"Diversimedia. Mediación en situaciones de diversidad afectivo sexual y de género". Este es el título del proyecto que presentó como trabajo de fin de máster un grupo de estudiantes de la pasada edición del Máster propio en Mediación y Gestión de Conflictos de la UCM. Se trata, como defiende la directora del máster y supervisora del proyecto, la profesora Leticia García Villaluenga, de "un proyecto muy innovador, que rompe mucho, que responde a una realidad con poca visibilidad. Han sido muy valientes y es verdad que aunque la mediación tiene muchos ámbitos, familiar, educativa... en este contexto abre un nuevo campo de trabajo y da visibilidad a situaciones que son importantes". Por lo pronto, a sus autores, Maurizio Montipó, Ana María Jimeno, Olof Cejas, Miriam Fernández y Cristina Humbrías, les ha valido para recibir el Premio al Mejor Proyecto de Fin de Curso de Mediación que concede la Asociación Madrileña de Mediadores (AMMI), en una convocatoria a nivel nacional, en la que la UCM también fue reconocida como el mejor centro de formación de esta especialidad y uno de los proyectos del Instituto Complutense de Mediación y Gestión de Conflictos, Estumedia, como la mejor labor institucional en mediación.
Tan sólo unos días después de recibir el premio, Miriam, Maurizio y Olof -Ana y Cristina tenían que trabajar- se reúnen con la profesora García Villaluenga en la Facultad de Trabajo Social, en la que desde hace 20 años se imparte este máster por el que han pasado cientos de personas que en la actualidad ejercen de mediadoras, y que se han ido especializando posteriormente en los cada vez más diversos campos en los que la mediación se ha convertido en una opción para resolver los conflictos de forma dialogada, consensuada, pacífica, en la que las partes consiguen llegar a puntos de acuerdo. Diversimedia abre un nuevo campo en el que, como a ellos les gusta decir, la mediación puede contribuir, aportar, complementar.
Maurizio Montipó ejerce de portavoz. Según va hablando, consulta las hojas impresas en las que ha subrayado todo lo que no quiere olvidar.
- Somos un equipo con competencias transversales, de varios sectores: derechos humanos, trabajo social, ciencias políticas, sociología... Nuestro grupo se ocupaba de conflictos políticos y sociales. La cuestión de los derechos humanos es transversal a la cuestión de los colectivos con diversidad afectivo sexual y de género; es una cuestión estructural que atraviesa todas las sociedades. Ese fue el punto de partida: hay una necesidad de crear un enfoque específico que cubra las necesidades de los múltiples colectivos LGTBI en cuanto a la gestión de los conflictos. Vemos el papel, el rol de la mediación, de la gestión colaborativa de conflictos, como un complemento necesario a la implementación de un marco legislativo que se está fortaleciendo continuamente para garantizar los derechos de estos colectivos. Nosotros, desde la mediación y la gestión de los conflictos, queremos participar y contribuir a ese proceso. El problema de los derechos humanos, de la discriminación, de la LGTBIfobia, el delito del odio está internacionalmente reconocido como una prioridad a enfrentar, a erradicar. La mediación no puede abstenerse de intervenir en conflictos difíciles. Es ahí donde más se la necesita como complemento necesario en las formas de intervenir, incluso como complemento de las políticas públicas.
Diversimedia, por tanto, tiene un objetivo final: lograr que se admita la diversidad, compatibilizarla e instalar respeto democrático. "Todos, todas y todes tenemos una identidad afectivo sexual y de género, lo que pasa es que en estos conflictos hay colectivos determinados que por su identidad se ven identificados, estereotipados y, por lo tanto, discriminados por su identidad profunda, lo que es socialmente inaceptable", afirma Maurizio. "Queremos -continúa- ofrecer cultura de la convivencia positiva, incidir en la formación y en la sensibilización. Las intervenciones tienen que ser también de cultura de paz, de cultura de la convivencia, de prevención a nivel de barrio, donde las personas viven, porque a veces el acoso empieza ahí. Es importante abarcar el contexto donde la discriminación aparece".
Otro punto de partida importante al que la mediación también puede contribuir es la reducción de la infradenuncia. "El recurso a la justicia sigue siendo limitado dentro del colectivo LGBTI en el caso de delitos, de discriminación. La mediación da un recurso. No todo se puede solucionar con sanciones; es importante que se dé un cambio en los conflictos individuales para producir también un cambio cultural. En muchos de estos conflictos la reparación del daño solo es posible si se da a las personas que están involucradas la posibilidad de hacer encuentros restaurativos, de favorecer posibilidades de abarcar el conflicto en relación, no en separación, porque la separación implica aislamiento, falta de poder", concluye Maurizio.
Los autores del proyecto tienen claro que para que Diversimedia se convierta en una realidad tienen ante sí un largo proceso de construcción del servicio. Toma la palabra Olof Cejas:
- La primera fase va a ser una investigación. No podemos intervenir si no conocemos las necesidades concretas del colectivo. Hay que tenerlo en cuenta, porque si intervenimos sin tenerlos en cuenta a ellos, estamos desarrollando una intervención vacía, sin el fondo, y tenemos que llegar al fondo del contenido y del problema. A continuación, ya podremos diseñar la intervención de acuerdo a los resultados de la investigación. Paralelamente también queremos llevar a cabo campañas de sensibilización y formación sobre papel de la mediación. Podemos intervenir en el conflicto, ser mediadores del colectivo, pero también hay que darles herramientas a ellos para que puedan de manera autocompositiva resolver sus conflictos.
- Nuestra idea -apunta Maurizio- es utilizar los servicios de gestión integral que ya existen a través de los numerosos colectivos existentes, y que ya hacen una labor muy importante, y complementar eso con un servicio que dé la posibilidad a las personas de abarcar directamente sus conflictos. La mediación crea un espacio donde esto pueda ocurrir. Nuestra propuesta es el trabajo en red con las entidades LGBTI para que este tipo de intervención se realice en colaboración a través de un sistema de derivación".
- Nos estamos formando como asociación -habla ahora Miriam Fernández-; y estamos estableciendo relación con diferentes asociaciones y colectivos. COGAM, Crisalis, Fundación 26 de diciembre... La verdad es que cuesta un poco meterse en el ámbito del colectivo partiendo de un proyecto desarrollado por heteros. Estamos en el proceso de legitimar el proyecto.
- En ese sentido -recupera el turno de palabra Maurizio- nos está ayudando mucho la relación que hemos establecido con UCMentiende, que coordina el profesor Pichardo. Incluso estamos viendo cómo establecer mediación para diversidad dentro de la universidad.
- La idea -señala Leticia García Villaluenga a modo de resumen- es ofrecer el servicio a través de los servicios que ya están funcionando para desde un diagnóstico de la situación y una realidad, que son las organizaciones que ya están en marcha, no venir a suplir sino a completar y enriquecer con la mediación. La grandeza del proyecto y su innovación es, desde la investigación, ver qué les podemos ofrecer que les enriquezca. Es cumplir con una de las misiones de la universidad; hacer transferencia a la sociedad.