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Paolo Portoghesi


La muerte de Paolo Portoghesi (Roma, 1931-2023) supone la desaparición de uno de los últimos grandes que practicó con la misma solvencia, pasión y entusiasmo, la práctica, la critica, la investigación y la docencia arquitectónica. Discípulo de Bruno Zevi, tras estudiar en Roma, fue profesor de Historia de la Arquitectura en el Politécnico de Turín para después desarrollar gran parte de su carrera en la Facultad de Arquitectura de la Sapienza de Roma.

Primer director de la Biennale d’Architettura (1980), titulada La presenza del passato, propuesta que buscaba proyectar hacia el futuro la herencia cultural de los arquitectos italianos. Su visión innovadora le llevó a encargarle a otro grande de la arquitectura moderna Aldo Rossi, el Teatro del Mundo, un pequeño teatro flotante que, tras un periplo detalladamente fotografiado por el gran canal veneciano, fue amarrado en la punta de la Dogana, donde se representaban las obras de teatro dirigidas por el director Maurizio Scaparro. Precísamente, la Biennal d’Architettura de este año, inaugurada hace una semana, está dedicada a continuar precísamente el espíritu de aquella bajo el título de The Laboratory of the Future, planteada como un debate sobre la proyección que la arquitectura desarrollada en la época post-pandémica dejará en el futuro en el momento en el que la profesión del arquitecto se centre en temas muy concretos que abordan la realidad que nos rodea, aunque ello no signifique renunciar a la investigación estética. A esta premisa dedicó su vida Portoghesi.

En 1980, junto con diecinueve arquitectos (entre ellos Robert Venturi, Charles Moore, Hans Hollein, Frank Gehry, Ricardo Bofill, Robert Stern, Franco Purini, Oswald Mathias Ungers y Paul Kleihus) diseñaron la Via Novissima, una calle temporal compuesta por veinte fachadas contiguas de distintos tamaños que, tras ser trasladada a la rotonda de la Salpetriére de París, se volvió a montar en San Francisco.

La consciente elección del peso de la arquitectura italiana en la tradición constructiva tenía, además, mucho que ver con su trayectoria marcada por la publicación de fundamentales monografías y el comisariado de exposiciones dedicadas a los grandes como Michel Angelo o Francesco Borromini (sobre el que volvería de forma insistente revisando sus propios textos hasta el último de 2020, Francesco Borromini. La vita e le opere).

Presidente honorífico del Centro Studi sulla Cultura e l’immagine di Roma, en su ciudad proyectaría muchas de sus más emblemáticas obras. Junto al ingeniero Vittorio Gigliotti, con quien realizaría la mayoría de los proyectos de su carrera, diseñó la Casa Papanice en la Via Giuseppe Marchi de Roma. Hoy esta obra es considerada como uno de los manifiestos del posmodernismo italiano, con su célebre fachada decorada con tubos y cubierta de mayólica con los colores de la primavera, orientado a redescubrir los lenguajes y materiales de la historia como fuentes de inspiración para el diseño, tras la cesura del modernismo de principios del siglo XX.

Junto con Roma y Borromini, el mundo islámico sería otra de sus pasiones, diseñando, entre otras obras, el Palacio de la Familia Real de Jordania en Ammán, el aeropuerto y el plan urbanístico de Jartum. Roma y el Islam quedarían unidas en otra de sus grandes proyectos, la Mezquita de Roma (en colaboración con Vittorio Gigliotti y el arquitecto Sami Mousawi).

Portoghesi fue un incansable crítico hasta sus últimos días. Fundador de revistas fundamentales de crítica e historia de la arquitectura y la ciudad, en 1966 fundó Controspazio, de la que fue director hasta 1983, posteriormente dirigió el Dizionario Enciclopedico di Architettura e Urbanistica (1968) y las revistas Itaca (1977), Eupalino (1985/90), Materia (desde 1990) y Abitare la Terra (desde 2001).

En Calcata, cerca de Roma, se dedicó durante veinte años a su proyecto más personal: el gran parque de su villa, en el que confluían las formas típicas de su obra, con la sede de su casa-estudio y su biblioteca, ubicada en unos edificios rehabilitados por él. En esta casa, manifiesto de arquitectura y naturaleza, falleció el 31 de mayo Paolo Portoghesi.