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XIII Jornadas Complutenses de Arte medieval


23, 24 y 25 de octubre de 2019


Lugar: Salón de actos, Facultad de Geografía e Historia (UCM)


Comisión organizadora: Javier Martínez de Aguirre, Pilar Martínez Taboada, Marta Poza Yagüe y Ángel Fuentes Ortiz







REPENSANDO EL CANON. Modelos, categorías y prestigio en el arte medieval hispano

La reflexión sobre qué obras del arte medieval hispano merecen mayor estima y en qué radica su calidad y significado histórico conduce, por una parte, a cuestionar qué sabemos realmente de las creaciones artísticas del pasado y, por otra, a repensar el quehacer de los historiadores.

¿Qué criterios han de guiar la selección? ¿Qué categorías resultan idóneas a la hora de formular juicios de valor? ¿Siguen siendo válidas las valoraciones que conformaron la historia del arte medieval en los siglos XIX y XX? ¿Se ha revisado el canon para hacerlo acorde a los intereses, métodos y perspectivas de la nueva historia del arte entrado el siglo XXI? Y, no menos importante, ¿de qué modo podemos conocer el aprecio y el prestigio de que gozaron las obras en el momento en que fueron creadas?

Existen mecanismos de acercamiento a los valores que les conferían sus coetáneos, desde los más evidentes, como el coste económico, los materiales escogidos, la remuneración, la posición social y el éxito de los artífices, la relevancia de los promotores o la importancia del destino, sin olvidar la creencia en su eficacia espiritual. De igual modo, podemos interesarnos por las obras consideradas modélicas, que generaron réplicas, citas y secuelas cuya misma existencia hace evidente el aprecio. Los estemas de filiación artística configuran una variadísima tipología de vínculos modelo-copia y proclaman el reconocimiento del que gozaron creaciones como las catedrales de Jaca o Toledo, la mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada, el Pórtico de la Gloria o el claustro de Silos, ciertos manuscritos repetidos una y otra vez, o ciertas imágenes de devoción incansablemente imitadas. A menor escala, se constatan fenómenos paralelos a nivel comarcal y local, tanto en arquitectura como en artes figurativas y producciones suntuarias. El análisis de los contratos que especifican modelos a seguir y el estudio de la aplicación de la varietas  sobre los referentes nos adentran en los mecanismos de generación y difusión de las obras de arte. Usos sociales como el regalo, por razón de parentesco, amistad y diplomacia, el trofeo, en forma de botín y spolia, y el comercio acreditan el reconocimiento de cualidades como la riqueza, la rareza, la belleza y la carga semántica, que prestigiaban las obras más valiosas. Los testimonios escritos de todo género, epígrafes, contratos, testamentos, crónicas, relatos de viajeros, etc., nos aproximan al ojo de la época, a veces de manera directa, pero en mayor número de ocasiones desvelado tras el laborioso parangón entre lo formulario y lo singular, o el análisis del vocabulario.

La reflexión se extiende al quehacer de los historiadores. La valoración de la calidad y la significación histórica de una obra puede verse condicionada por hechos azarosos como su mera conservación, las transformaciones sufridas a lo largo de los siglos, su accesibilidad, su pertenencia a determinados museos o la facilidad de conseguir reproducciones fotográficas. Pero cuentan sobre todo la opinión de los especialistas, la inclusión en textos de referencia y el acomodo a los méritos destacados por las corrientes historiográficas. También, por qué no reconocerlo, las estructuras de conocimiento que irreflexivamente tienden, por ejemplo, a preferir lo novedoso y lo culminante (en un territorio, en un estilo, en un género) frente a lo calificado como pre- (por incompleto) o tardo- (por crepuscular), o lo razonable a lo incomprendido. La repercusión de modas entre historiadores, el impacto de publicaciones reputadas, el recelo ante terrenos percibidos como pantanosos (¿cabría calificar así “lo” mozárabe, “lo” mudéjar, etc.?) o, simplemente, la oportunidad de un centenario, son otros tantos factores que canalizan la atención de los estudiosos y repercuten en el canon.

Las XIII Jornadas Complutenses de Arte Medieval, a celebrar en Madrid en los días 23, 24 y 25 de octubre de 2019, quieren constituirse en foro idóneo para debatir estas cuestiones de la mano de reconocidos especialistas como Begoña Alonso Ruiz, Susana Calvo Capilla, Jerrilynn Dodds, Bart Fransen, María Dolores Jiménez-Blanco, Javier Martínez de Aguirre, Alicia Miguélez Cavero, Matilde Miquel Juan, Olga Pérez Monzón, Juan Carlos Ruiz Souza, Alexandra Uscatescu Barrón y Rose Walker.