“El optimismo es un recurso poderoso para encontrar trabajo, te pone en acción”

El optimismo, la resiliencia, la confianza en uno mismo o el domino del entorno son algunos de los recursos psicológicos que pueden influir a la hora de encontrar empleo. La investigación publicada por María Dolores Merino, profesora del Departamento de Psicología Social, del Trabajo y Diferencial de la Universidad Complutense de Madrid, indaga sobre la importancia que tienen estos recursos en la búsqueda de trabajo entre los jóvenes recién graduados.

 

El optimismo es una herramienta que puede ayudar a la búsqueda de empleo / Berry College
El optimismo es una herramienta que puede ayudar a la búsqueda de empleo / Berry College.

ANA BELÉN GALÁN, 14 de junio de 2019 | ¿De dónde surge la idea de este trabajo?

Como cualquier investigación, parte de la curiosidad y de la observación de la realidad: el paro en España, que en el caso de los jóvenes era enorme. Dentro de los grupos de jóvenes parados, a nosotros nos interesaban los universitarios, porque es lo que nos tocaba un poco más de cerca.

Usted profundiza en el concepto de recurso psicológico, ¿qué se entiende por ello?

Los recursos psicológicos son características positivas de la personalidad como el optimismo, la autoestima o la autoeficacia, que ayudan a la persona a tener una mejor adaptación al entorno, a afrontar mejor los retos y a conseguir sus propias metas.

Imagen de la profesora María Dolores Merino / M.D.M
Imagen de la profesora María Dolores Merino / M.D.M.

¿Hay recursos psicológicos que ayuden a los jóvenes a encontrar trabajo con más rapidez?

Indagar esta cuestión fue nuestro primer objetivo.  Para ello, en el estudio, trabajamos con jóvenes graduados con empleos relacionados con sus estudios y otros que estuvieran desempleados. En este caso, la evaluación se realizó en un máximo de cuatro meses desde que acabaron sus estudios. Pensábamos que era un periodo de tiempo suficientemente corto como para que, si no se había encontrado empleo, no se produjese un deterioro en recursos como la autoestima o el optimismo. Cuando comenzamos a comparar estos dos grupos, observamos que había una diferencia, modesta pero interesante, a favor del optimismo entre los empleados. El optimismo es un recurso bastante poderoso, porque te dice que tú puedes, que es posible y te pone en acción, en disposición de actuar. Si nada más acabar la carrera tu actitud es, “para qué me voy a mover si luego no voy a conseguir nada”, esta percepción te paraliza, y entonces, ¿qué pasa? que parto del pesimismo no del optimismo y, en consecuencia, no actúo.

¿Presentaron diferentes recursos psicológicos los jóvenes con empleo que los que aún no lo habían encontrado?

Sí, este fue el segundo objetivo de la investigación, y en este caso, el periodo de desempleo medio era de 12 meses. Encontramos diferencias, aunque modestas en resiliencia, optimismo, autonomía, autoeficacia, dominio del entorno y satisfacción general con la vida a favor de los jóvenes empleados, a la par que mayor afecto negativo en los desempleados.

El hecho de que la diferencia de recursos entre los jóvenes graduados empleados y los desempleados sea modesta no es negativo. La explicación que encontramos estaría, sobre todo, en dos puntos que de alguna forma caracterizarían también el mundo en el que vivimos. Por un lado, muchos de estos jóvenes viven con sus familias quienes, aparte del apoyo económico, también les están dando apoyo emocional y psicológico, por tanto es menos probable que haya un deterioro de recursos. Y por otro lado, las desorbitadas cifras de desempleo entre jóvenes que hacen que la situación se normalice, y además permite atribuir, el no encontrar trabajo, al exterior, protegiendo el yo interior: la responsabilidad no es mía, está de fuera.

Dentro del grupo de desempleados, ¿cómo afectan los recursos psicológicos?

Una observación interesante es que el desempleo no se vive de la misma forma por todos los sujetos. Es decir, hay algunos, que a pesar de esta situación experimentan afecto positivo, mientras que otros presentan afecto negativo.

En los que presentan afecto negativo, lo que se produce es una pérdida de optimismo, pero sobre todo, de forma muy significativa, de dominio del entorno. Esto es muy importante, porque estás diciendo que no puedes intervenir sobre lo que te está pasando. Llevado al extremo, este pensamiento conduce a una situación de indefensión, “haga lo que haga da igual, porque no puedo controlar lo que está ocurriendo, por lo tanto no actúo”.

En el grupo de afecto positivo observamos que, éste, viene explicado por algunos recursos que son fundamentales como el optimismo, la resiliencia que es la capacidad para afrontar la adversidad y el control del entorno, de nuevo, de forma muy significativa como recurso principal. Este recurso implica la capacidad para moverte y poder intervenir sobre el ambiente de tal forma que actúe a tu favor, y de darte cuenta dónde están las oportunidades e ir a por ellas. Hay que tener iniciativa, no es sólo “estar” sino “saber ir” y moverte adecuadamente, generando tú las oportunidades. También presentan vitalidad que se traduciría en tener la energía y el entusiasmo que te ayudarían a conseguir tu objetivo en todo este proceso. Entendemos que, los que tengan, entre otros, este recurso, tendrán más probabilidad, a priori, de encontrar un empleo antes. Si bien, en futuras investigaciones, deberíamos contrastar esta hipótesis.

¿Por qué los recursos psicológicos y no otros?

Nos interesaba porque había un vacío mayor en la parte psicológica. El marco teórico de este trabajo es la Teoría de Conservación de Recursos de Hobfoll. Las personas luchamos en la vida por adquirir y conservar recursos, ya sean psicológicos o no. El estrés se produce cuando hay una pérdida de éstos o vemos que están amenazados. Esta pérdida se produce en cadena y esto lo vemos muy claramente en tiempos de crisis. Pierdes tu trabajo, si no pagas tu hipoteca pierdes tu casa y tienes problemas familiares, porque al final tus problemas económicos llevan encadenados otro tipos de problemas, y como consecuencia de todo ello los recursos psicológicos se deterioran necesariamente.

¿Y hay alguna forma de romper esa espiral, existen herramientas para hacerlo?

El entrenamiento. Sería interesante que a los estudiantes que voluntariamente quisieran se les evaluaran sus recursos psicológicos y a partir de ahí, adaptar y enfocar a cada uno formación en aquello en lo que estuvieran más débiles fortaleciendo esos recursos. Aunque este tipo de entrenamiento debería comenzar desde la escuela.

Desde las administraciones y universidades se ofertan cursos de orientación laboral, ¿se deberían entrenar también en estos cursos los aspectos psicológicos?

Sí, al terminar la carrera se podrían hacer talleres para que los jóvenes afrontaran mejor la salida al mundo laboral, que es una situación difícil. Hacer el currículum o buscar trabajo es fundamental, está dentro además de la parte del dominio del entorno: cómo busco y de qué manera. Pero también es importante con qué actitud busco, debe ser una actitud de acción, qué puedes dar tú, dónde y cómo lo ofrezco, un poco de venta personal.

¿Cuáles serían los siguientes pasos en esta línea de investigación?

Me encantaría replicar el estudio evaluado a los estudiantes en recursos psicológicos nada más terminar la carrera y luego hacer un seguimiento a esta muestra a los largo de 10-12 meses, viendo, de forma prospectiva, si realmente aquellos que de partida puntuaban más alto en determinados recursos como optimismo, resiliencia y dominio del entorno están consiguiendo trabajo antes.

También me parece muy interesante comprobar si el grupo de desempleados con afecto positivo encuentran antes trabajo, ya que ellos sí presentan dominio del entorno, así como optimismo, resiliencia y vitalidad. Pero, para ello, hacen falta recursos económicos porque normalmente se remunera la participación en estos estudios de corte longitudinal.

 

Referencia bibliográfica: María Dolores Merino, Jesús Privado y Rocío Arnaiz. “Is there any relationship between unemployment in young graduates and psychological resources? An empirical research from the conservation of resources theory". Journal of Work and Organizational Psychology. 2019. DOI: 10.5093/jwop2019a1.

 

Este trabajo ha sido realizado por Ana Belén Galán Abellán, alumna del Experto en Comunicación Pública y Divulgación de la Ciencia de la UAM y que realizó en nuestra UCC+i su módulo de prácticas.


 

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