

Seatrade Maritime News. (2025). ¿Podrían estar contados los días de la flota oscura? Seatrade Maritime. https://www.seatrade-maritime.com/tankers/could-the-days-of-the-dark-fleet-be-numbered-

World Energy Council (WEC). (2024). World energy trilemma index 2024. https://trilemma.worldenergy.org