Xilografía

Técnica de grabado en madera y de estampación en relieve. Etimológicamente, el prefijo xilo procede de la raíz griega xylon que significa madera, de modo que el término xilografía podría ser entendido genéricamente como el arte de grabar en madera. Este es el alcance que le dan los grabadores españoles actuales, sin entrar en distinciones relativas al tipo de taco empleado ni al modo de rebajarlo. Ahora bien, existen dos variantes para grabar en madera, que se diferencian entre sí tanto por las características de la matriz —en un caso se extrae del tronco cortándola a la fibra y en el otro cortándola a la testa— cuanto por los instrumentos para grabarla —cuchillas, gubias o escoplos, por un lado, y, por otro, buriles—. Obviamente, los resultados obtenidos son radicalmente distintos en uno y otro procedimiento. Referirse a ambos como xilografía es simplificar la cuestión y reducir dos técnicas muy diferentes a una idéntica categoría. A cada uno de los procesos técnicos de grabado calcográfico y de litografía le corresponde un nombre específico que le individualiza y distingue de los demás, pues bien las técnicas de grabado en madera reclaman el mismo tratamiento. Pero es más, para ser rigurosos con la historia, conviene recordar que el término xilografía fue acuñado durante el siglo XIX para referirse a un procedimiento concreto de grabado en madera inventado en los años finales del XVIII y que consiste básicamente en rebajar con buriles un taco cortado a la testa. Así pues, xilografía equivaldría a grabado en madera a la testa*, excluyendo de su significado al grabado en madera a la fibra. Tal asociación parece aceptada por los artistas ingleses para quienes xilography corresponde a wood engraving pero no a wood cut [Eichenberg (1976: 589], y por los franceses, quienes asocian xylographie a gravure sur bois de bout. Paradójicamente, no existe en español un proceso equivalente de normalización y el paso del tiempo ha ido consolidando el uso exclusivo del vocablo xilografía. No obstante, la catalogación de estampas exige una información detallada de la técnica, y xilografía es demasiado genérico —desde el punto de vista etimológico— y, a la vez, demasiado parcial —desde el punto de vista de sus connotaciones históricas—. Resulta necesaria una mayor precisión. Por otra parte, expresiones como xilografía a la testa y xilografía a la fibra son inapropiadas, porque si aceptamos las connotaciones históricas a las que nos referíamos, la primera fórmula sería redundante y la segunda una contradicción. La solución más adecuada es utilizar para grabado en madera a la testa el término xilografía y para grabado en madera a la fibra esta expresión, si las estampas pertenecen a los siglos XIX y XX, o bien entalladura, en el caso de estampas antiguas anteriores al siglo pasado.

¿En qué consiste la xilografía? El taco de madera a la testa, utilizado como soporte del procedimiento xilográfico, es considerablemente más duro y compacto que el taco a la fibra empleado en la técnica antigua de la entalladura. Las cuchillas no cortan la superficie de este tipo de madera, de forma que debe utilizarse el mismo instrumento usado por el grabador en cobre: el buril. Debido a la mayor resistencia de estos tacos respecto a los cortados al hilo, las 86 líneas en relieve pueden ser de gran finura y la separación de las zonas rebajadas puede hacerse extremadamente estrecha, ya que las posibilidades de que se fracturen las partes en relieve durante la estampación* son mínimas. Desde el punto de vista del lenguaje visual, la xilografía permite conseguir imágenes a base de líneas negras sobre fondo blanco o bien de líneas blancas sobre fondo negro.

Uno de los mayores problemas de los procedimientos de grabado calcográfico es el de "la blandura del metal que, incluso en manos de los estampadores más diestros y experimentados, se desgasta con una rapidez asombrosa. Y esto es así, sobre todo en las técnicas pictóricas, en que la superficie de la lámina está finamente trabajada, algo totalmente necesario para la obtención de tintas y tonos" [Ivins (1953: 128)]. De forma que las técnicas pictóricas de grabado calcográfico se manifiestan inadecuadas para ilustrar libros y revistas de difusión masiva.

Ya a comienzos del siglo XIX la demanda de lectura es considerable y cada vez serán más las revistas que verán la luz. Revistas que debían ilustrarse. Fue entonces cuando Thomas Bewick descubrió que podía grabarse sobre un taco de madera cortado a la testa usando el buril del grabador en cobre. Antes del descubrimiento de Bewick las únicas técnicas conocidas y
practicadas de grabado en madera eran las de entalladura. "La xilografía hizo posible producir estampas a partir de grabados de línea sobre madera que, a efectos prácticos, eran tan finos como los que habitualmente se grababan en cobre según los procedimientos del grabado a buril y al aguafuerte" [Ivins (1953: 129)]. Los tacos de madera, de idéntico tamaño que los tipos de imprenta, podían compaginarse y ser impresos al mismo tiempo que el texto, produciendo ediciones con un volumen de ejemplares extraordinariamente grande. La invención del papel continuo tuvo también mucho que ver en esta revolución de la industria del libro.

Ref.: Beedham (1948), Beltrand (1938), Biggs (1958), Braby (1953), Branca (1938), Branca (1967), Brett (1994), Busset (1925), Colas (1952), Chamberlain (1978. Wood Engraving), Chatto (1839), Elfrink (1973), Farleigh (1954), Figuerola (1931), Galanis (1929), Gutiérrez Larraya (1952), Hope (1887), Ivins (1953), Leighton (1932), LerouxGuillaume (1972), Lunsingh Scheurleer (1938), Mackley (1981), Morin (1961), Morley Fletcher (1916), O'Connor (1971), Relief (1945), Ricart (1920), Ricart (1936), Ross (1974. Relief), Rumpel (1972), Sander (1978), Seara (1981), Servolini (1935), Van Hear (1968), Vega (1992), Watson y Kent (1945), Westheim (1954) V.a. Grabado, Arte gráfico, Entalladura

*Definición de grabado en relieve incluído en el DICCIONARIO DEL ARTE GRÁFICO

[Javier Blas (coord.), Ascensión Ciruelos y Clemente Barrena, Diccionario del dibujo y de la estampa. Vocabulario y tesauro sobre las artes del dibujo, grabado, litografía y serigrafía, Madrid: Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Calcografía Nacional, 1996, p. 77-212].