“Las chicas de bachillerato están llevando las mochilas de los chicos para demostrar que los quieren y reciben desprecio”

5 julio Mesa redonda: La economía de los cuidados y el largo camino hacia la igualdad
Modera: Sara Porras Sánchez. Universidad Complutense. Participan: Amaia P. Orozco; Marina Subirats

“Yo en ciencias políticas sólo he dado un tema sobre feminismo, en una asignatura, de pasada y a última hora” y “en la facultad sólo he dado dos asignaturas que tengan que ver con la desigualdad”. Dos testimonios de estudiantes del curso que justificaban por entero la necesidad de esta mesa a partir del feminismo, presentada y moderada por Sara Porras. La moderadora puso de manifiesto, en relación a la situación actual, que ”cualquier transformación va a requerir de todas las fuerzas posibles, y el feminismo ha tenido una acumulación de fuerzas que se ha traducido también en líderes. Han aportado experiencia política y aportaciones teóricas, no sólo cuadros”.

 

“¿Qué momento político estamos viviendo y cuál ha sido el papel de los feminismos? Creo que es un momento de cambio, un proceso constituyente, un proceso de transformación de las instituciones que han regido la vida en común. Depende de la corrección de fuerzas iremos a más derechos o a menos derechos”, asegura Porras.

“En esta crisis hemos visto grandes movimientos feministas, que organizaron, por ejemplo, todas la manifestaciones en contra de la Ley Gallardón”, recuerda Porras. Son “fuerza militante para la batalla política y el análisis teórico”. En un momento en el que hay que “asumir responsabilidades, si estamos en un momento de cambio dónde me voy a situar yo. Está claro que es imposible recuperar este estado del bienestar y es momento de tomar partido”; Porras reivindica: “el análisis feminista tiene un potencial”.

En ese análisis, Amaia P Orozco destacó que en un “proceso se perifización del centro, necesitamos mirarnos desde fuera” y algunas de esas claves están en “mucha economía feminista que viene de fuera de Europa”.

Acerca de la economía de los cuidados, Orozco planteaba: “de qué hablamos cuando hablamos de cuidados, decimos cosas radicalmente distintas según quién lo diga. No tiene que ver con un conjunto predefinido de tareas sino con un conjunto amplio de colchón de trabajos residuales del capitalismo heteropatriarcal”.

Marina Subirats, por su parte explicaba, “en los momentos de crisis quien más pierde son los grupos más débiles. Cuando se endurece la lucha entre los hombres, la causa de las mujeres retrocede -por ejemplo tras la Revolución Francesa- porque es civilizadora. Esta vez hay una pequeña diferencia porque tenemos más mujeres en los movimientos sociales, más activas,… Pero en el paso del movimiento social al partido se instalan otra vez lógicas más masculinas”. Y explica la lógica perversa en torno a los cuidados, “si en lugar de ir a mi trabajo, me dedico a cuidar a alguien que tengo cerca no tiene mérito, es más lo que se recibe muchas veces por parte de los hombre es el desprecio”.

“Las chicas de bachillerato están llevando las mochilas de los chicos para demostrar que los quieren y los chicos encantados. Este acto de entrega lo que recibe es el desprecio, mira a esta le puedo mandar lo que quiera. O conseguimos cambiar esto o estamos en una lógica perversa”, avisa Subirats.

Otro fenómeno que destaca Subirats es que “hay cada vez más casos de transgénero en las escuelas: un niño que le gusta una muñeca, una niña que quiere jugar al futbol,... Esto es lo que está reventando las costuras. El proceso se está acelerando en términos de transgénero, no de transsexo”.

Para Amaia Orozco “hay un conflicto entre procesos, no entre lógicas. Podemos hablar de una lógica de acumulación de capital que no solo es capitalista sino heteropatriarcal. El individualismo metodológico es terrorifíco”. Destaca también que “hay una ética reaccionaria del cuidado, de darse al otro. Queremos algo distinto que está por construir”; una ética que permea más estructuras: quién sirve a quién, que países tienen el poder, etc.

Sobre el futuro y el papel de los feminismos, Subirats explicó: “en una etapa de cambio acelerado existe el peligro de que se quede en el desván, ya nos ocuparemos cuando esto se arregle. No sólo en términos de igualdad, sino también en términos de género”. Pero reclamó como “punto central de todos los feminismos” la lucha "contra todo tipo de violencia, contra las mujeres, contra los hombres, contra la destrucción de los pueblos (la flora, la fauna,…) Mueren miles de personas porque se ha instalado una violencia que nadie discute. Deslegitimar la violencia está en el adn del género femenino”.

Amaia Orozco apuesta por la fuerza transformadora que puede aportar el feminismo. “El feminismo enfatiza una de las dimensiones de esa cosa escandalosa, abre nuevos ángulos y estrategia, hace una apuesta por la micropolítica y esto genera transformaciones enormes", asegura, aunque sea “muy difícil nombrar esta micropolítica”