27 NOV 2023 - 11:56 CET

El laboratorio sonoro del Departamento de Musicología colabora con la Biblioteca de la Facultad de Geografía e Historia en su labor de conservación y preservación del patrimonio musical complutense. Durante la digitalización del último lote de discos de 78 rpm nos encontramos con un ejemplar fracturado justo a la mitad de éste. El primer paso fue elaborar un plan de digitalización de un ejemplar que planteaba el reto de no poder ser reproducido en el tocadiscos sin una previa restauración del disco.

Al analizar la rotura nos dimos cuenta de que se trataba de un corte bastante limpio, es decir, al juntar ambas mitades no se formaban huecos en la superficie, hecho que nos facilitó mucho el proceso. 

La IASA (International Association of Sound and Audiovisual Archives) ha publicado una serie de recomendaciones para la restauración de un disco de goma laca que podrían ser aplicables a nuestro caso. En la guía para la producción y preservación de los objetos digitales de audio se especifica que los discos de goma laca se reconstruyen por lo general con relativa facilidad en un tocadiscos con un diámetro mayor que el del propio disco fragmentado. La IASA recomienda montar el disco fracturado sobre otro disco de archivo que ya no sea útil para la reproducción y que sirva como molde. Se trataría de conectar las piezas en su ubicación correcta fijando su posición colocando masilla adhesiva tipo Blu-Tack alrededor del exterior del disco. También se recomienda emplear masilla para elevar los fragmentos del disco a una altura correcta que minimice los saltos de la aguja. En este sentido es importante analizar la dirección en la que se desplaza la aguja por el surco: cuando las piezas no pueden estar perfectamente alineadas en el eje vertical es mejor tanto para la aguja como para el archivo digital resultante que la aguja se deslice sobre un fragmento inferior en lugar de ser empujada abruptamente a uno más alto.

Partiendo de las recomendaciones de la IASA barajamos otras opciones de reparación del ejemplar previo a su digitalización: cinta adhesiva, pegamentos sin disolventes, etc. Durante los últimos años parece haberse consensuado la repercusión del empleo de dichos elementos en la restauración de discos de goma laca y que afectan a su conservación: todo intento de reparación física del disco conlleva irremediablemente su deterioro. Por muy poco corrosivo que sea el pegamento, el Blu-Tack o la cinta adhesiva que empleemos (aunque solo lo aplicáramos a la galleta del disco) siempre dejará ciertos residuos que a la larga repercuten en su correcta conservación. Finalmente se decidió estabilizar todo lo posible ambas mitades del disco teniendo en cuenta el tipo de fractura limpia en dos mitades, grabar usando una aguja especial para discos de 78 rpm, y posteriormente editar y limpiar los audios digitales obtenidos. 

Se aseguró de este modo la aguja ante los posibles saltos ocasionados por la diferencia de altura entre las mitades. Para ello nos servimos de una superficie completamente plana como es el plato del tocadiscos Technics SL-1210MK7 que empleamos para nuestras digitalizaciones de discos de pizarra (78 rpm) y vinilo. El propio eje del plato del tocadiscos permite fijar el centro del disco quebrado y  así otorgar más estabilidad en su reproducción. Nos servimos también de un estabilizador (disc stabilizer) de la marca AudioTechnica modelo AT618a con el objetivo de igualar las dos mitades del disco y facilitar el recorrido de la aguja.

El disco reproducido en el plato Technics se conecta a un par de entradas (L y R) de la tarjeta de sonido RME Fireface 802, y la señal es monitorizada a través de Pro Tools. Este DAW nos permite una segunda toma de ganancia (tras el preamplificador del tocadiscos) además de ciertos procesos de edición previos a la limpieza del audio que veremos más adelante. La grabación en bruto del disco es exportada en dos formatos: WAV y MP3, para posteriormente trabajar dichos audios en el editor de audio iZotope RX 9. El siguiente gráfico muestra el audio original; los saltos de aguja son bien visibles (picos en azul).

Nuestro objetivo principal será reducir, en la medida de lo posible, dichos picos de señal. Para ello empleamos el plug-in “de-click”, que identifica sin problema los golpes de la aguja al pasar por la grieta. Dichos clicks son repetitivos y constantes, es por ello que usamos el algoritmo “periodic clicks” para ayudar al plug-in a identificarlos con mayor precisión. Una vez renderizada la pista, volvemos a usar el “de-click”, pero esta vez empleando el algoritmo “random clicks” para que el programa identifique y elimine clicks aleatorios propios del formato en su lectura. Al igual que los de vinilo, los discos de 78 rpm generan gran ruido de fondo (coloquialmente conocido como “de fritura”) que igualmente podemos reducir gracias a iZotope. El plug-in “spectral de-noise” nos permite identificar y aislar el ruido de fondo del disco para luego poderlo eliminar/separar del contenido musical.

La siguiente imagen nos muestra cómo quedaría la señal una vez procesada y limpia. Como vemos, los picos de señal, correspondientes a los saltos de aguja, se han corregido, además la señal de audio mantiene ahora una dinámica mucho más controlada gracias a haber eliminado clicks y ruido de fondo que añadían armónicos indeseables a la reproducción. 

Nuestra labor por rescatar el audio del disco de 78 rpm se ha centrado en el contenido sonoro de éste, preservándolo digitalmente con la mayor calidad posible, sin manipular físicamente el disco aplicando pegamentos o sustancias dañinas para su conservación.

Alberto Díaz Marcos
Técnico de laboratorio de SonoLAB UCM