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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Jueves, 14 de noviembre de 2024

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Joan Cañellas: "«Cuando en el balonmano había dinero se hizo igual que todo el país: compramos, da igual qué”

Del 11 al 27 de enero se celebró en España el Campeonato del Mundo de Balonmano. Por segunda vez en su historia, la selección española se proclamó campeona del mundo. Uno de los jugadores más destacados del campeonato fue Joan Cañellas, central del BM Atlético de Madrid, quien desde este curso continúa sus estudios de Farmacia en la Universidad Complutense. Lejos del divismo que en muchas ocasiones se relaciona con los deportistas de elite, Joan se ha integrado a la perfección entre sus compañeros. Como él mismo subraya, cuando acude a la Facultad no solo busca sacarse un título lo antes posible, sino también entablar relación con jóvenes de más o menos su edad, y así "conseguir que el balonmano no sea lo único que haya en mi vida". Hasta tal punto ha encajado entre sus compañeros, que incluso se ha ofrecido a "medio entrenar" al equipo de balonmano de la Facultad.
Joan empezó a cursar Farmacia en la Universidad de Barcelona hace ya unos cuantos años, pero su traslado por motivos deportivos a Ciudad Real, le hizo tomarse un descanso. "Seguí matriculado en la Universidad de Barcelona, pero claro desde la distancia todo es más complicado". El traslado definitivo del equipo a Madrid este año -la pasada temporada el equipo ya pasó a denominarse Atlético de Madrid y a disputar sus partidos como local en Madrid, aunque los entrenamientos los continuaba haciendo en Ciudad Real- le animó a pedir el traslado de expediente a la Complutense. "Quería hacer el traslado porque me gusta venir a clase, me gusta aprender. Con los apuntes de otros años se puede estudiar, pero prefiero venir a clase".
- ¿Por qué estudias Farmacia?
- Por dos motivos. Uno, se puede decir que por tradición familiar. Mi madre tiene una Farmacia. Mis primos también se dedican a eso. Pero, sobre todo, y ese es el segundo motivo, es porque a mí me gusta todo lo relacionado con la ciencia. Farmacia tiene mucha de las cosas que me gustan. Me gusta Biología, me gustan Química, Física, Matemática... No tenía muy claro qué hacer. Había varias carreras, como Biotecnología, sobre todo, que me interesaban. Pensé que si estudiaba Biotecnología cuando la terminara con 27 o 28 años, si todo iba bien seguiría jugando al balonmano e iba a tener que estar 5, 6, 7 u 8 años desde que terminara hasta que pudiera empezar a ejercer o lo que fuera. Una carrera tan nueva, como puede ser Biotecnología, en ese aspecto me iba a quedar desfasado. Por eso, al existir la farmacia de mi madre y al tener muchas asignaturas comunes con Biotecnología decidí estudiar esta, sacarme el título, y después si todo va bien y tengo tiempo ir a por la otra, que quizá es la que más interés me despertaba al inicio. Sigue siendo esa un poco mi intención, aunque la realidad es otra. A medida que van pasando los años, cada vez es más difícil. He estado 3 años viviendo en un sitio donde no había Facultad de Farmacia y sé que si voy a algún sitio donde no pueda estudiar, todo se complica muchísimo. Si estoy cinco años en Madrid, estoy seguro que tendré la carrera universitaria. Pero como la vida del deportista no sabes para donde va a ir ni donde va a terminar... También empiezo a tener una edad, ya son veintiséis años, y pronto ya empezaré que si niños, que si no se qué, que el tiempo para los estudios cada vez es más complicado.
- ¿Estudias por estudiar o buscas un futuro?
- Estudio porque me gusta estudiar, y estudio porque evidentemente quiero un buen futuro. Al principio me gustaba la idea de trabajar en una farmacia, como ha hecho mi madre o mis primos. Pero luego también el tema de viajar tanto con el equipo, y el hecho de que hasta me cuesta estar dos o tres semanas en casa, creo que para el futuro se me va a quedar un poquito corto, quizá, el estar detrás de un mostrador siempre. Entonces a partir de ahí, a abrir mente y buscar otras cosas. El tema de laboratorio también es un tema que me gusta mucho. Quizá iría más relacionado si pudiera hacer también Biotecnología, pero bueno...
- ¿Y en el mundo del balonmano, no ves tu futuro?
- De inicio, no. Con los años te lo puedes ir planteando. Pero todavía ahora seriamente no creo. Me gustaría ser entrenador pero más de niños, quizá más a nivel de mi pueblo o como mucho en Granollers, que es el gran sitio cerca de mi pueblo donde se juega más balonmano. La verdad es que sí me gustaría tener la opción de mostrar o enseñar a los niños. Ya hago un campus para niños en verano, y sí me gusta, pero a nivel profesional todavía no lo veo. Quizá con el tiempo sí, pero mi novia está contenta de que hoy por hoy no lo vea. Ella está harta de dar vueltas, aunque todavía le queda un poco. Mi futuro profesional es difícil que pase por el balonmano. Alguna relación tendré, seguro, pero no me veo de entrenador, manager o gerente.
- La situación económica del país y del balomnano en particular, está provocando que muchos de los mejores jugadores españoles se hayan animado a fichar por clubes extranjeros. ¿Tú lo tienes descartado?
- No, no lo descarto. Estamos en una situación todos muy parecida. El futuro en España ahora mismo a corto plazo es muy incierto. Los equipos más fuertes del balonmano, igual que está pasando en el baloncesto, menos en el Barça y el Madrid, que son los dos intocables, están bajando todos el presupuesto. En balonmano hay muchos equipos que han desaparecido y otros que pese a jugar en primera son prácticamente amateurs, y los jugadores se ven obligados a trabajar a la vez que juegan. Si esto sigue bajando y viendo cómo están en otros países, que no están tan mal, y hay clubes que siguen apostando por este deporte, pues evidentemente uno se lo tiene que plantear. Si se ha ido tanta gente, el motivo está claro por el que es. Entonces, bueno, la verdad es que estoy muy contento aquí, el Atleti está haciendo un gran esfuerzo para que no suframos económicamente, y eso es de agradecer, pero está claro que nunca se sabe. Igual que yo vine de rebote y en el último momento al Ciudad Real, que ahora es el Atlético, nadie sabe cómo va a terminar o cómo dentro de un año, dos, tres o cuatro voy a estar jugando. Tengo en ese aspecto mentalidad abierta. Tengo todavía juventud y no tengo aún niños y esas cosas que, a veces, a la hora de irte hacen que te lo pienses más. Pero, bueno, ya se verá. Lo que sea será para bien, y, bueno, tampoco viene mal conocer otras lenguas o países. Por lo que sé por la gente que se ha ido, evidentemente se hechan cosas de menos de aquí, comida, familia, amigos y tiempo, pero tiene cosas buenas también.
- Durante el mundial se ha hablado mucho de que el papel de la selección era fundamental para que el balonmano tirara hacia arriba. Casi se decía que teníais que ganar el Mundial para salvar el balonmano español. ¿Habéis tenido esa sensación?.
- Pues sí, esa sensación la teníamos a veces nosotros. Considerábamos que era un poco injusta porque realmente se nos ponía mucha presión. Parecía que si no se ganaba, el balonmano se iba a pique y nosotros éramos los culpables.
- Y ganasteis. ¿Y ahora qué?
- Sí, por suerte al final se ha ganado. La gente que nos ponía presión no sé si se esperaba que a partir de ahí los clubes empezarían a ingresar más dinero. Que la gente empezaría a poner más patrocinio... Creo sinceramente que ganar el Mundial sí puede ayudar sobre todo a la hora de los niños. Quizá a muy corto plazo eso se note mucho y durante unas semanas en los patios de los colegios se haya jugado más a balonmano. Pero para que esta ilusión siga generándose, tienen que trabajar los clubes, la federación y las federaciones territoriales, no solo la española. Y bueno, en eso están. Creo que la imagen de la selección que se ha vendido ha sido buena. Y creo que en ese sentido la Federación Española tiene mucho margen de mejora. El nuevo presidente que salga tiene un trabajo bonito que hacer, y realmente se pueden sacar frutos. Los clubes creo que quedan un poco aparte de todo eso. Pueden, lo dicho, que haya más niños o que gracias a la selección puedan encontrar algún patrocinio más, pero en realidad se lo tienen que generar ellos. La realidad es que ahora jugamos todos con nuestros equipos y que las afluencias a los pabellones siguen siendo parecidas. Los equipos van a seguir dependiendo de pequeñas aportaciones para salvar las temporadas... Como digo, creo que queda un trabajo que puede ser muy bonito de realizar, pero lo cierto es que hay que poner ganas, imaginación y, sobre todo, muchas horas y tiempo, y no esperar gran recompensa a corto plazo. Es una cosa que hay que hacer como una hormiguita. En ese aspecto, Francia lo ha hecho muy bien. Su selección ha ganado durante mucho tiempo, y quizá ese es un poco el camino a seguir a nivel sobre todo de marketing. El marketing en el balonmano español es inexistente y ahí es donde hay que mirarse para crecer, como ha hecho el baloncesto en su momento, o como se está haciendo en otras ligas. Sin marketing no se va a ningún lado.
- El próximo presidente de la Federación, precisamente, lo más probable es que sea un compañero tuyo, José Javier Hombrados.
- Yo deseo que Jota [como coloquialmente se conoce a Hombrados] lo sea, y no solo porque sea ex compañero o compañero, como quieras llamarle, sino porque sé que es un hombre al que le gusta el balonmano. Es un hombre inquieto, que va a hacer todo lo posible. Y ahora lo que se necesita no es un hombre conformista, sino alguien con iniciativa, que genere, que tenga ilusión por crecer. En ese aspecto creo que Jota es una persona ideal y que sería un error meter a una persona que solo quiera estar ahí por ser presidente y no quiera trabajar. Jota es todo lo contrario. Es una persona ambiciosa, hiperactiva, diría yo, y eso seguro que va a dar mucho juego al balonmano. Aparte, es joven dentro de lo que cabe, para ser presidente. Y bueno, la forma de ver el balonmano, y él que lo ha vivido muy recientemente, seguro que puede ser buena para el deporte.
- Hay quien dice que la solución es animar al Real Madrid para que haga una sección de balonmano y, con su rivalidad con el Barcelona, dar el espaldarazo popular que le falta hoy a ese deporte.
- Bueno, está claro que es bueno que en las grandes ciudades haya también balonmano, pero donde realmente ha estado funcionando hasta ahora ha sido en ciudades en las que no hay fútbol de primer nivel. Donde mejor ha funcionado el balonmano ha sido en León, donde el balonmano es el deporte principal; Ciudad Real, que era más de lo mismo; Valladolid, donde hay gran tradición. En cuanto a lo del Madrid, seguramente ayudaría, sí. La rivalidad, la prensa, todo lo que vende los Madrid-Barça, lo llevarían al terreno del fútbol... Daría un empujón, seguro, pero también lo haría que cuatro o cinco equipos de fútbol de primer nivel apostaran por una sección de balonmano. Un equipo de balonmano no cuesta demasiado. Sería interesante, pero bueno, al final lo que mueve a los deportes minoritarios es que la gente los siga, y en Barcelona, por ejemplo, apenas va gente al pabellón a ver el balonmano. Aquí, en el Atleti, la gente sí está respondiendo los fines de semana, aunque está costando. En el Atleti las cosas se están haciendo bien, con campañas constantes de captación de gente y promoción. Hay que hacer algo para que un partido de balonmano venda, hay que montar espectáculo, ya sea antes, durante o después del partido. También habría que mirar bien los horarios, que ahora son complicados.
- Has mencionado el baloncesto. En el despegue del baloncesto español allá por los años 80 tras la medalla de plata de Los Ángeles, el espejo utópico que se miró y se trato en la medida de lo posible imitar fue la NBA. ¿En el caso del balonmano cuál sería ese espejo?
- La Bundesliga. Cuando había dinero aquí se decía que nuestra liga era tan fuerte como aquella. Pero a nivel de espectáculo y marketing, nada tiene ni ha tenido que ver la una con la otra. Los que hemos jugado en Europa y hemos tenido la oportunidad de jugar allí, hemos visto que solo lo que rodea al partido de balonmano ya lleva a la gente al pabellón horas antes de que empiece. Aquí si pones una pista desmontable antes de empezar, unas actividades, una barbacoas o salchichas, que es lo que hacen allí más o menos, haría seguramente que la gente se animase más. En ese aspecto tenemos muchas cosas que copiar de la Bundesliga. Desde tonterías como puede ser la presentación de los equipos, para lo que se apagan las lucen y van saliendo al estilo NBA. Allí lo hacen y aquí no. Seguramente porque aquí cuando hubo dinero no se hicieron las cosas lo bien que se deberían haber hecho. Cuando había equis dinero, ese se destinaba a fichar un jugador, aunque no fuese absolutamente necesario, en lugar de con ese dinero establecer unas estructuras, pagar a gente de marketing, mover esto, lo otro, y ahora podríamos estar recogiendo esos frutos. Había dinero, pues igual que todo el país: compramos, da igual qué, compramos. No hay dinero, ostras, nos vemos el culo. Podemos copiar muchísimas cosas. Del baloncesto, del fútbol, de la liga alemana... Todo lo que se hecho bien para el deporte y ha dado resultado, yo creo que es lo que se tiene que hacer, copiarlo.
- ¿El ejemplo a seguir es este reciente Mundial?
- El Mundial ha tenido la suerte de que al final ha salido todo bien, porque el resultado deportivo ha sido muy bueno, pero a nivel de marketing ha sido inexistente. Mucha gente ni sabía que había mundial de balonmano cuando se estaba disputando ya. Si lo comparas con el baloncesto, por ejemplo, que hay un bus que va cada semana a una ciudad, con un pequeño museo, van poniendo pistas, y van ya presentando el Mundial del año que viene... Esas cosas son las que te hacen decir, joder, ¿teniendo en nuestras manos y a nuestro alcance las cosas por qué no se pueden hacer bien?. El Mundial de balonmano, voy a ser un poco crítico, al final ha salido todo muy bien, se han llenado los pabellones y la respuesta de la gente ha sido maravillosa, pero hay muchas cosas que no se saben tanto que han sido muy desastre. Por ejemplo, estábamos rodando anuncios para animar a la gente entre un partido y otro. La campaña de "Hispanos", de pintarse, fue a última hora porque a Javi, de la Federación, se le iluminó y dijo que podía ser una buena opción, y lo hicimos antes de jugar el partido de clasificación. Estas cosas, cuando sabes que tienes un Mundial desde hace dos años pues se tienen que planificar con un poquito más de tiempo. Pero bueno, al final todo ha salido muy bien y ya está.

 

Entrenador del equipo de balonmano de la Facultad
"Llegué aquí en septiembre, después de las Olimpiadas, cuando tenía que hacer la matrícula. La secretaria, que es muy simpática, me dijo "oye, tienes a todo el club deportivo enloquecido". No sabía ni que era eso.En Barcelona no existe club deportivo. Hay competiciones a nivel de universidades, pero no de facultades. Me explicaron un poco cómo funciona aquí, pregunté si había balonmano, me dijeron que sí, y la secretaria me dijo que esperase un momento. Llamó por teléfono a un chico, que el pobre estaba en casa durmiendo todavía. Se presentó y me dijo que me pasara por el Club. Luego aquí me pilló el presidente del Club, y me animó a bajar. Yo jugar, no puedo, pero sí les brinde mi ayuda en lo que pudiera: material complicado, pero surgió la posibilidad de entrenarles. No es que sea el entrenador, porque esto no es nada serio, pero bueno, sí que cuando puedo voy a los entrenamientos y les hago ejercicios. Yo me lo paso bien, conozco gente. Son gente muy maja, y bueno, entrenamos un poquillo y nos tomamos una cerveza".

 

De Santa María de Palautorderá al cielo
La vida deportiva de Joan Cañellas se inició en su pueblo, Santa María de Palautordera, una pequeña localidad de la provincia de Barcelona, situada en la comarca del Vallés Oriental. Su primer club fue el Balonmano Granollers, uno de los de mayor tradición en este deporte en toda España. Su calidad hizo que se fijara en él el FC Barcelona, en el que militó entre 2005 y 2008, antes de volver al Granollers en 2009, año en el que participó en su primera gran cita internacional, el Mundial de Croacia. La temporada siguiente fichó por el club que en aquellos años discutía, muchas veces con éxito, la hegemonía del Barcelona en España y Europa, el Balonmano Ciudad Real. La temporada pasada la retirada del patrocinio municipal y autonómico, forzó el traslado del equipo a Madrid y su conversión en BM Atlético de Madrid. Al final de esa temporada participó con la selección en los Juegos de Londres. En enero tocó el cielo: campeón del mundo. En la final metió 7 goles.

 

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