El primer certamen de monólogos científicos pone el broche de oro a un año cargado de divulgación

  • El certamen “Divulgación con aroma de turrón”, organizado por la UCC+I, congregó a 16 investigadores representantes de todas las áreas y niveles de la Universidad Complutense de Madrid
  • El monólogo “Una cadera en 3 dimensiones”, de Francis Luciano, obtuvo el reconocimiento del público

 

Hasta el 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos. / Shutterstock.

Fotos de grupo de los participantes, la vicerrectora y la organización. / Miguel Muñoz.

María Milán, 14 de diciembre de 2022. Martes, día 13 y con un cielo en Madrid que parecía que en cualquier momento se vendría abajo. Pero ya lo dijimos ayer: la superstición no es ciencia y “Divulgación con aroma de turrón”, el primer certamen de monólogos científicos que se organiza en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), brilló cual fiesta de fin de año. Y es que, al final, de eso se trataba de ponerle un broche de oro a doce meses cargados de divulgación científica.

Las puertas de la sala Prof. Schüller de la Facultad de Medicina de la UCM se abrieron, media hora antes de comenzar el evento, a las 16:30 para ir recibiendo al público congregado, en torno a 100 personas, que pudo disfrutar de un café, turrón y otros dulces navideños. Ya lo avisamos: el título del evento era literal.

Con puntualidad, los dieciséis monologuistas fueron llegando y, con ellos, los nervios y la incertidumbre, pero también la ilusión y los abrazos entre quienes se conocían.

A las 17:00 horas, Ana Casado y María Milán, integrantes de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I) de la OTRI de la UCM ejercieron de maestras de ceremonia, dieron la bienvenida y explicaron la dinámica del evento. Cada participante disponía de tres minutos tras los que, en el caso de no haber finalizado, Manuel Cerro, de la OTRI, accionaría un villancico que invitaría al monologuista a cerrar su ponencia.

Mucha música en la primera parte

Un tutú y dos fregonas a modo de pompones fueron la carta de presentación de José Ángel Morales, el primero en romper el hielo con “Para ser cheerleader hay que estudiar biología”, a quien le siguió Emilio Nogales, guitarra en mano, que nos acercó la fina línea que separa el arte y la ciencia en “Música en la nanofísica”.

La propuesta más arriesgada de la tarde corrió a cargo de Elena Salobrar García, quien no tiene nada que envidiarle a Mariah Carey. Su versión de "El ojo, una ventana al cerebro" a ritmo del villancico más popular de Internet dejó boquiabiertos a un público que a continuación descubrió la importancia del yodo para el desarrollo del feto en “Tu bebé necesita yodo”, el monólogo de Carmen Grijota. Y otra cosa que no sabíamos tampoco: la función del citoesqueleto, pero para ello Narcisa Martínez se encargaría de ilustrarnos en “¿Sabes para qué sirve el esqueleto de las células?”

Si pensamos en veterinarios, es inevitable que los estereotipos nos lleven a imaginarles trabajando con perros y gatos. Pablo Morón nos condujo mar adentro en “Mejorando los tratamientos médicos de tiburones y rayas", mientras que con Jéssica Gil viajamos a Salem para descubrir que las presuntas acusadas de brujería solo estaban drogadas a causa de las micotoxinas que ingirieron.

Arte, vacunas y caderas tras el descanso

Tras unos minutos de descanso, Inés Pérez levantó la curiosidad general con los enigmas que esconde una de las joyas de la Universidad de Salamanca, el mural de la bóveda de su biblioteca en “El cielo de salamanca: preguntas y respuestas” y Laura Fernández-Rodrigo removió nuestras conciencias ante los problemas de integración social en “Pertenencia: condición vs. Sentido”.

María del Mar Camacho nos contó una actividad extracurricular que lleva desarrollando muchos años con el objetivo de derribar estereotipos en “Buscando auditores desesperadamente” y Mladen Vulas presentó una original herramienta que permite a las personas con discapacidad visual dibujar en “El dibujo como fruto de la interacción de los sentidos”.

¿Qué hacía en La Haya un objeto andalusí? Pablo Violero lo encontró y así lo relató en “Viajar a través del arte medieval, sin necesidad de moverse”. Por su parte, Soraya Calvo tiró de Twitter para comentar las opiniones que generan decisiones políticas en educación “Educación Sexual y Pin Parental: ¿qué se cuece en Twitter?”

Los nuevos antimicrobianos se pueden buscar en la naturaleza o en el laboratorio. / Shutterstock.

Francis Luciano y Margarita San Andrés. / Miguel Muñoz. 

Francis Luciano nos involucró en su monólogo, ya que muchos de nosotros podremos necesitar en el futuro una prótesis en “Una cadera en 3 dimensiones”.  Clara Hurtado nos recordó que la leishmaniosis no es solo una cuestión perruna en “Prometedora vacuna a nanoescala frente a la leishmaniosis canina” y, como cierre redondo a la jornada, Alberto Gómez nos llevó hasta las tribus amazónicas con Ayahuasca, del rito indígena a la terapia de enfermedades neurodegenerativas

Llegó el momento de votar a través de un formulario y, mientras se procedía a hacer el recuento, el monologuista invitado, Álvaro Morales, investigador y estudiante de doctorado del Instituto de Salud Carlos III, dio una clase magistral. No en vano, hace siete años ganó el concurso de monólogos más importante a nivel nacional, FameLab.

Margarita San Andrés, vicerrectora de Investigación y Transferencia de la UCM agradeció a los asistentes y a la organización la puesta en marcha de una iniciativa que amenaza con repetirse y proclamó el nombre de la ganadora: Francis Luciano, quien muy contenta recogió su trofeo.

La foto de familia final es el mejor reflejo de la sensación que dejó el evento: satisfacción, alegría y mucha divulgación científica.

 


 

      
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