María Zambrano y José Lezama Lima: pensar desde el fulgor de lo invisible
José Lezama Lima, nació en La Habana en 1910. Se graduó como abogado en 1938,
profesión que ejecutó durante algún tiempo. En 1949 ingresa como funcionario en laDirección de Cultura del Ministerio de Educación. Con el triunfo de Castro pasó a
dirigir el Departamento de Literatura y Publicaciones del Consejo Nacional de Cultura.
Fue también investigador y asesor técnico-literario del Instituto de Literatura y
Lingüística de la Academia de Ciencias y uno de los vicepresidentes de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba. Murió en La Habana en 1976.
Además de su actividad como poeta, ensayista y novelista cabe destacar que
fundó y dirigió varias revistas literarias de gran calidad: Verbum (1937), Espuela de Plata
(1939-41), Nadie parecía (1942-44) y finalmente Orígenes (1944-57), considerada por
muchos como la mejor revista del idioma en su tiempo. En poesía, publicó Muerte de
Narciso (1937), Enemigo rumor (1941), Aventuras sigilosas (1945), La tijera (1949), Dador
(1960), Posible imagen de Lezama Lima (1969), Poesías completas (1970) y Fragmentos a su
imán (1978).
En ensayo, escribió Coloquio con Juan Ramón Jiménez (1938), Arístides Fernández
(1950), Analecta del reloj (1953), La expresión americana (1957), Tratados en La Habana (1958),
Las imágenes posibles (1970) y La cantidad hechizada (1970). Paradiso (1966) y Oppiano
Licario (1977) fueron su aportación novelística.