• La decimotercera edición del evento europeo en la UCM estuvo dedicada a la salud del suelo y alimentos y a la adaptación al cambio climático y a los ODS.

María Milán y Anabella Antognoni, 2 de octubre de 2023. Tras varias ediciones pasadas por agua, el viernes 29 de septiembre amanecía con un sol espléndido y máximas de 30 grados, haciendo gala del conocido “veranillo de San Miguel”. A las 10:00 horas, en la puerta de la Facultad de Ciencias Químicas, se congregaban tres grupos del público más madrugador, ya que las tres primeras actividades de la XIII Noche Europea de los Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se daban cita a la misma hora.

El primer grupo, alumnos de 2º de Bachiller del IES Alfonso Moreno de Brunete (Madrid) subían hasta los laboratorios de la cuarta planta del edificio principal. Allí les esperaba María Pedrero, responsable de la actividad Ecoquímica Espectacular y Mágica, junto a su equipo tienen un reto: “demostrar que la química es fácil y divertida”.

Más de una docena de experimentos como lluvia de oro, cambios de PH, cambios de densidad o reacciones oscilantes con colores cambiantes esperan a los jóvenes y a Lucía de Juan Ferré en su primer año en la Noche como vicerrectora de Investigación y Transferencia.

Para Esther Crespo y Beatriz Ruiz, profesoras de los alumnos, venir a la universidad a este tipo de eventos de divulgación “es una oportunidad fantástica para manipular y ver de otra forma la química, eliminando el mito de que solo es nociva y contamina”.

Por la tarde, esta misma actividad se repite, pero esta vez con un público familiar. Gala, de 4 años, se prueba emocionada por primera vez una bata de laboratorio y, orgullosa, se la enseña a su prima Lola, de 8. Para sus madres, la tarde de hoy “es un planazo, ojalá poder hacerla todos los viernes”.

La sostenibilidad tiene premio

La decimotercera edición del evento europeo en la UCM está dedicada a la salud del suelo y alimentos y a la adaptación al cambio climático y a los ODS.

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Si bien eran las 10 de la mañana y se vislumbraban bostezos, 46 alumnos de 4 º de ESO y 1º de Bachiller del IES Emilio Castelar de Madrid cogieron todas sus energías y se enfrentaron en un duelo: ¿quién sabía más sobre la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Un dado gigante recorre el pasillo del aula y, al azar, se proyecta el cuestionario que deben resolver. Preguntas como ¿qué emite el tubo de escape de un coche eléctrico?, o ¿qué recipiente es más adecuado para guardar alimentos?, han generado dudas e incertidumbre. Algunas respuestas nos han dejado con la boca abierta, como saber que el 90 % de la población mundial respira aire contaminado.

Pero de lo que estamos seguros es de que ha habido un equipo ganador y, además de premios relacionados con los ODS, se han llevado las reflexiones de Rubén: “una ciencia al servicio de la sociedad y al servicio de los ODS es lo mejor que podemos hacer”.

En otra zona de la Facultad, un equipo de estudiantes predoctorales capitaneados por Marta González Barrios muestra a los asistentes del IES Jorge Guillén de Alcorcón sistemas de almacenamiento de energía más sostenibles, baterías y pilas combustibles, así como sistemas de aprovechamiento de energía, los dispositivos termoeléctricos.”

Me encanta participar en este tipo de eventos porque hacen la ciencia más atractiva y la fomentan”, reconoce la responsable de Por un futuro más verde: sistemas de almacenamiento y conversión de energía.

La ciencia que pisamos

“En solo 1 gramo de suelo hay en promedio 1 millón de microorganismos”. Con este contundente y asombroso dato, comenzaba su taller Jessica Gil, investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas. En un encuentro donde hubo hongos bailarines, una caja mágica que aceleraba el tiempo y la posibilidad de observar a estos pequeños seres a través de microscopio, Jessica y su equipo dejaron a los asistentes con ganas de saber más sobre este micro mundo.

Si bien se trató de un público mayoritariamente adulto, la curiosidad y las ganas de aprender estaban intactas. “¿Cómo diferenciamos un hongo de una bacteria?”, o “¿qué tipo de bacterias se pueden hallar en el suelo?” fueron algunas preguntas que surgieron durante el taller El suelo y sus millones de micro-amigos. Pero sin lugar a duda, las caras de fascinación al mirar de cerca los “peluditos” hongos nos han recordado que no hay edad para dejar de asombrarse.

En la Facultad de Ciencias Geológicas, el suelo también es el protagonista, pero esta vez un suelo especial. Con el equipo de Javier Martín Chivelet, vicedecano de Investigación e Infraestructuras y responsable de ¿Dónde está la playa?, viajamos a Noruega, Indonesia y España y recorremos sus playas sin salir del aula.

En una primera introducción, los estudiantes del IES García Morato de Madrid aprenden la composición de los sedimentos de la arena y cómo se mueven de forma natural a lo largo de los años. Esta primera explicación está acompañada de muestras de arena de las playas citadas que, bajo el microscopio, serán comparadas. En una segunda parte, los estudiantes observan en ordenadores fotos de las playas en diferentes años y confirman lo aprendido: el paisaje cambia.

Química expuesta al público

A media mañana llegaría el turno de conocer en profundidad un proyecto europeo exitoso. Aurora Santos, su investigadora principal y líder de la actividad Proyecto LIFE SURFING: una lavadora para eliminar pesticidas de suelos y aguas subterráneas nos espera frente al póster en el que relatan cómo, durante los últimos cuatro años, han trabajado en los alrededores de Sabiñanigo (Huesca).

Allí, una empresa fabricó durante los años 70 y 80 lindano, un pesticida cuyo vertido de residuos tóxicos sólidos y líquidos no controlado generó más de 100.000 toneladas que contaminan el suelo hasta 40 metros de pronfundidad y el agua subterránea, poniendo en riesgo las aguas el río Gállego para el riego y el consumo.

En el laboratorio, el equipo de Aurora explica cómo han desarrollado surfactantes (jabones) que, junto a oxidantes, han inyectado a gran profundidad del suelo y han logrado reducir esa contaminación cerca del 80 %.

Por último, nos espera EUROCHEM. Conoce la ciencia de la UCM, una exposición con interesantes proyectos europeos en los que la química es la gran protagonista. Isabel Izquierdo nos muestra Giotto, una solución que combina impresión 3D y nanotecnología para, a través de nanopartículas magnéticas, favorecer la regeneración ósea en las fracturas que genera la osteoporosis.

Mauricio Alcolea nos explica su proyecto de diseño de nuevos fármacos con menos toxicidad para el cáncer, Melisa del Barrio nos abre las posibilidades de la inmunoterapia en el proyecto NanoImmunoEra, Juan Manuel Bolívar nos presenta el desarrollo de productos sostenibles para su aplicación en alimentación o automoción, Alberto Polo nos enseña la aplicación del grafeno y Rafael Gómez nos muestra el trabajo químico replicando estructuras en forma de hélice.

Una Noche Europea más que culmina con la satisfacción de trasladar a la sociedad el trabajo de la comunidad científica en la mejora de nuestras vidas.

Con la colaboración de: