19 OCT 2021 - 15:09 CET

El 13 de octubre tuvo lugar la conferencia “El pacto social y político intergeneracional: ¿dónde están los bienes comunes? ¿Hay un proyecto compartido, hay un futuro compartido?”. Esta conferencia es la segunda parte del ciclo de debates “La vida en crisis. Incertidumbre, riesgo social y biografías de cambio en España”, que consta de dos conferencias más que, igual que esta, serán organizadas por el Instituto Universitario de Cooperación y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid (IUDC-UCM) y tendrán lugar en el CaixaForum de Madrid.

En esta ponencia participaron el coordinador del ciclo de debates, Esteban Sánchez, director del IUDC, y César Rendueles, sociólogo, filósofo, profesor de sociología en la Universidad Complutense de Madrid y autor de obras como Sociofobia (2013), Los bienes comunes ¿Oportunidad o espejismo? (2016) y Contra la igualdad de oportunidades: Un panfleto igualitarista (2020).

La ponencia comenzó con la definición de los bienes comunes, que según Rendueles son aquellos recursos que desde las sociedades preindustriales se han autogestionado, es decir, producido y salvaguardado conjuntamente para lograr cierto nivel de bienestar. Hoy en día, estos bienes comunes podrían ser un mecanismo para reducir la desigualdad y mejorar la vida cotidiana de las personas.

Las intervenciones de Diana, Said y Álvaro, que se fueron proyectando durante la ponencia, pusieron de manifiesto que, tras la Gran Recesión, se privó a la juventud de la posibilidad de construir su biografía, por lo que los jóvenes aumentaron su interés en el lenguaje y las prácticas de estos bienes comunes, dado que les permitían conectar con la idea de un proyecto colectivo al margen de la competitividad extrema del mercado, liberado de las adherencias de la burocracia y del Estado. Sin embargo, las instituciones han utilizado la aspiración de autogestión de la juventud para liberarse de responsabilidades y aumentar la mercantilización, lo que ha supuesto la aparición del miedo a la toma de decisiones en común, así como un aumento de la individuación y de la desconfianza en las propias instituciones públicas.

La igualdad de oportunidades puede ser una solución a este individualismo, ya que implica la posibilidad de construir una sociedad basada en lo común, siempre y cuando no se confunda con la meritocracia. Esta última, implica que deben existir remuneraciones distintas para las diferentes ocupaciones y ha sido a menudo utilizada por las élites para legitimar la desigualdad y defender su privilegio como la consecuencia natural del mérito, obviando la existencia de otros factores que pueden influir en la posición social como la clase.

Para el ponente, la clase social es una categoría fundamental en Occidente, dentro de la cual hay diferentes conflictos y alianzas de intereses, entre los que destaca el conflicto intergeneracional, que se da entre un sector de la sociedad más envejecido que ha podido acceder a condiciones laborales dignas y las generaciones más jóvenes que se enfrentan a peores condiciones. Este conflicto generacional cristaliza políticamente en medidas como el fomento de la vivienda en propiedad en lugar del alquiler, y socialmente en la consideración de los jóvenes como personas desapegadas de los valores políticos, cuando en realidad, los casos de corrupción más importantes del país han sido protagonizados por generaciones más mayores, mientras la juventud se esforzaba en cambiar la situación mediante reivindicaciones que fueron cercenadas sistemáticamente a través de los medios de comunicación y medidas como la ley mordaza. Al obturar esta democratización, se ha producido un preocupante auge de la extrema derecha que anteriormente no existía en España.

Sin embargo, de acuerdo con Rendueles, la historia es más efervescente de lo que se suele pensar, por lo que estas tendencias se pueden revertir mediante un pacto intergeneracional que ponga en común los intereses de jóvenes y mayores.

Reseña por María García.

Información sobre el ciclo aquí.