Las cifras son tajantes: uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerá algún tipo de cáncer a lo largo de su vida. Por ello, es una de las líneas principales de investigación a nivel sanitario en todo el mundo. ¿Está viéndose ahora desplazado frente a la pandemia de SARS-CoV-2? ¿Cómo viven, pacientes oncológicos y sanitarios esta situación? Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer que se celebra hoy analizamos estas y otras cuestiones con Pedro Pérez Segura, responsable del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y profesor del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

María Milán, 4 de febrero. | Según la Asociación Española contra el Cáncer, en los meses más duros de la pandemia de SARS-CoV-2 (entre marzo y junio de 2020) se diagnosticaron un 21% menos de pacientes con cáncer en España. ¿Qué factores están detrás de ese descenso?

Se trata de un problema multifactorial. Quizá, el factor más importante es que se han desviado todos los recursos sanitarios a tratar el tema de la COVID-19, por lo que la disponibilidad de camas de UVI o de ingreso para pacientes “no covid” se ha reducido, así como las operaciones o las pruebas a pacientes con tumores. Otro factor importante ha sido el miedo de muchos pacientes a acudir a los hospitales para consultar alguna sintomatología. El tercer motivo es que los programas de cribado de mama y de colon también se han visto afectados por la pandemia, reduciendo diagnósticos.

¿Qué áreas de la oncología se han visto más afectadas por la pandemia: diagnóstico, cirugía, tratamientos ...?

"Hemos mantenido la actividad hospitalaria con la mitad de la plantilla"

Yo creo que afecta más al diagnóstico y a las cirugías. Para los pacientes que ya estaban en tratamiento de quimioterapia, inmunoterapia o radioterapia hemos reorganizado nuestro proceso asistencial para garantizar su seguridad: hemos incrementado los estudios para la detección del virus, mejorado circuitos e implantado la telemedicina. Solo hemos reducido un 3% la actividad del Hospital de Día Oncológico frente al 21% del descenso de diagnósticos que mencionábamos antes. Esa actividad hospitalaria la hemos mantenido, además, con la mitad de la plantilla, bien por bajas de enfermedad o por tener que colaborar en las plantas del hospital destinadas a la COVID-19.

¿Qué necesidades ha originado esta situación a los pacientes con cáncer?

Los pacientes con cáncer se han visto más vulnerables todavía de lo que habitualmente lo son por su enfermedad. El contacto físico y humano ha sido una de las grandes pérdidas para el paciente oncológico, para quien las relaciones humanas son muy importantes, así como la cercanía con su médico.  Los sanitarios hemos tenido que modificar nuestra actividad hacia la telemedicina y reducir la atención presencial. Algunos pacientes no se manejan bien con la telemedicina y nosotros no disponemos de todos los recursos que nos gustarían en este aspecto. A pesar de todo, a nivel oncológico se han visto bien atendidos.

Y los especialistas, ¿cómo estáis viviendo todo esto?

La COVID-19 nos ha obligado a darle la vuelta a nuestra actividad por completo. La oncología es una especialidad donde la atención directa y personalizada es muy importante y nos vemos de repente que hay que hacerla a distancia. La falta de información ha sido terrible, no saber si podíamos tratar o no a los pacientes en este entorno de covid. Todos los días modificábamos los protocolos de actuación dependiendo de lo que se iba sabiendo y publicando. Desde el punto de vista profesional, nos ha supuesto mucha angustia no poder mirar a los ojos al paciente o cogerle la mano, esa cercanía. Hemos intentado suplirlo con más accesibilidad telefónica.

Inmersos en la tercera ola y sin saber cuántas nos quedarán aún, ¿qué aprendizaje han dejado los primeros picos de la pandemia para los siguientes?

Todavía hay muchas cosas que trabajar para que no se vean de nuevo afectados por la COVID-19 pacientes que no padecen la enfermedad. Pero sí que hemos aprendido bastante. Por ejemplo, tras la primera ola,  sabemos que podemos tratar a los pacientes oncológicos de manera segura. Aunque esta tercera oleada es más dramática de lo que pensamos, por la variación de la propia enfermedad, conocemos mejor cómo evoluciona. Es clave que estemos preparados por si llega otra situación que vuelva a afectar a los pacientes oncológicos así.

Sobre la vacunación de la COVID-19, ¿habéis recibido los oncólogos información o hay previsto algún protocolo para vuestros pacientes?

Tanto la Sociedad Americana Contra el Cáncer como la Sociedad Europea de Oncología Médica, las diferentes asociaciones en España como la Sociedad Española de Oncología Médica, han publicado documentos sobre la vacunación en oncología. Nos ha quedado claro que el paciente con cáncer se puede vacunar de manera segura, además debería hacerlo lo antes posible porque son pacientes en situación de inmunosupresión. Se puede compaginar perfectamente la vacuna con el tratamiento que esté recibiendo. En cuanto podamos disponer de las vacunas y las autoridades sanitarias lo permitan, deberían ser de los primeros pacientes en vacunarse. 

"Estamos aprovechando los conocimientos sobre esta pandemia para ver cómo podemos utilizarlos contra el cáncer"

¿Qué objetivos hay ahora mismo en investigación contra el cáncer sobre la mesa?

La pandemia ha dado un golpe tremendo a todo lo relacionado con la investigación: recursos humanos afectados, cierre de laboratorios, o pérdida de dinero en elementos. Puede haber un impacto negativo de la pandemia en cuanto a la recuperación de la investigación. Cuando pasó la primera oleada y se vio que vendría una segunda, pero que no sería tan fuerte, en la mayoría de los centros de investigación se decidió que no podía pararse más y que había que seguir para recuperar la investigación. Además, estamos aprovechando los conocimientos sobre esta pandemia para ver cómo podemos utilizarlos contra el cáncer. En general, en áreas oncológicas como las terapias dirigidas, la posibilidad de desarrollar vacunas o la inmunoterapia, que estaban en desarrollo antes de la pandemia, se han intentado mantener en este tiempo en la medida de lo posible y hay que retomarlas con fuerza.

El año pasado, en plena crisis, la Sociedad Americana de Oncología Médica ha acreditado al Servicio de Oncología Médica que usted dirige como “excelente”. ¿Qué supone este reconocimiento?

Supone demostrar que nuestro centro trabaja con condiciones de seguridad y de calidad para los pacientes de máximo nivel. Para nosotros ha sido un trabajo importante a la hora de recolectar datos. Ahora en España hay siete centros, incluido el nuestro, con esta acreditación. Recibir esta certificación nos ha demostrado, por un lado, que ya trabajábamos bien y, por otro, nos ha enseñado qué puntos teníamos de mejora para focalizarnos en ellos. Estamos contentos del esfuerzo realizado y del certificado conseguido.

Por último, con motivo del día que hoy conmemoramos, ¿qué mensaje le gustaría trasladar a la sociedad desde su posición sanitaria?

Un mensaje de esperanza: cada día se curan más pacientes con cáncer, esto es una realidad. A pesar de la situación que vivimos, sus oncólogos y sus equipos están siempre dispuestos a trabajar por su salud. No deben de tener miedo de acudir a los hospitales y a los servicios de oncología porque es seguro. La actividad oncológica no se ha parado en ningún momento.

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