Áreas Docentes e Investigadoras

Historia del Área

Los estudios de árabe de la Universidad de Madrid están relacionados con su origen complutense, es decir, con el traslado de la Universidad de Alcalá de Henares a Madrid en 1836.  No surgían de la nada. Tenían ya una larga trayectoria, aunque, institucionalmente, algo discontinua.

Los estudios de árabe en la Universidad española están documentados desde los siglos XIV y XV, en la Universidad de Salamanca. Y, al margen de ella, habían producido algunos diccionarios, como el Vocabulista in arabico, atribuido a Ramón Martí (siglo XIII) y las obras de Fray Pedro de Alcalá Vocabulista arábigo en letra castellana (impreso en 1505) y Arte para ligeramente saber la lengua arábiga (ca. 1506), todos ellos basados en el árabe granadino y destinados a los misioneros encargados de convertir a los musulmanes de las tierras conquistadas a los árabes de Al-Ándalus.

Más adelante, las necesidades de la diplomacia de la Corona de España llevaron, en 1593, a instancias de Felipe II, a la creación de una cátedra de árabe adscrita al Colegio Trilingüe de la Universidad de Alcalá de Henares, que se adjudicó a Diego de Urrea, traductor del rey, que además de intérprete en las relaciones con el reino de Marruecos, se encargó de catalogar los manuscritos de El Escorial, traducir obras científicas y técnicas árabes, y redactar libros de historia basados en fuentes árabes.

Otra institución precomplutense aparece ligada a los estudios de árabe en Madrid: la Casa de los Estudios, fundada en 1569, luego Colegio Imperial de los Jesuitas, y más adelante, Reales Estudios de San Isidro, re-fundada por Carlos III en 1770, tras la expulsión de los jesuitas. En ella estudiaron algunos de los arabistas del siglo XVIII, varios de ellos radicados en el Monasterio de El Escorial, como fray Patricio de la Torre, autor de un Vocabulista Castellano Arábigo (1805). Vinculado a El Escorial también está el P. Fray Francisco Cañes, misionero y lector de árabe en el Colegio de Damasco, autor del Diccionario Español-Latino-Arábigo, publicado en Madrid en 1787.

Es posible que en los Reales Estudios de San Isidro se produjera el primer contacto con el árabe de Pascual de Gayangos (1809-1897). A su vuelta de París, donde había cursado árabe con los mejores arabistas de la época, en 1843 Gayangos fue nombrado catedrático de árabe de la recientemente creada Universidad Central de Madrid. Con él empieza una nueva fase en los estudios árabes, de amplia repercusión internacional, particularmente vertida hacia la historia y la cultura de Al-Ándalus. A uno de sus discípulos, Francisco Codera (1836-1917), catedrático de árabe en la Universidad de Madrid (1872-1902), y firme promotor de la edición de fuentes árabes, se le considera el verdadero fundador de una larga dinastía de arabistas que ejercieron su docencia en la Universidad de Madrid, entre los que destacan: Julián Ribera (1905-1927), Miguel Asín Palacios (1903-1941), Emilio García Gómez (1934-1975), y sus discípulos. Su estudio se centró en Al-Ándalus: historia, filosofía, mística, literatura, poesía, prosa de arte, maqāmāt, literatura comparada, lingüística, arabismos y toponimia, etc. Y su órgano de expresión fue la revista Al-Andalus (1933-1978), creada por Asín y García Gómez para las Escuelas de Estudios Árabes de Madrid y Granada (a partir de 1939, integrada en el CSIC).

En los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, los estudios sobre Al-Ándalus en nuestra Universidad atrajeron a numerosos estudiantes árabes, que acabarían convirtiéndose en grandes arabistas e hispanistas, como ʿAbd al-ʿAzīz al-Ahwānī, Ḥusayn Mu'nis, al-Ṭāhir Aḥmad Makkī, Maḥmud ʿAlī Makkī, etc., editores de obras fundamentales para el estudio de Al-Ándalus, y para la difusión de la literatura en lengua española dentro del mundo árabe.

La inclusión de la lengua árabe en los cursos de estudios comunes de la Facultad de Filosofía y Letras, desde principios del siglo XX, permitió un nuevo acercamiento a la cultura árabe y el aumento progresivo del número de sus estudiantes. De hecho, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, antes de su separación en tres Facultades (Filología, Filosofía e Historia), en 1974, llegó a tener hasta 31 grupos de lengua árabe en los dos primeros años de la carrera.

Desde finales de los años sesenta, muchos de los arabistas licenciados por la Universidad Complutense formaron parte de los Departamentos de Árabe de varias Universidades de nueva creación, como la Universidad Autónoma de Madrid (1968). O de la plantilla de los institutos de humanidades del CSIC, cuando este se convirtió en un organismo totalmente independiente de la Universidad.

A partir de los años ochenta, los estudios de árabe e islam se amplían a la literatura y la historia árabes contemporáneas, la sociología, etc. Y más adelante se incluyen en nuestro plan de estudios las lenguas persa y turca.

A partir del cambio de siglo, con la importancia de la globalización, las migraciones y la problematización del islam, se ha desarrollado una línea de trabajo sobre islam en Europa, diáspora y ciudadanía, de la que surge el Máster en Estudios Avanzados sobre el Islam en la Sociedad Europea Contemporánea.

Desde 1990, el Área de Estudios Árabes e Islámicos cuenta con la revista Anaquel de Estudios Árabes, impulsada por la Dra. María Jesús Viguera Molins, directora del entonces Departamento de Árabe e Islam.

En 2018, el hasta entonces Departamento de Estudios Árabes e Islámicos se convirtió en una de las áreas del actual Departamento de Lingüística General, Estudios Árabes, Hebreos, Vascos y de Asia Oriental.


Página del Arte para ligeramente saber la lengua arábiga, de Pedro de Alcalá.

El hispanista egipcio Mahmud Ali Makki y la arabista Soledad Gibert Fenech, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, años 60.

Arabistas en formación, UCM, curso 1956-1957: Rodolfo Gil, Fernando de la Granja, ¿Rosa Kühne? y Pedro Chalmeta.

PERSONAL | Área de Estudios Árabes e Islámicos

Cartel del antiguo departamento.